Los
países miembros de la OTAN acordaron en su cumbre de La Haya un nuevo y ambicioso objetivo:
elevar su gasto en defensa hasta el
5% del PIB para 2035. La decisión responde a un contexto de crecientes
tensiones internacionales, donde la amenaza de Rusia y los desafíos persistentes del terrorismo, la ciberseguridad y la protección de infraestructuras críticas, han llevado a la Alianza a
fortalecer su capacidad de disuasión y defensa colectiva.
Este nuevo compromiso supone un cambio radical en la política de defensa de la OTAN. Durante años, muchos aliados mantuvieron sus presupuestos militares
muy por debajo del 2% del PIB, que fue la meta
fijada en 2014 tras la anexión de Crimea por parte de Rusia. A partir de ahora, además del gasto en
armamento y personal, se incluirán inversiones en
innovación tecnológica, ciberdefensa, resiliencia civil y
apoyo militar a Ucrania.
El aumento del gasto militar ha sido particularmente notable en algunos países del flanco este de la Alianza.
Estonia, Letonia y Lituania multiplicaron su inversión en defensa en las últimas dos décadas, pasando de niveles cercanos o inferiores al 1,4% del PIB en 2000 a cifras que
superan el 3% en 2024.
Polonia, ante la creciente amenaza rusa, ha dado un salto aún mayor, alcanzando un 4,15% del PIB, el nivel más alto de toda la OTAN, según datos de 2024 publicados por el Instituto Internacional de Estudios para la Paz de Estocolmo (SIPRI).
En contraste, otros países han mostrado avances más moderados o incluso retrocesos.
Turquía, por ejemplo,
ha reducido su gasto militar del 3,64% al 1,92% del PIB en el mismo periodo. Bélgica, España, Italia y Canadá siguen entre los aliados con
menor esfuerzo relativo en defensa, pese al contexto de creciente inseguridad global. En el caso de
España, fue el único país que no aceptó el objetivo del 5% y anunció que no superará el 2,1% de gasto. A partir de ahora, todo el resto deberá trazar un camino de crecimiento sostenido en sus presupuestos para
cumplir la meta del 5% en la próxima década.
* Islandia también es miembro de la OTAN, pero no tiene gasto en defensa porque no posee fuerzas armadas.