La decisión del presidente de Estados Unidos,
Donald Trump, de aplicar aranceles del 50% a las importaciones de productos brasileños, encendió las alertas en el país sudamericano y complicó aún más la relación entre la Casa Blanca y el gobierno de
Luiz Inácio Lula da Silva. La tensión se agudizó al conocerse la razón principal tras la medida del líder republicano: el juicio que se lleva a cabo contra el exmandatario
Jair Bolsonaro, por presunto golpe de Estado.
La medida es seguida con atención por todo el espectro político brasileño. Según exfuncionarios de gobierno involucrados en las relaciones bilaterales entre Brasil y EE.UU. y politólogos locales consultados por O Globo, la carta enviada por el líder norteamericano "expone un sesgo político e ideológico claro y sin precedentes".
Para el exsecretario de Comercio Exterior
Welber Barral, el problema principal es que Donald Trump está rompiendo lazos con diversos socios históricos a la vez y
"ha tocado temas internos que ni siquiera dependen del Poder Ejecutivo".
"El momento de estas declaraciones parece estar relacionado con la creciente fragilidad del gobierno de Lula y la percepción del gobierno de Trump de que podría desempeñar un papel decisivo en las elecciones del próximo año. Ayudar a elegir un aliado facilitaría la labor de Estados Unidos", afirmó O Globo.
Por su parte, la analista Sandra Cohen sostuvo en una columna en el sitio G1 que la carta de Trump a Lula es el vivo ejemplo de la "diplomacia del chantaje" que el Mandatario republicano ha utilizado contra sus adversarios desde que retornó a la Casa Blanca en enero de este año.
"El ataque comercial del presidente estadounidense a Brasil expone el sesgo ideológico del aumento de aranceles y la interferencia en la política interna del país, con el pretexto de beneficiar a Bolsonaro", añadió la especialista.
En tanto, el diario
O Estado de São Paulo, que en sus 150 años de historia se ha identificado con el empresariado y el conservadurismo, publicó este jueves un durísimo editorial, en el cual exigió que Brasil
"no se curve frente a la amenaza y la actitud marcial de Trump".
Según el periódico, "no hay otra conclusión frente a esa decisión confusa: se trata de una cosa de mafiosos" y que Trump "usa la amenaza de las tarifas comerciales para obligar al país a rendirse a sus absurdas exigencias".
Preocupación en el bolsonarismo
Y si bien a nivel público el bolsonarismo se ha mantenido firme con Trump, en la interna temen que el anuncio del republicano sea un "abrazo de oso" que complique al líder derechista en su intención de participar en las elecciones presidenciales de 2026, según reportan medios locales.
El mensaje para afuera de este sector es de apoyo a Washington. "Pueblo brasileño, vamos a hacer que el mundo oiga nuestra voz. ¡Agradezcan al presidente Trump y vamos rumbo a la ley Magnitsky!", escribió en sus redes sociales el diputado Eduardo Bolsonaro, hijo del expresidente derechista y que desde marzo está en Estados Unidos, abogando, según dijo, por "justicia" para su padre.
La ley estadounidense citada por el legislador, que se dice "en el exilio", establece sanciones para personas u organismos responsables de vulnerar los derechos humanos en cualquier parte del mundo. La intención del diputado es que Washington
imponga sanciones contra el juez del Tribunal Supremo Alexandre de Moraes, quien lidera el caso contra su padre.
Pero Eduardo Bolsonaro fue un poco más allá y dijo que la "solución" para las sanciones anunciadas por Trump pasaría por la aprobación en el Parlamento brasileño de una "amnistía amplia y general" para su padre y todos los acusados de conspirar contra la democracia.
Por su parte, la diputada Carol de Toni, jefa del bolsonarismo en la Cámara baja, aseguró que "Trump ha dejado claro que Brasil está en su radar por causa de la escalada autoritaria" del Gobierno del progresista Lula da Silva, al que acusa de perseguir a la extrema derecha mediante la "censura" y el juicio contra Bolsonaro.
A nivel interno, el escenario es otro. Desde la oposición brasileña calificaron el anuncio de Trump como "un tiro en el pie" para los intereses de Jair Bolsonaro y sus adherentes, según indicó la periodista Daniela Lima en G1. "Fue un golpe bajo. ¿Quién va a estar a favor de esto? ¿Quién va a estar en contra del país?", dijo un miembro del Senado.
"A pesar de la retórica pública que elogia la acción de Trump por parte de muchos legisladores pro-Bolsonaro, entre bastidores,
el aumento de aranceles se considera un problema no solo para Lula y su gobierno, sino para todo el país", dijo por su parte O Globo. Es por eso que, según el periódico, el grupo de aliados y asesores del exmandatario y su hijo Eduardo trabaja para que la medida arancelaria no golpee políticamente a ambas figuras.
"Se teme que la medida tenga consecuencias negativas, lo que significa que los altos impuestos y el impacto negativo en la economía y la población podrían afectar directamente a Eduardo y a su padre. Por lo tanto, se busca argumentar que el congresista solo buscaba sanciones contra Moraes y que no tenía ninguna relación con el aumento de impuestos", añadió.
Impulso para Lula
Por otro lado, hay quienes sostienen que, más allá del perjuicio económico, este escenario podría favorecer políticamente al presidente Lula, que enfrenta bajos niveles de popularidad en su país y que buscaría la reelección en los comicios del próximo año. Su postura firme ante la Casa Blanca, aseguran algunos, podría reunir a la ciudadanía.
"El ataque de Trump, por ahora, ayuda más a Lula que a Bolsonaro", aseguró el diario Folha en su editorial de este jueves. De acuerdo con el matutino, este escenario "galvaniza a su base y atrae al segmento de la población que detesta a Trump".
En tanto, Bloomberg afirmó que los aranceles de Trump "le dan a Lula un impulso inesperado para las elecciones de 2026". Para la agencia estadounidense, las medidas del líder estadounidense "parecieron
hechas a medida para presionar a Lula a adoptar una postura combativa, y el líder brasileño rápidamente dejó claro que eso era lo que planeaba hacer".
"Lula, cuya carrera política comenzó en el movimiento obrero durante la dictadura militar brasileña, también vio la oportunidad de aprovechar la lucha para su propio beneficio político. Dado que su aprobación se ha mantenido estancada por debajo del 50% durante meses, el presidente ahora puede argumentar que Trump intenta interferir en los asuntos políticos del país, descarrilar su economía y convertir a Brasil en un patio trasero de Estados Unidos", añadió.
Por ahora, el conflicto diplomático está en su punto más álgido, ante la posibilidad de que la situación se vuelva aún más tensa. Habrá que estar atentos al impacto político que tendrá en Brasil la nueva jugada de Donald Trump.
