Palestinos llegan a los puntos de distribución en busca de comida.
AFP
La Liga Árabe condenó este martes la hambruna que sufre la Franja de Gaza y acusó a Israel de "someter al pueblo palestino a condiciones mortales" y utilizar el hambre "como arma de guerra y una forma de genocidio".
Así lo señaló la organización panárabe de 22 miembros tras celebrar una reunión extraordinaria de su Consejo en El Cairo a petición de Palestina, en la que se discutió la grave situación humanitaria en la Franja de Gaza, donde se han producido decenas de víctimas mortales por desnutrición.
En la reunión, a nivel de delegados permanentes y presidida por Jordania, también se instó a la comunidad internacional a que adopte "medidas inmediatas, de conformidad con el derecho internacional humanitario,
para detener la agresión y reconocer la catástrofe y la hambruna que se producen" en Gaza.
Asimismo, pidieron "romper el asedio impuesto a la franja y garantizar la entrega de ayuda humanitaria, socorro y asistencia médica, y activar los mecanismos internacionales de rendición de cuentas por los crímenes israelíes".
La organización panárabe urgió a la comunidad internacional, especialmente a Estados Unidos, a que "presione a Israel" para que abra "todos los cruces fronterizos y permita la entrada inmediata de ayuda humanitaria y médica para salvar a miles de niños, mujeres y ancianos".
También llamaron a poner fin "de inmediato e incondicionalmente al crimen de genocidio" contra el pueblo palestino en la Franja, y acusaron a Israel de transformar la ayuda humanitaria "en una herramienta de represión, trampas mortales y hambruna contra la población civil".
Los países árabes insistieron en que la ocupación israelí con sus prácticas está cometiendo "un delito de genocidio, de conformidad con el Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional y la Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio de 1948".
También rechazaron "categóricamente" los planes del Gobierno israelí de retirar los poderes de la urbe de Hebrón sobre la Mezquita de Abraham y los alrededores de la Ciudad Vieja.
"La potencia ocupante no tiene soberanía sobre las tierras ni los sitios patrimoniales palestinos, y este plan ilegal israelí representa un paso sin precedentes en los continuos esfuerzos de la ocupación por alterar el carácter original del sitio e intentar borrar la verdadera y auténtica identidad del pueblo palestino", zanjaron.