"Gerrymandering": Cómo se redibujan los mapas electorales en EE.UU. y por qué Texas está en el centro de la atención
Esta práctica que tiene casi dos siglos de historia es utilizada por ambos partidos para, de alguna forma, elegir a los votantes antes que sean los electores los que escojan a sus autoridades.
La redistribución de distritos electorales en Estados Unidos, un proceso que debería reflejar los cambios demográficos del país, se ha convertido en un campo de batalla político donde los partidos buscan asegurar su permanencia en el poder. Esta práctica, conocida como "gerrymandering", permite a los legisladores redibujar los mapas electorales a su conveniencia, moldeando el electorado en función de sus intereses y no de la voluntad popular.
En el estado de Texas, el Partido Republicano ha desatado una nueva polémica al proponer una reconfiguración del mapa electoral que podría asegurarles al menos cinco escaños adicionales en la Cámara de Representantes. Este movimiento ha encendido las alarmas en estados demócratas como California y Nueva York, que advierten sobre el riesgo de una guerra política a nivel nacional por el control de los distritos, mientras los legisladores demócratas de Texas intentan bloquear la votación.
Más allá de Texas, el "gerrymandering" es una práctica arraigada que históricamente han utilizado tanto republicanos como demócratas, aunque por la distribución dispersa de sus votantes, los primeros suelen sacarle mayor provecho. Con miras a las elecciones de medio término, los republicanos ya plantean aplicarla en otros estados clave, como Ohio, Florida e Indiana, profundizando las tensiones en un contexto donde las comunidades latinas y afroamericanas ven amenazada su representación política.
¿Qué es el "gerrymandering" y por qué ha sido noticia en Texas?
El "gerrymandering" es una práctica de manipulación electoral en la que los políticos trazan distritos electorales de manera que elijan a sus votantes, en lugar de que los votantes elijan a los políticos.
Es una práctica de larga data en Estados Unidos, que se remonta a hace más de dos siglos, casi desde los inicios de su democracia.
La reciente propuesta de redistribución electoral en Texas, liderada por el Partido Republicano, ha generado fuertes críticas, especialmente desde estados demócratas como California y Nueva York.
Legisladores demócratas en Texas han intentado sabotear la votación. | AFP
El Gobierno republicano de Texas busca redibujar el mapa electoral para las elecciones de medio término de noviembre de 2026, con el objetivo de asegurar al menos cinco escaños adicionales en la Cámara de Representantes nacional.
Esta medida ha provocado un boicot por parte de los demócratas, aunque no sería la primera vez que un plan similar se implementa en Estados Unidos.
¿Cómo funciona la manipulación de los distritos electorales?
La redistribución electoral es un proceso habitual que se realiza cada diez años, después del Censo, para adaptar los distritos a los cambios demográficos de la última década.
Sin embargo, tanto demócratas como republicanos han aprovechado este proceso para redibujar distritos de forma intencionada, buscando favorecer a sus propios votantes o dispersar a los del partido contrario.
En 2019, la Corte Suprema de EE.UU. determinó que el "gerrymandering" partidista no es un asunto que pueda ser juzgado por los tribunales federales, dejando la regulación de este fenómeno en manos de los estados.
¿Cuáles son las formas en que se manipulan los distritos electorales?
Según el Centro Brennan para la Justicia, la manipulación de distritos puede hacerse por dos métodos: concentración o dispersión de votantes.
La concentración consiste en agrupar a los votantes del partido opuesto en el menor número de distritos posible, limitando su capacidad de elección a unos pocos candidatos.
Elecciones de 2020 en Chicago, Illinois. | AP
La dispersión, por el contrario, divide a los votantes con características similares en varios distritos, diluyendo su fuerza electoral y dificultando que logren representación.
Ambas estrategias permiten al partido en el poder aumentar sus posibilidades de ganar más escaños, al controlar la configuración de los mapas electorales.
¿Qué tan extendido está el "gerrymandering" en Estados Unidos?
Según el Proyecto "Gerrymandering" de la Universidad de Princeton, la manipulación de distritos presenta una distribución "deficiente" en 15 de los 50 estados.
Estos estados muestran un claro desequilibrio a favor de uno de los dos partidos, mientras que solo 21 estados carecen de sesgo partidista en la distribución de distritos.
Aunque predominan los estados gobernados por republicanos entre los peor calificados, también hay casos de estados demócratas como Oregon o Illinois con prácticas similares.
En algunos estados, la redistribución electoral no favorece a un partido en particular, pero presenta un componente racial, afectando a comunidades específicas.
¿Por qué los republicanos han tenido más éxito en el "gerrymandering" que los demócratas?
En las últimas dos décadas, los republicanos han logrado un mayor éxito en la manipulación de distritos debido a que controlan un mayor número de legislaturas estatales.
Por su parte, los demócratas han impulsado la creación de comisiones independientes para la redistribución electoral en varios de sus estados.
La concentración de votantes demócratas en zonas urbanas, frente a la dispersión geográfica de los republicanos, también facilita que estos últimos tracen distritos a su favor.
Gavin Newsom, gobernador de California, ha alzado su voz contra el redistritaje en Texas. | AFP
Las prácticas de "gerrymandering" republicanas suelen afectar a comunidades minoritarias, como la hispana y la afroamericana, esta última con alta tendencia a votar por el Partido Demócrata.
Las acusaciones cruzadas entre partidos son constantes, y es habitual que, al cambiar el poder estatal, el partido que antes criticaba la manipulación electoral, comience a utilizarla en su beneficio.
En el caso de Texas, los gobernadores demócratas de California (Gavin Newsom) y de Nueva York (Kathy Hochul) advirtieron que tomarían medidas similares si la propuesta texana avanzaba.
¿Qué papel juega Donald Trump en la ofensiva republicana?
El presidente Donald Trump ha iniciado una "guerra" política de cara a las elecciones de medio término, apoyando el plan de los republicanos para cambiar el mapa electoral de Texas.
Aunque faltan 15 meses para los comicios, Trump ha declarado que los republicanos "merecen" crear cinco nuevos distritos en Texas para mantener y ampliar su mayoría en la Cámara de Representantes.
La estrategia de redistribución no se limita a Texas; los republicanos buscan replicarla en otros estados clave como Ohio, Florida, Misuri, Indiana, Carolina del Norte, Kentucky y New Hampshire.
El presidente Donald Trump ha apoyado el "gerrymandering" en Texas. | AP
El gobernador de Texas, Greg Abbott, incluso ordenó arrestar a legisladores demócratas que huyeron del estado para evitar el quórum necesario en la votación sobre el rediseño de distritos.
Frente a estas acciones, gobernadores demócratas han prometido contraatacar, aunque sus opciones son más limitadas.
¿Qué impacto tendría la nueva redistribución en Texas para los votantes latinos?
Texas cuenta con 6,5 millones de latinos con derecho a voto, representando casi un tercio del electorado estatal.
Las organizaciones hispanas han advertido que el nuevo mapa electoral presenta "señales preocupantes" para el poder político de los latinos.
En el censo de 2020, la población latina en Texas creció en 1,1 millones, mientras que la población anglosajona solo aumentó en 77.000 personas.
El rediseño de distritos también afecta a los votantes afroamericanos, otra comunidad en crecimiento que suele apoyar al Partido Demócrata.
Según expertos, la propuesta de Texas parece enfocarse en diluir la fuerza electoral de las minorías, dificultando su representación política en el estado.