Washington D.C., hogar de poco más de 700.000 personas y epicentro del poder político de Estados Unidos, es diferente a otras ciudades debido a su condición de distrito federal, establecida en 1790 para mantener a la capital independiente de cualquier estado.
Sin embargo, esto provocó que sus habitantes deban pagar impuestos federales a la vez que carecen de representación con voto en el Congreso.
A lo largo de su historia, esta particularidad alimentó tensiones entre las autoridades locales y el Congreso, que conserva la última palabra sobre su presupuesto y sus leyes.
¿Qué hace que Washington sea especial?
Washington D.C., un bullicioso centro urbano con 700.000 habitantes, es la sede del gobierno y hogar de la Casa Blanca, el Capitolio y la Corte Suprema.
La Casa Blanca. | Wikimedia
A diferencia de los 50 estados del país, la ciudad tiene una relación peculiar con el gobierno federal que limita su autonomía y otorga al Congreso un control sobre los asuntos locales.
Políticos republicanos afirman que esta ciudad, gobernada por los demócratas, se halla bajo el yugo de la delincuencia y está llena de personas sin techo.
¿Por qué no posee representación en el Congreso?
La ciudad fue establecida por la Constitución en 1790 como un distrito federal porque los fundadores de la nación querían que la capital fuera independiente de la influencia de cualquier estado.
El terreno fue cedido por Maryland y Virginia, pero la parte de esta última fue devuelta en 1847.
Calles de Washington. | Wikimedia
Debido a su estatus federal, Washington está gobernada bajo la autoridad del Congreso.
Sus habitantes pagan impuestos federales, pero carecen de representación electoral en la Cámara de Representantes y el Senado.
De ahí proviene el popular eslogan "impuestos sin representación" con el que muchos estadounidenses describen a la ciudad.
Autonomía limitada
En 1973 el Congreso aprobó una ley que permite a los habitantes elegir un alcalde y un consejo municipal, pero se reserva el derecho de revisión y veto sobre sus decisiones.
El Congreso también controla el presupuesto de la ciudad, lo que llevó a tensiones políticas cuando los congresistas bloquean iniciativas locales sobre la legalización de la marihuana, los derechos reproductivos y la financiación de la policía.
¿Podría convertirse en el estado número 51?
Los partidarios de convertir la capital en el estado número 51 esgrimen la necesidad de poner fin a una flagrante violación de los derechos civiles en Estados Unidos.
A pesar de no tener voz en las votaciones del Congreso, los residentes de la ciudad luchan y mueren en guerras de Estados Unidos y enfrentan una carga fiscal federal más alta que en los 50 estados.
Además, argumentan que los capitalinos merecen una representación en el Congreso y una autonomía local.
Capitolio de los Estados Unidos. | Wikimedia
En 2021, la Cámara de Representantes aprobó un proyecto de ley para convertir el distrito de Columbia en el 51º estado. Se estancó en el Senado.
Los opositores aducen que la ciudad nunca tuvo la intención de ser un estado y que convertirla en uno requeriría una enmienda constitucional.
Una enmienda constitucional ratificada en 1961 le dio a la ciudad votos en el colegio electoral presidencial.
Delincuencia en la capital estadounidense
Washington no figura entre las 10 ciudades estadounidenses con las tasas de delitos violentos más altas.
Aun así, en la década de 1990 las tasas de homicidios aumentaron hasta alcanzar unos 480 muertos en 1991, durante una epidemia de crack.
Procedimiento policial en Washington. | AFP
La delincuencia disminuyó en la década de 2000, pero volvió a aumentar después de la pandemia de covid-19.
En 2023, los homicidios alcanzaron un máximo en 20 años, con 274 muertes, un aumento del 36% respecto al año anterior.
Los datos preliminares para 2024 indicaron una caída, con una reducción del 32% en los homicidios en comparación con 2023, según el departamento de la policía metropolitana.
Los crímenes violentos disminuyeron 35% desde ese año.