Los incidentes ocurridos en el partido del miércoles entre
Independiente de Avellaneda y Universidad de Chile en Argentina, donde hinchas del club nacional resultaron lesionados y detenidos, puso en la mira al fracasado operativo de seguridad en el estadio Libertadores de América. Las críticas principales van dirigidas a la nula presencia de personal policial al interior del recinto para prevenir los lamentables hechos.
Los cuestionamientos vienen del propio Gobierno argentino, que responsabilizó a las autoridades de la Provincia de Buenos Aires por lo ocurrido. "Lo de ayer en Independiente fue una tragedia. El Gobierno de la Provincia de Buenos Aires dejó que la violencia se adueñe de la cancha porque les da miedo hacer intervenir a la Policía bonaerense para recuperar el orden. Se olvidaron de cuidar a las familias y a los hinchas de bien", escribió la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, en su cuenta de X.
Desde el gobierno provincial, no obstante, responsabilizaron a la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol), organizadora del evento. "Siempre los partidos internacionales organizados por FIFA o por Conmebol recibieron público visitante, incluso cuando desde la Provincia habíamos prohibido ese ingreso. Sin embargo, los protocolos de la competencia de la Copa Libertadores exigen a los clubes la presentación de un plan operativo; ninguno de esos protocolos se cumplió", dijo a Infobae el titular de Seguridad bonaerense,
Javier Alonso.
La seguridad en los eventos deportivos corresponde a cada provincia, al ser Argentina un Estado federal. En el caso de Avellaneda (donde se ubica el estadio de Independiente), el organismo responsable de velar por el buen funcionamiento y la distribución de la policía es el Ministerio de Seguridad del Gobierno de la Provincia de Buenos Aires.
Bajo esta entidad funciona la Agencia de Prevención de Violencia en el Deporte (Aprevide), encargada de garantizar la seguridad de todos los espectáculos deportivos que se desarrollan en la Provincia de Buenos Aires, incluyendo partidos de equipos como Independiente y Racing de Avellaneda, Estudiantes de La Plata, Gimnasia y Esgrima de La Plata, Banfield y Lanús, entre otros.
La Aprevide fue creada en 2012 por el entonces gobernador Daniel Scioli (en esa época peronista, hoy secretario de Turismo del gobierno de Javier Milei) y vino a reemplazar al Comité Provincial de Seguridad Deportiva (Coprosede). "Las cuestiones vinculadas con la seguridad deportiva ameritan la reformulación de diversos requerimientos funcionales, razón por la cual el ministerio de Justicia y Seguridad recomendó la creación de un organismo con dedicación exclusiva en esa materia y que prevea en su conformación la incorporación de distintos actores ligados a la actividad deportiva", dijo Scioli.
"A los individuos violentos que muchas veces traicionan la buena fe que puede haber detrás de una hinchada con sentimiento y pasión por un club, los debemos identificar claramente y actuar en consecuencia. Ese es el gran objetivo que tenemos, que cada expresión deportiva tenga el marco de seguridad pública que corresponda", aseguró el gobernador sobre la institución.
La Aprevide actualmente está dirigida por Guillermo Cimadevilla, abogado experto en derecho penal y criminología con más de 25 años de experiencia en el Poder Judicial, quien llegó al cargo a principios de 2024 tras ser nombrado por el gobernador de Buenos Aires, Axel Kicillof. El secretario ejecutivo responde directamente al ministro de Seguridad de la provincia, Javier Alonso.
Funciones
Las funciones de la Agencia de Prevención de Violencia en el Deporte están reguladas por el Decreto N°638 de 2012. Entre ellas se encuentra "disponer todas aquellas medidas previas, concomitantes y posteriores que considere pertinentes para garantizar la seguridad de los espectáculos deportivos que se desarrollen en ámbito territorial de la Provincia de Buenos Aires", según indica la institución en su sitio web.
Bajo esa línea, la Aprevide es la institución encargada de la planificación, coordinación, control y evaluación de las medidas tomadas en torno a la seguridad en todos los eventos deportivos de la provincia. Asimismo, se encarga de "promover e impulsar acciones y campañas de prevención de hechos de violencia en el ámbito deportivo".
Este organismo, además, debe trabajar en conjunto con las diferentes instituciones deportivas de la provincia, en base a la elaboración de "orientaciones y recomendaciones" sobre las medidas a tomar "en aquellos espectáculos en los que razonablemente se prevea la posibilidad de actos violentos".
Por su parte, entre las acciones del secretario ejecutivo de la Aprevide se encuentra "recopilar y analizar todo tipo de información vinculada con los espectáculos deportivos especialmente la referida a episodios de violencia, ámbitos en que ocurren o pudieren ocurrir, instituciones afectadas o involucradas y personas relacionadas a los mismos, generando registros que a tal fin considere pertinentes".
Este funcionario también tiene como función establecer vínculos y mantener relaciones con entidades y organismos públicos, privados y comunitarios y coordinar con las personas y entidades involucradas en la organización de espectáculos deportivos "políticas y medidas adecuadas de prevención de hechos violentos y generar ámbitos de análisis, debate y concertación de las mismas".
Asimismo, está en sus funciones "impulsar causas judiciales referentes a hechos de violencia en espectáculos deportivos monitoreando el curso de las mismas".
Antecedentes y una pugna política
Esta no es primera vez que la Provincia de Buenos Aires ha estado en la mira por hechos de violencia en partidos de fútbol. Uno de los más graves ocurrió la noche del 6 de octubre de 2022 durante un partido entre Gimnasia y Esgrima de La Plata y Boca Juniors en la ciudad de La Plata, cuando una persona murió y al menos diez resultaron heridas.
Los incidentes comenzaron cuando un grupo de hinchas del cuadro local, muchos de ellos con entradas en la mano, intentó entrar al estadio Juan Carlos Zerrillos, que ya estaba completamente lleno. Ante esto, la Policía desplegó gases lacrimógenos y reprimió con balazos de goma y bastonazos. Los gases afectaron tanto a los asistentes al encuentro como a jugadores y miembros de los cuerpos técnicos, lo que obligó a suspender el partido tras 10 minutos de juego. Asimismo, un hincha de 57 años falleció producto de un paro cardíaco.
Los dardos fueron dirigidos principalmente al entonces ministro de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires, Sergio Berni, hombre fuerte del kirchnerismo que trabajaba para el aún gobernador, Axel Kicillof. Pese a los cuestionamientos, Berni continuó en el cargo y renunció en 2024, para ocupar su escaño como legislador provincial.
El que fuera también hombre cercano a Cristina Fernández fue reemplazado por Javier Alonso, quien desde que asumió el cargo se ha enfrentado numerosas veces con la ministra nacional de Seguridad, Patricia Bullrich, una de las figuras más importantes del Gobierno de Javier Milei.
Bullrich ha sido crítica de la gestión de seguridad bonaerense, lanzando dardos a Alonso y al gobernador Kicillof, una de las figuras más potentes del peronismo en toda Argentina. La autoridad provincial fue reelecta en 2023, cuando derrotó a la carta del macrismo, Néstor Grindetti, exintendente de Lanús y actual presidente de Independiente de Avellaneda.
Todo esto se da en plena campaña en la Provincia de Buenos Aires en el marco de las elecciones municipales en septiembre. El peronismo, liderado por Kicillof, quiere anotarse una gran victoria en uno de sus bastiones, mientras que el oficialismo se unió en una lista única con el macrismo para hacerle peso.
Los ataques siguen de lado y lado del espectro político. Mientras, queda saber qué ocurrirá con los chilenos detenidos y lesionados.
