Ya se cumplió una semana del inicio de las intensas protestas indígenas en contra del alza del diésel en
Ecuador, las cuales han dejado decenas de detenidos y al menos un muerto. Mientras las manifestaciones continúan, el Gobierno del presidente
Daniel Noboa ha insistido en que no hay ninguna razón alguna para volver a subencionar el combustible.
La movilización, convocada por la poderosa Confederación de Nacionalidades Indígenas (Conaie), comenzó el domingo 21 de septiembre y no ha parado. Ayer, las protestas -registradas principalmente en la provincia andina de Imbabura, en el norte del país- dejaron 12 militares heridos y 17 retenidos, además de un manifestante fallecido.
Asimismo, los protestantes denunciaron "represión" por parte de las fuerzas del orden, mientras que el Gobierno acusó "emboscadas" a un convoy que llevaba ayuda a la zona norte.
Los hechos de los últimos días hicieron recordar lo ocurrido en años anteriores. El movimiento indígena ya lideró en 2019 y 2022 protestas masivas que obligaron a los entonces presidentes Lenín Moreno (2017-2021) y Guillermo Lasso (2021-2023) a dar macha atrás en su intención de eliminar los subsidios a los combustibles para cumplir con las metas de ajuste fiscal de los programas crediticios firmados con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
No obstante, Daniel Noboa ha insistido en que no cederá a las demandas indígenas, por lo que el escenario es absolutamente incierto.
Demandas indígenas
El detonante de estas protestas, que hasta el momento se han registrado en unas cinco de las 24 provincias del país, fue la eliminación del subsidio al diésel decretada hace dos semanas, por lo que el precio de este combustible pasó de 1,80 a 2,80 dólares por galón (3,78 litros).
En esa línea, la Conaie exige que se libere a los detenidos y que se derogue el decreto con el que se eliminó el subsidio.
Pero también pide que el Impuesto al Valor Agregado (IVA) vuelva al 12%, luego de que el año pasado Noboa lo elevó en tres puntos a fin de recaudar dinero para avanzar en su lucha contra la inseguridad en Ecuador, país al que declaró en "conflicto armado interno" contra los grupos criminales, a los que atribuye el incremento de la violencia.
La Conaie también protesta "por la inseguridad sin freno" y por el "autoritarismo y concentración de poder de Noboa", entre otros motivos. La manifestación ha recibido el apoyo de otros grupos, como los estudiantes universitarios, que rechazaron las "detenciones arbitrarias" de algunos manifestantes.
Todo esto se ha traducido en cortes de carretera, tomas de calles y enfrentamientos con las fuerzas de seguridad, que han dejado decenas de detenidos y heridos, principalmente en la provincia de Imbabura, convertida en el epicentro de las protestas.
Las manifestaciones han desestabilizado al país. Así quedó claro en la provincia de Carchi, fronteriza con Colombia, desde donde informaron un desabastecimiento de combustibles debido a los cortes de ruta. La escasez también se registró en Imbabura, según reportó la Cámara Nacional de Distribuidores de Derivados del Petróleo (Camddepe).
La respuesta del Gobierno
Ante este escenario, el Gobierno de Ecuador se ha mantenido firme en su postura. "No podemos ni vamos a retroceder, porque hacerlo sería condenar al fracaso a un país que busca avanzar y prosperar. Nosotros vamos a romper cada barrera que nos pongan y seguiremos hacia adelante porque vamos a ir al pueblo, nadie nos va a impedir llegar a las comunidades, llegar a las personas que más necesitan", afirmó el pasado miércoles el presidente Daniel Noboa, quien viajó personalmente a Imbabura a entregar ayuda.
El Mandatario ha insistido en que el suyo no es un Gobierno como los de 2019 o de 2022, de Lenín Moreno y Guillermo Lasso, respectivamente, que -en medio de manifestaciones de la Conaie- dieron marcha atrás en su intención de eliminar los subsidios a los combustibles.
"Antes de que a mí me quieran hacer retroceder, pues yo prefiero morir. Yo aquí me quedo y voy a estar luchando todos los días por cada uno de ustedes", dijo Noboa, quien también responsabilizó a la banda criminal internacional Tren de Aragua de financiar las protestas indígenas, lo cual fue rechazado tajantemente por los manifestantes.
Las palabras del Mandatario fueron corroboradas este lunes por la vocera de la Presidencia de Ecuador, Carolina Jaramillo, quien remarcó que no negociarán ni retrocederán en la decisión de eliminar el subsidio al diésel: "El Gobierno del Presidente Daniel Noboa es claro: no vamos a negociar y no vamos a retroceder porque esto significaría dejar de entregar beneficios directamente a quienes más lo necesitan", dijo en su rueda de prensa semanal.
Según Jaramillo, el Gobierno comenzó a entregar incentivos y compensaciones a distintos sectores, gracias a los alrededor de 1.100 millones de dólares que calcula se destinaban antes al subsidio al diésel.
Agregó que a 18 días de redireccionar los recursos que antes iban a subsidiar el diésel, "se registra una importante reducción del consumo del diésel en provincias donde antes había contrabando", lo que evidencia que esos "recursos estaban siendo mal utilizados, el subsidio estaba yendo a los contrabandistas".
Enumeró que la provincia del Carchi (fronteriza con Colombia) registra una reducción del 25,7 %; Imbabura, 25,1 %, El Oro (fronteriza con Perú), 22,6 %; Chimborazo 21 %; Manabí, 20,8 %, de una lista de diez provincias.