El expresidente francés
Nicolas Sarkozy comenzó a cumplir este martes la condena a cinco años de cárcel por el financiamiento de la campaña electoral que ganó en 2007 con dinero del régimen libio de Muamar Gadafi. El exmandatario ingresó a la prisión de
La Santé, uno de los recintos penales más icónicos del país europeo que a lo largo de su historia ha acogido a diversos personajes.
La prisión de La Santé fue fundada en 1867 y lleva ese nombre por estar ubicada en la Rue de la Santé, en el este del barrio de Montparnasse, en el distrito 14 de París. Su inauguración marcó un antes y un después en la historia carcelaria francesa, ya que buscaba romper con la insalubridad y la sobrepoblación que caracterizaban a los recintos penales de la época, según reporta Infobae.
A diferencia del resto de las cárceles del siglo XIX,
La Santé contaba con calefacción central, baños individuales y un mecanismo de llamada para los guardias, toda una novedad para la época. Inicialmente, tenía 500 celdas, las que aumentaron a 1.000 tras una reforma en el año 1900.
Entre 2014 y 2019, la prisión fue sometida a una profunda renovación con la finalidad de modernizar las instalaciones y mejorar las condiciones de reclusión, que habían sido tildadas de "indignas" por Amnistía Internacional y otras agrupaciones de derechos humanos, según consigna La Razón.
Actualmente, la prisión de La Santé cuenta con 1.000 celdas individuales, un centro médico, zonas de talleres y áreas de recreación separadas por niveles de seguridad.
Así se veían las celdas tras la remodelación de 2019 (Foto: AFP).
Con todo, la sobrepoblación ha sido una tónica de este penal, que incluso alcanzó a albergar a 6.000 reclusos después de la Segunda Guerra Mundial. En 2023, el índice de ocupación superaba el 160%, según Ouest-France.
Detenidos "ilustres" y un historial de ejecuciones
La Santé es conocida por haber albergado a lo largo de su historia a personajes conocidos que han cumplido allí sus condenas, entre políticos, famosos, narcotraficantes y líderes de grupos extremistas. De hecho, antes de la reforma, los pabellones se clasificaban informalmente en tres categorías: los de "los poderosos", los de "los intelectuales" y los de "los comunes". Y si bien ese esquema fue erradicado, el penal aún carga con el mote de ser la "cárcel de los poderosos", según La Razón.
Enter los presos "ilustres" que han pasado por La Santé figura el poeta Guillaume Apollinaire, detenido en 1911 tras ser acusado erróneamente de participar en el robo de la Mona Lisa en el museo del Louvre. Esta estadía inspiró al autor a escribir su poema "A la Santé".
Los pasillos del penal (Foto: AFP).
También pasaron por esta cárcel el venezolano Carlos "El Chacal", condenado por atentados en los años setenta y ochenta; el dictador panameño Manuel Noriega; el poeta y dramaturgo francés Jean Genet y Jean-Luc Brunel, exdirector de una agencia de modelos acusado de suministrar menores de edad al fallecido Jeffrey Epstein.
La Santé también fue escenario de diversas ejecuciones, donde la guillotina, ubicada en la esquina de la Rue de la Santé con el Boulevard Arago, jugaba un rol principal. La primera ejecución se llevó a cabo el 6 de agoto de 1909, donde perdió la vida Georges Duchemin, condenado por parricidio.
En total, cerca de 40 reclusos fueron ejecutados en La Santé. La última ejecución pública en esta cárcel fue la de Max Bloch, condenado por doble asesinato, el 2 de junio de 1939. Tras la prohibición de las ejecuciones públicas 22 días después, estos procedimientos comenzaron a realizarse dentro del penal.
Un caso histórico fue el de Eugene Boyer, preso de 27 años que debía morir en la guillotina el 7 de mayo de 1932, luego de que el presidente Paul Doumer negara el indulto el día anterior. Pero ese mismo día 7, el entonces Mandatario francés fue asesinado, lo que obligó a cancelar la ejecución de Boyer 20 minutos antes de la hora programada, ya que estaba estipulado que el presidente podía revertir su decisión hasta el último minuto. Seis días después, el recluso fue indultado por Albert Lebrun y enviado a una prisión en Guyana Francesa.
La celda de Sarkozy
Este martes, Nicolas Sarkozy ingresó al módulo QB4, más conocido como "sector de los vulnerables", el cual está reservado a los reclusos que requieren de protección especial, como políticos, artistas, figuras públicas o miembros de las fuerzas del orden.
Esta zona cuenta con 18 celdas individuales de entre 9 y 12 metros cuadrados que incluyen una ducha privada y un refrigerador. De acuerdo con la prensa francesa, Sarkozy fue recluida en una celda con una ventana sellada y sin acceso a un teléfono celular.
Así las cosas, el exmandatario podrá acceder a un televisor por una cuota mensual de 14 euros y a un teléfono fijo. Por otro lado, podrá recibir a su familia tres veces por semana.
Sin embargo, es posible que Sarkozy permanezca solo unas semanas en la cárcel, a la espera de que la justicia resuelva la solicitud de libertad condicional presentada por los abogados del exdirigente.
