"Se acabó el 'chistecito' de Bolivia. En Bolivia no van a volver a rematar nunca más un auto chileno. Y si lo vuelven a hacer, si nos vuelven a humillar de esa manera, les puedo asegurar que en La Paz lo van a pasar muy mal y le van a tener que cambiar el nombre a la capital, porque La Paz no va a ser".
Esa fue la dura advertencia que esta semana realizó el candidato presidencial del Partido Nacional Libertario (PNL), Johannes Kaiser, y que ha causado una serie de reacciones en el país vecino.
Ahora fue el propio presidente boliviano, Luis Arce, quien contestó a Kaiser, cuestionando su idea de cerrar la frontera norte.
"Las declaraciones del candidato ultraderechista Johannes Kaiser, que amenaza con cerrar la frontera Chile-Bolivia, son profundamente irresponsables e inaceptables", escribió el mandatario en X.
Arce, quien entregará el mando de Bolivia el próximo 8 de noviembre al centrista Rodrigo Paz, consideró que lo dicho por el abanderado reflejan "una torpeza e inmadurez política al intentar sacar provecho electoral" y que ponen en riesgo la "buena relación" que ambos países mantuvieron en los últimos años.
"Desde nuestra posición, siempre apostaremos por la integración de nuestros pueblos, que eligieron el camino de la unidad, el diálogo y la paz para avanzar hacia un horizonte común de bienestar y progreso", remarcó Arce.
Las expresiones de Kaiser se entienden en el contexto de la victoria de Paz en la inédita segunda vuelta electoral del pasado 19 de octubre, en la que propuso durante su campaña la legalización de los autos sin documentos o 'chutos', que circulan en zonas rurales de Bolivia.
Los vehículos conocidos como 'chutos' son aquellos que ingresan a Bolivia de otros países sin documentación legal y cuya procedencia no se conoce, por lo que existen denuncias de que varios fueron robados en Chile y vendidos en territorio boliviano.
La propuesta de legalización de ese tipo de vehículos generó previamente tensiones con otras autoridades chilenas, las que consideraron que el solo anuncio de esa medida provocó un incremento en el robo de automóviles en su territorio.
Asimismo, la Cámara Automotor Boliviana (CAB) expresó en septiembre que una medida de ese tipo perjudicaría al sector formal dedicado a la importación de coches.
Según la CAB, Bolivia posee un parque automotor de 2,5 millones de unidades, de las cuales 1,7 millones corresponden a vehículos de cuatro ruedas, mientras se estima que hay alrededor de un millón de automóviles ilegales.
Sin embargo, Paz aclaró durante la campaña electoral que la legalización de los vehículos sin documentos no alcanzará a los coches robados, los cuales serán devueltos a los países donde fueron sustraídos.