La demócrata
Abigail Spanberger hizo historia el martes, ya que se convertirá en la primera mujer gobernadora de Virginia y pondrá fin a cuatro años de gobierno republicano en el que es uno de los estados más competitivos de Estados Unidos. Los ojos del país estaban puestos en estos comicios, los primeros desde el retorno de Donald Trump a la presidencia.
Spanberger selló un triunfo histórico debido a que es la primera vez que una candidata que no pertenece al partido del presidente de turno logra imponerse en Virginia.
La victoria de esta excongresista marca la recuperación de la gobernación para los demócratas tras cuatro años bajo el mando del republicano
Glenn Youngkin y subraya una fuga de moderados que están distanciándose de la Administración Trump, que lleva ocho meses en el poder.
"Enviamos un mensaje a todos los rincones del Commonwealth, un mensaje a nuestros vecinos y a nuestros compatriotas en todo el país. Enviamos un mensaje al mundo entero de que en 2025, Virginia eligió el pragmatismo sobre el partidismo", dijo la vencedora del martes.
Este resultado es un impulso para los centristas dentro del Partido Demócrata, quienes han luchado por establecerse como una parte clave de la colectividad debido a su capacidad para ganar en distritos indecisos y estados "púrpura".
De la CIA a la política
Abigail Anne Davis nació el 7 de agosto de 1979 en Red Bank (Nueva Jersey), pero a los 13 años se mudó junto a su familia a Richmond, en Virginia, estado al que quedaría vinculada por el resto de su vida. Con una gran inquietud intelectual desde niña (aprendió a hablar español por su cuenta y luego se especializó en otros idiomas), estudió Literatura Francesa en la Universidad de Virginia y luego obtuvo una maestría en Administración de Empresas en la Universidad de Purdue.
Tras completar sus estudios superiores, en 2002 postuló a la Agencia Central de Inteligencia de EE.UU. (CIA), pero su autorización de seguridad demoró cuatro años en ser aprobada, según reporta Britannica. En ese periodo, trabajó como garzona y profesora suplente y también colaboró con la policía de Maryland y Washington DC como inspectora postal, en tiempos que el envío de cartas con ántrax y otras sustancias era común. En esa época también se casó con Adam Spanberger, con quien tiene tres hijos.
Tras entrar a la CIA en 2006 se convirtió en agente encubierta. Trabajó en la Costa Oeste de EE.UU. y también en el extranjero, lugares a donde se movía junto a su familia. Y si bien no hay información sobre las misiones de Abigail Spanberger, ella misma declaró públicamente que sus funciones incluían comprender "qué información necesitaba el gobierno de Estados Unidos para frustrar un ataque terrorista". Lo cierto es que en esa época nadie -ni sus más cercanos- sabía sobre su doble vida.
Luego de ocho años como agente, Spanberger dejó la agencia en 2014 y volvió a Virginia con su familia. Su intención al principio era trabajar en el sector privado, pero su pasión por la política pudo más. Tras la sugerencia de un amigo de la CIA, participó en un programa de formación para futuros políticos, aunque ella reconoció que no estaba del todo convencida.
Todo cambió después de que el demócrata Dave Brat, representante de su distrito en Virginia, votara en contra de la Ley de Atención Médica: al ver que una amiga enfrentaría la bancarrota por no poder cubrir los gastos de la enfermedad de su hija, esta mujer decidió presentarse al Congreso. Se inscribió en las primarias demócratas de 2018 para intentar destronar a Brat, y lo consiguió por un estrecho margen. Meses después, ganó las elecciones generales y obtuvo su escaño en la Cámara de Representantes.
Ya en el Congreso, Spanberger destacó como parte del ala más moderada de la bancada demócrata. Formó junto a las congresistas Elissa Slotkin y Mikie Sherrill (elegida ayer gobernadora de Nueva Jersey) un grupo conocido como el "Escuadrón Moderado", una alternativa al ala más progresista del partido, liderada por Alexandria Ocasio-Cortez, Rashida Tlaib e Ilhan Omar.
En esa línea, la hoy gobernadora de Virginia se opuso a algunas iniciativas progresistas como el Plan de Acción Climática, al mismo tiempo que no tenía problemas en colaborar con los republicanos en temas que comprendían a las comunidades rurales. Asimismo, en 2019, votó en contra de Nancy Pelosi como presidenta de la Cámara de Representantes, mientras que en 2021 criticó duramente al presidente Joe Biden por ser demasiado progresista.
Sobre su rol en el Congreso, Spanberger afirmaba en una entrevista con el Richmond Times-Dispatch que "en términos generales, soy demócrata (...) Me identifico con el Partido Demócrata. Eso no significa que sean el único partido con buenas ideas. No creo que sea así".
Campaña a la gobernación
No obstante, fue este rol moderado el que le permitió a Abigail Spanberger convertirse en la nueva gobernadora de Virginia, ya que logró acaparar los votos de los demócratas y también de aquellos indecisos que cuatro años antes habían votado por el candidato republicano.
Su campaña se centró en en medidas para hacer frente al costo de vida, la desigualdad y en abordar preocupaciones locales sobre el impacto de los recortes de empleos federales y el cierre del gobierno en un estado con más de 300.000 funcionarios del Gobierno Federal.
Así, al presentarse como un baluarte contra la agresiva reducción federal de Trump, Spanberger prometió ser "una gobernadora que defenderá" a los miles de trabajadores federales despedidos por el Departamento de Eficiencia Gubernamental.
Por otro lado, la excongresista también vinculó frecuentemente a su rival, la vicegobernadora Winsome Earle-Sears, con el presidente Trump, calificando a la republicana como una fiel del Mandatario, aunque este nunca la respaldó públicamente.
Hoy, Abigail Spanberger lidera el retorno de los demócratas a la gobernación de Virginia, con un perfil más moderado y conciliador, pero sin dejar de lado los cuestionamientos a la Casa Blanca.