El gobierno de Estados Unidos anunció el lunes que pondrá fin a al estatus de protección temporal (TPS) que beneficiaba a inmigrantes birmanos y les evitaba la deportación.
La medida afecta a unas 4.000 personas de la nación del sudeste asiático que beneficiaron de esta medida luego de un golpe de Estado en 2021.
La secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, dijo en un comunicado que la situación en Birmania "ha mejorado lo suficiente como para que los birmanos puedan regresar a sus hogares con seguridad".
Agregó que si bien Birmania continúa enfrentando "desafíos humanitarios, en parte, debido a operaciones militares contra la resistencia armada", hay mejorías en "gobernanza y estabilidad a nivel nacional y local".
También señaló el levantamiento del estado de emergencia en julio y el anuncio de "elecciones libres y justas" en diciembre.
La decisión fue fuertemente criticada por organizaciones defensoras de derechos humanos como Human Rights Watch (HRW).
"Las declaraciones erróneas del Departamento de Seguridad Nacional al revocar el TPS para las personas de Birmania son tan graves que es difícil imaginar que alguien pueda creerlas", dijo John Sifton, director de defensa para Asia de HRW, en un comunicado.
El grupo señaló que "el estado de emergencia supuestamente revocado en Birmania en julio fue inmediatamente reemplazado por un nuevo estado de emergencia y la ley marcial en decenas de municipios en nueve estados y regiones".
Las personas bajo el amparo del TPS están protegidas de deportaciones y pueden trabajar legalmente en Estados Unidos.
Como parte de su amplia ofensiva contra los migrantes, el gobierno del presidente Donald Trump ya revocó el TPS a afganos, cameruneses, haitianos, hondureños, nepaleses, nicaragüenses, sirios y venezolanos. Estas medidas enfrentan impugnaciones judiciales.
Estados Unidos actualmente aconseja a los estadounidenses no viajar a Birmania debido a "conflictos armados, la posibilidad de disturbios civiles" y "detenciones injustas".
