SANTIAGO.- Casi tres horas antes de la cita, Fernando Karadima llegó hasta el Palacio de Tribunales para prestar declaración en el marco de la demanda que enfrenta el Arzobispado de Santiago luego que sus tres víctimas interpusieran acciones legales contra la Iglesia por los supuestos actos de encubrimiento de obispos en materia de abuso sexual.
El ex párroco de El Bosque apareció minutos después de las 13:00 horas luego de ser citado por el ministro de fuero Juan Manuel Muñoz, quien encabezará la diligencia, programada para las 15:30 horas.
El religioso llegó en un vehículo con las ventanas tapadas e ingresó herméticamente por calle Morandé.
Tras identificarse con personal de Gendarmería, caminó por el subterráneo para evitar ser sorprendido por la prensa apostada en el lugar.
Desde entonces, permanece en la antesala del tribunal a la espera del inicio de la diligencia.
Esta es la primera aparición pública del sacerdote en cuatro años. La última fue en julio de 2011 cuando tuvo un careo con sus víctimas en el 34.o Juzgado del Crimen.
El interrogatorio se realizará sin la presencia de los demandantes y ante el abogado Juan Pablo Hermosilla, quien representa a James Hamilton, Juan Carlos Cruz y José Andrés Murillo.
En la instancia, el ex párroco de El Bosque -que permanece recluido en el convento Siervas de Jesús- deberá responder una serie de preguntas, tal como lo hizo el jueves pasado el cardenal Ricardo Ezzati, quien negó cualquier acto de encubrimiento, manifestando que se han hecho "bien las cosas".
Demanda
Los demandantes buscan una indemnización por perjuicios de $450 millones.
Lo anterior, porque según alegan, la Iglesia y sus autoridades cometieron negligencias sistemáticas al momento de abordar las denuncias de agresiones sexuales en contra religiosos, y específicamente de Karadima, condenado por el Vaticano a una vida de penitencia y oración.
El proceso se lleva adelante, luego que en marzo pasado terminara sin acuerdo la audiencia de conciliación convocada por el ministro Muñoz, que sustancia el caso.
En esa oportunidad, la propuesta hecha por el Arzobispado no fue aceptada por los demandantes, quienes además exigen un acto de perdón público por parte de la Iglesia hacia quienes han sufrido agresiones sexuales de religiosos.
Lo anterior, sobre la base que la parte demandada ha insistido en negar toda responsabilidad de negligencia y encubrimiento por abusos cometidos por Karadima.