El 25 de febrero de 2014, el ex ministro Pedro Pablo Errázuriz dio a conocer el diseño de la nueva licencia de conducir.
Jorge Sepúlveda, El Mercurio
SANTIAGO.- Según cifras de Carabineros, en Chile cada año se alcanzan a detectar unas 50 licencias de conducir falsas. Dicha estadística tiene un lado aún más oscuro, pues se estima que en el país circulan muchas más credenciales falsificadas, duplicadas o legalmente obtenidas hasta dos o más veces en municipios distintos que no están interconectados.
El proceso no es complejo. La actual credencial se fabrica con cartulina plastificada y, según los criterios de cada municipio, tiene sellos, tipos de letras y timbres distintos que no cumplen un estándar único y fácilmente fiscalizable por los carabineros, señala "El Mercurio".
Por lo anterior, hoy Chile tiene una de las licencias más falsificables en Latinoamérica y la de menor seguridad entre los países de la OCDE.
Este vacío iba a ser resuelto con una nueva licencia de conducir, que el gobierno de Sebastián Piñera anunció en febrero de 2014. Dicho documento tendría que haber debutado en agosto del año pasado, e imitaba a los que actualmente funcionan en España y Suecia: sería de policarbonato y tendría un chip de cuatro kilobytes que permitiría almacenar información del conductor.
Sin embargo, siete meses después del plazo fijado, su implementación aún no tiene fecha, pese a que la Casa de Moneda ganó el concurso para diseñar el documento, e incluso fue premiada por la calidad del mismo en junio de 2014.
"Estaba todo muy avanzado. El proceso estaba socializado con los municipios, pero no sabemos qué ocurrió. El documento actual es altamente falsificable, y era muy crítico en nuestra estrategia de seguridad vial tener una licencia más segura y única", dice el ex ministro de Transportes Pedro Pablo Errázuriz.
Concuerda Alberto Escobar, gerente de Asuntos Públicos del Automóvil Club: "Según todos los estándares internacionales, es clave que cuando se suben los niveles para aprobar los exámenes de conducir, como en Chile, se cuente con una licencia más segura. Lo que está pasando es que se está fomentando un mercado de licencias falsificadas".
La secretaria ejecutiva de la Comisión Nacional de Seguridad del Tránsito (Conaset), Gabriela Rosende, responde: "Las condiciones iniciales de este proyecto han variado. Por ende, estamos analizando las mejores alternativas para la implementación de una nueva licencia de conducir en el país. Son múltiples los factores que se deben considerar en este proceso. Es necesario examinar uno a uno todos los aspectos que pueden resultar relevantes a la hora de tomar decisiones para una correcta implementación".
Según fuentes que conocen el proceso, uno de los aspectos que pesaron es que la nueva licencia duraría 10 años, en vez de los actuales seis, y costaría 3 mil pesos adicionales a los 33 mil que en promedio vale la primera licencia, lo que resultaba sensible, por la polémica generada por el alza del pasaporte. Otra aprensión vino de algunos municipios que temían perder ingresos por fabricar la licencia, lo que finalmente no se les quitó, añaden.
Rodrigo Delgado, alcalde de Estación Central y presidente de la comisión de Transportes de la Asociación de Municipalidades de Chile, señala: "Hemos exigido al Gobierno avanzar en esta idea que quedó entrampada por trabas administrativas y nos dejó con una licencia muy vulnerable".