SANTIAGO.- La notoria llegada de extranjeros a Chile en los últimos años fue recogida esta semana por la agencia Bloomberg, que afirma que ante el cierre de las fronteras en Estados Unidos y Europa, los inmigrantes pobres del continente ven a Chile como una opción para vivir.
Para el director nacional del Servicio Jesuita a Migrantes, sacerdote Miguel Yaksic, la situación está lejos de ser alarmante o compleja.
"Chile está viviendo un proceso normal que vive un país de ingreso medio, estable en lo político y en lo económico, que es convertirse en un destino de inmigrantes y eso ha ocurrido siempre. Chile tiene una tasa de inmigrantes baja, es decir, no hay una oleada migratoria, Chile no está colapsado", afirma en entrevista con Emol.
Según explica el religioso, el país tiene una tasa de inmigración que es del 2,8% y el promedio en el mundo es 3,1%. En argentina es 4,8% y en los países de la OCDE es sobre el 13%.
"La migración no es un problema, es un fenómeno de la vida desde que hay seres humanos. El problema es si el país tiene una política migratoria moderna y actualizada para facilitar el proceso de inclusión de los migrantes y si los ciudadanos están preparados para que Chile se convierta en un país más diverso", añade.
Yaksic recuerda que según la encuesta Casen del 2014 un inmigrante tiene en promedio 12,5 años de escolaridad versus 10,8 de un chileno.
"Están más escolarizados y sin embargo, tienen tres puntos más de pobreza multidimensional. Eso muestra que la vulnerabilidad no está en los migrantes, sino que en el proceso de inclusión de éstos", señala.
En ese sentido, sostiene que "Chile tiene que avanzar a una política migratoria integral, que facilite la regularización migratoria, la inclusión social y laboral. Un inmigrante con una visa es alguien que trabaja, que cotiza, que tiene Fonasa y que es contribuyente al fisco con sus impuestos, en un país que tiene su tasa de natalidad a la baja y que va a requerir fuerza laboral extranjera para poder mantener la producción y el crecimiento".
48 mil haitianos en 2017
Yaksic desdramatiza la cifra asegurando que se trata de un número bajo comparado con la colonia peruana que tiene 250 mil individuos.
"Lo que pasa es que los haitianos que son afrodescendientes, provocan curiosidad y racismo en la gente. Hay el doble de chilenos viviendo en el extranjero que inmigrantes viviendo en Chile, y entre 1860 y 1914, unos 58 millones de europeos pobres se fueron a Sudamérica y Australia. Con esos números, 48 mil personas no es una cifra alta", afirma.
Asimismo, el sacerdote realiza una férrea defensa de los extranjeros en Chile, quienes a su juicio "no llegan para quitar trabajo a los chilenos, sino que son emprendedores, que van a contribuir y a hacer que sea un país más rico, que crezca más y con más diversidad".
"Quien diga que son delincuentes que lo pruebe"
Consultado por los casos de delitos en que se han visto involucrados ciudadanos extranjeros llegados a Chile, Yaksic afirma que "asociar la delincuencia a un origen o situación se llama discriminación. No tiene nada que ver un país de origen con que se cometan delitos, eso es generalizar".
"En diciembre de 2015 había 42 mil personas imputadas y condenadas en las cárceles y de esas solamente 2 mil eran extranjeras. Es decir representan el 0,36 por ciento de los extranjeros en Chile y de esos el 21 por ciento no son migrantes, sino que son burreros (sujetos que cruzan la frontera con drogas y luego regresan a su nación de origen)", explica.
En ese sentido, señala que "todas esas personas que afirman que están llegando delincuentes tienen que probarlo".
¿Qué le diría usted quienes se sienten inquietos por la llegada de extranjeros al país?
- "Yo le diría a la persona que siente miedo al ver un extranjero, rechazo, repudio o curiosidad, que tiene una pregunta que hacerse, porque el problema está en usted y no en el extranjero".