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Denisse Malebrán y el caso Caval en primera persona: Natalia Compagnon "le destruyó el gobierno" a Bachelet

Hasta hace unas semanas, la vocalista de Saiko era asesora de la Dirección Sociocultural de la Presidencia, encabezada en ese entonces por Sebastián Dávalos. Hoy, fuera de su cargo, comenta su experiencia como testigo de la bomba que remeció los pilares de La Moneda.

24 de Diciembre de 2016 | 13:33 | Emol
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Claudio Caiozzi, La Segunda (Archivo)
SANTIAGO.- A pocos días de cumplir tres años trabajando en el segundo piso de La Moneda como asesora de la Dirección Sociocultural de la Presidencia -cuyo jefe era el hijo de la Presidenta Michelle Bachelet, Sebastián Dávalos- la cantante Denisse Malebrán (40) fue removida de su cargo. Hoy, cuenta cómo fue vivir la explosión del caso Caval en primera persona.

En una entrevista en la revista Sábado, la vocalista de Saiko contó que comenzó a formar parte del equipo encabezado por Dávalos y su jefa de gabinete, Érika Silva, en marzo de 2014.

Pero a sólo un año de haber integrado el equipo, en febrero de 2015, el caso Caval explotó en los medios y en la Justicia y Dávalos tuvo que renunciar a su cargo.

"Fue una hecatombe en lo político y en lo personal", comenta sobre el episodio que tiene a la nuera de la Mandataria, Natalia Compagnon enfrentando un proceso judicial por el uso de influencias al conseguir un crédito millonario en el Banco de Chile, gracias a una reunión que Compagnon y Dávalos tuvieron con el dueño, Andrónico Luksic.

La vocalista de Saiko recuerda que estaba de vacaciones cuando se enteró de lo sucedido y al momento de volver al trabajo, el hijo de la Presidenta ya había dejado su cargo.

El caso Caval no paró de acaparar titulares por meses, incluso Yerko Puchento se burló de Dávalos en el programa de Canal13 Vértigo, pero para la cantante, "lo que le pasó tuvo más que ver con la relación madre-hijo que con los lazos políticos. La crisis fue de índole humana y nos salpicó a todos".

Al mismo tiempo, asegura que "se vivía una verdadera cacería de brujas al interior de La Moneda (...) Fue una época muy desagradable, se buscaba desacreditar en el gabinete unos contra otros, se filtraban cosas, era horroroso. La violencia estaba desatada en el palacio y los que quedamos de la administración de Dávalos pasamos a ser lo más parecido a un leproso, nos quedamos solos".

Dávalos, un hombre de pocas palabras


Durante el tiempo que Malebrán trabajó en la Dirección Sociocultural de la Presidencia, asegura que no vio a un Dávalos soberbio y ambicioso como lo pintan los medios.

"(Dávalos) era tan consciente del lugar en el que estaba y de las observaciones que podían surgir a partir de su presencia allí, que era aún más cuidadoso y exigente", explica.

"Contrario a la imagen que tiene todo el mundo de él, es decir, que era un tipo al que le gustaba el lujo, el Sebastián que yo conocí era de mucha austeridad y recato. Se dijo que le gustaba la plata, pero trabajaba gratis. Y trataba todo el tiempo por mantener una imagen y cuidaba a la Presidenta a todo nivel: nunca compró un pasaje, viajaba poco y con donaciones, nunca cambió un vuelo, nunca invitó a comer a nadie a la Unidad", añade.

La cantante continúa y afirma que el hijo de Bachelet "era muy poco político, entonces hacía cosas, pero no andaba demostrándolas y tampoco fingía un carácter que no tenía".

A casi dos años de estallada la crisis, Malebrán apunta que "la soledad se sintió en lo mal manejado que estuvo todo. Nadie ayudó. Obviando la parte de responsabilidad que a Sebastián le cabe en esta historia, aquí dejaron que él se desangrara. Ya estaba muerto, pero no tenías para qué dejarlo colgado en la plaza pública. Fue una cadena de errores. Una verdadera bomba en La Moneda".

Despido


Pasaron los meses desde esa "bomba" y de a poco todas las personas que conformaban la Dirección Sociocultural fueron saliendo de La Moneda. La vocalista de Saiko fue la única del equipo original que se mantuvo en la nueva administración bajo Paula Forttes.

Apenas Forttes llegó, relata Malebrán, fue tajante. "Nos dijo que cualquier comentario que nosotros diéramos externamente, es decir, en tu vida privada y hasta con tus amigos, sobre el ex director, significaba despido (...) Había una visión muy carcelaria de lo que esto significaba para los que seguíamos ahí".

Eso duró hasta el 9 de noviembre, día en que la nueva directora le pidió a la cantante que no volviera. "Sus argumentos (de Forttes) fueron que yo no tenía disponibilidad para un cargo como ese, que mis compañeros así lo decían, y que había llamado a Sebastián (Dávalos) para preguntarle si tenía algún problema con que me sacara y que éste no había puesto reparos", cuenta Malebrán.

Como un "desatino y un descriterio" califica la artista su despido y afirma que "agradezco la investigación periodística (del caso Caval). A lo que me rebelo es a que tengamos que pagar justos por pecadores (...) Yo no tengo nada que ver con el caso Caval. Nada".

Asimismo, reitera que "no tengo nada que ver con ella (Natalia Compagnon), pero creo que el daño que le hizo al país fue enorme. También a su suegra: le destruyó el gobierno".