SANTIAGO.- "Estaba harta". Esa frase resume de forma elocuente la reacción que tuvo la Presidenta Michelle Bachelet al conocer la publicación que vinculó la compra de un terreno que ella realizó en La Higuera para su hija menor, Sofía Henríquez, con la plusvalía que generaría en la zona la instalación del proyecto minero Dominga.
Así lo relataron altas fuentes de La Moneda a Emol, las cuales detallaron que luego de leer la información anteayer, la Mandataria decidió "desde el primer minuto salir a responder" ante un tema que superó un límite sensible. Para ello, se comunicó a primera hora con sus principales asesores para diseñar la puesta en escena.
Tras dialogar con su jefa de gabinete, Ana Lya Uriarte, y la Directora de Prensa de La Moneda, Haydeé Rojas, la gobernante pidió elaborar primero una declaración pública, en la cual rechazó la creación de "polémicas artificiales", que a su juicio "sólo aumentarán una atmósfera crispada que rechaza la inmensa mayoría de los chilenos".
Además, Bachelet añadió en el texto que la información aparecida en el diario La Tercera "sólo puede explicarse por el intento de vincular su contenido con la reciente decisión de la Comisión de Evaluación Ambiental de la Región de Coquimbo, y desacreditar interesadamente el proceso de evaluación de un proyecto minero".
No obstante, anticipando que quizás esa respuesta no tendría la caja de resonancia necesaria, la Presidenta también planificó junto a sus asesores hablar sobre el tema con la prensa, pero la agenda de este lunes no contribuía al énfasis que quería dar a sus palabras, en las cuales finalmente pidió que "dejen tranquila" a su hija.
A las 10:00 horas asistiría al inicio del Año Parvulario en El Bosque y luego, a las 11:30, encabezaría un nuevo cambio de gabinete, que estaba planificado desde el jueves de la semana pasada. La idea era responder desde la sede del Ejecutivo, por lo que desde el Gobierno reconocen que "era la posibilidad que teníamos".
"Fue una reacción de adentro"
Según un estrecho colaborador de la Presidenta, la mañana de ayer ella "estaba tranquila, pero un poco molesta, estaba decidida a salir a contestar y entendía que tenía que hablar de inmediato del tema".
"El hecho de que salga a defender a su hija de esa manera es porque hay ciertos límites que no se pueden traspasar (…) esa decisión fue muy de adentro” sostuvo la misma fuente, junto con aclarar que pese a ello, fue "muy reflexiva, la Presidenta no es una persona impulsiva".
Tras su declaración en el Salón Toesca, no tardaron las comparaciones entre la reacción que tuvo frente a este caso y a la que evidenció una vez que apareció el caso Caval en febrero de 2015. En esa ocasión, en el mismo salón, la Mandataria leyó una escueta declaración en la que evitó defender a brazo partido a Sebastián Dávalos.
"Para mí, como madre y Presidenta, han sido momentos difíciles y dolorosos”, reconoció en esa oportunidad, junto con explicar que con la salida de su hijo mayor de la Dirección Sociocultural buscaba enfrentar "cualquier hecho que pudiera obstaculizar" los objetivos de "igualdad y de justicia que nos hemos planteado".
Ante ello, sus cercanos sostienen que "la situación es distinta" y apuntan a que ella aprendió de ese episodio y que tal como lo hizo tras conocer la publicación "canallesca" que la vinculó directamente al supuesto pago de sobornos en medio del caso Caval, no dudó un instante en salir a defender a su familia.
