SANTIAGO.- Los miembros de la comisión de patrimonio del Partido Socialista entre 2002-2011 rechazaron las críticas y la "histeria" con la que reaccionaron algunos militantes de la colectividad por las inversiones realizadas a empresas y aseguraron que no se arrepienten de lo realizado.
A través de una carta dirigida al actual presidente del partido, Álvaro Elizalde, y a los integrantes de la comisión política, los miembros de aquella instancia, Jorge Jorratt, Verónica Montellano, Óscar Guillermo Garretón y Edmundo Dupré, se defendieron de los cuestionamientos y aseguraron sentir "orgullo por la obra realizada".
"Es admirable lo que el PS hizo a partir de 2002 con los dineros de devolución de sus activos antes expropiados por la dictadura. No despilfarrarlos, sino administrarlos bien, es de las cosas revolucionarias que ha hecho el PS", afirmaron. "Es revolucionaria, por liberarnos de la tutela del dinero de los poderosos para luchar por el cambio social".
Las declaraciones surgen luego de que se revelara que el PS tiene inversiones millonarias en acciones y bonos en empresas como Soquimich, Pampa Calichera, Autopista del Sol, Vespucio Norte, además de sanitarias y eléctricas.
Los miembros de la comisión agregaron en la misiva que "solo el delirio, la cultura del twitter irreflexivo e impune, puede condenar que alguien maneje bien su dinero (...) Que lo haga transparentemente, bajo control de todas las instancias partidarias democráticamente elegidas, partiendo por la más alta, el Congreso General partidario, y también de todos los órganos regulatorios del Estado, así como de las más exigentes normas de auditoría".
No obstante, hicieron especial énfasis en la reacción de algunos de los militantes del mismo partido, que llamaron a la comisión a dar explicaciones.
"Lo más vergonzoso ha sido la actitud de algunos personeros socialistas, incapaces de defender la obra de su partido, que emitieron declaraciones balbuceantes, desinformadas y hasta oportunistas. Los que trataron de deslindar responsabilidades diciendo que ignoraban lo que sí sabían o estaban en la obligación de saber", expresaron.
Una política compartida
En ese sentido, los personeros aseguraron durante mucho tiempo fueron miles de socialistas que "han estado orgullosos, política y éticamente, de esta determinación del PS. Las Mesas Directivas encabezadas por los compañeros Ricardo Núñez, Camilo Escalona, Gonzalo Martner, Osvaldo Andrade, Isabel Allende y Álvaro Elizalde , lideraron y llevaron a buen puerto lo mandatado por el Congreso General del Partido".
"Todas las instancias democráticas de nuestra organización participaron del diseño, debate y aprobación de las políticas de financiamiento patrimonial que fueron ejecutadas por la Comisión Patrimonio, incluidos los Congresos de 2001, 2005, 2008 y 2011", apuntaron.
Junto con asegurar que están "orgullosos" de su labor, recordaron que "fue en el período 2002-2008 donde se constituyó, reglamentó e invirtió el grueso del patrimonio, todo en permanente información a los Congresos, Comisiones Revisoras de Cuentas, Consejos Generales, Comités Centrales y Comisiones Políticas del período. Si alguien alega que no se informó adecuadamente, que estaba distraído, que se arrepiente del aplauso unánime que siempre la Comisión recibió en todas las instancias políticas del PS, entonces que parta por reconocer su desidia, su irresponsabilidad, su lenidad en temas de esta importancia".
¿Cómo se gestionaron los dineros?
En la carta también se detalla la forma en que se gestionaban los dineros del partido, recordando que el 2002 fueron "devueltos a todos los partidos del país, los bienes de estos que fueron expropiados y confiscados por el Estado de Chile bajo el imperio de la dictadura. La devolución fue en Pagares nominados en UTM del Banco Estado y entregados por el gobierno a través del Ministerio de Hacienda, que por su escasa liquidez malamente podían venderse en el sistema financiero, sufriendo importantes castigos. A estos fondos, el trabajo de la Comisión Patrimonio sumó los recursos provenientes de la venta de bienes del PS que estaban a nombre de personas naturales o jurídicas".
Luego, señalan que la administración del patrimonio dependía de un reglamento minucioso aprobado por un Congreso, a la vez que estaba a cargo de una comisión que funcionaba al menos una vez al mes y que tenía acta escrita de sus resoluciones. "Ni un solo peso del patrimonio pasaba por las manos de los integrantes de la comisión. Iba directamente desde la institución que por licitación había ganado la administración de ese patrimonio, a la cuenta corriente del PS, cuyo titular era el tesorero del PS, debidamente identificado ante el Servel", aseveraron.
Además, "dos entes auditaban y supervisaban su trabajo: uno interno, de militantes socialistas calificados y otro externo de una Auditora inscrita en la Superintendencia de Valores y Seguros (SVS)", información que una vez al año era entregada al Servel.
"El 100% del patrimonio financiero del PS se invirtió en instrumentos de renta fija (...) El principal instrumento de renta fija adquirido fueron letras hipotecarias, donde se encontraba sobre el 70% del patrimonio y el otro instrumento fueron bonos soberanos (de países) o de empresas de alto estándar, según puntaje de clasificadoras de riesgo reconocidas internacionalmente", recalcaron.
Con ello, aseguraron que nunca tuvieron entre 2002-2010, instrumentos de renta variable (acciones) de empresa alguna, sea nacional o extranjera.
Y agregan que "el grueso de los bonos adquiridos por el PS fue en empresas chilenas. Estas, por su bajo riesgo, están autorizadas por el Regulador Estatal para que las AFP inviertan los ahorros de los cotizantes". Ante lo cual precisaron que "no existen incentivos para el tráfico de influencias o la colusión de intereses".
"Asimismo, resulta arbitrario criticar al PS por adquirir en el período 2002-2010 bonos de empresas cuyos escándalos se conocieron solo a fines de 2014 o en 2015. En cambio si merece la pena recordar que mientras el PS compraba (cumpliendo con todas las normas legales) bonos de empresas entonces bien calificadas y con las cuales no tuvo comunicación alguna, decenas de políticos desfilaban subrepticiamente por oficinas de esas mismas empresas para pedir financiamiento irregular a sus actividades", concluyeron.