SANTIAGO.- La participación electoral en estas primarias 2017 estuvo cruzada por la final de la Copa Confederaciones. Durante la mañana la constitución de mesas fue lenta y pocos vocales llegaron a la hora citada.
En muchos de las mesas receptoras de sufragios se veían más periodistas y militares que votantes. Un ejemplo: A las 9:30 horas -el proceso comenzó a las 8:00- una persona había votado en la mesa donde el precandidato Sebastián Piñera ejerció su derecho a sufragio, pese a que debían votar 945 personas.
Sin embargo, a partir de las 11:00 horas la situación comenzó a cambiar. De a poco los votantes empezaron a llenar los lugares de escrutinio. Aproximadamente las 12:30 horas se registró la mayor afluencia de electores.
Previendo una alta abstención en los locales de escrutinio, el Servicio Electoral (Servel) decidió realizar una fusión en las mesas, generando largas filas y reclamos por parte de los asistentes.
Según explicó a radio Cooperativa el director del servicio, Patricio Santamaría, "aquí lo que pasó es que a todos se les ocurrió votar al mismo tiempo. Era un tema poco previsible de parte de los delegados".
A una hora y media del partido de Chile-Alemania, filas de más de 30 personas se registraban en los centros de votación a lo largo del país.
En el colegio Nuestra Señora del Rosario de Las Condes, en promedio el tiempo de espera para sufragar alcanzó los 40 minutos.
En el Estadio Nacional, en tanto, decenas de hombres y mujeres con la camiseta de la "Roja" buscaban votar antes de que empezara el final de la Copa Confederaciones.
En el mismo recinto, Patricio Rojas, presidente de la Cruz Roja indicó que hasta esa hora, personal del organismo había atendido tres descompensaciones, probablemente por estar "más tiempo de pie que de lo que se está habitualmente".
Sebastián Córdoba llegó minutos después del pitazo inicial con su camiseta de la Selección: "Tenía cosas que hacer en la mañana así que me vine a votar rápido para ir a ver el partido. Después probablemente iba a estar con amigos y no iba a venir, entonces mejor ahora".
Iniciado el encuentro entre Chile y Alemania, los locales comenzaron a vaciarse rápidamente. Patricia Layseca, vocal de mesa en ese lugar, aseguró que "apenas partió el partido la fila se desocupó. Todos corrían a la puerta. Pero antes de eso había mucha gente".
Pocas personas se acercaban a las mesas para votar, en su mayoría mujeres y adultos mayores. Este es el caso de Cristel Valdés, de 73 años, quien fue a sufragar al término del primer tiempo porque quería "evitar aglomeraciones".
Tras el término del partido, el flujo de gente se mantuvo bajo en los distintos recintos de votación, asimilándose a la situación que se vio en la mañana.
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