El General director de Carabineros, Bruno Villalobos, recibió esta tarde a los carabineros.
Carabineros de Chile / Agencia Uno
SANTIAGO.- Cerca de las 14:00 horas de este domingo se concretó la llegada del suboficial Jaime Díaz y el cabo segundo Nicolás Morales, los uniformados chilenos que fueron capturados en Bolivia el pasado viernes 7 de julio.
En una primera instancia, los carabineros se trasladaron al aeropuerto de Uyuni para abordar un avión que los llevó hasta la ciudad de Oruro. Posteriormente llegaron por tierra al paso fronterizo Chungará-Tambo Quemado, donde fueron recibidos por el General director de Carabineros, Bruno Villalobos.
En el lugar estuvo el senador Alejandro Navarro, quien acompañó a Díaz y Morales en su retorno a Chile y contó que los efectivos se encontraban contentos por la rapidez con la que se consiguió concretar este proceso. También destacó el buen trato que recibieron por parte de los uniformados bolivianos.
Como representante del Gobierno de Bolivia, el ministro del Interior, Carlos Romero, participó en la entrega de los carabineros chilenos y aseguró que tras este hecho ambas naciones están "en paz". Sin embargo, admitió que la decisión del Presidente Evo Morales había generado divisiones entre las autoridades del país.
Previo al regreso de los efectivos chilenos al país, el Mandatario boliviano, Evo Morales, compartió en su cuenta de Twitter algunos mensajes sobre este hecho y aseveró que las autoridades de Chile no habían realizado ninguna gestión para concretar el traslado: "Parece que el gobierno de Chile no se preocupa por sus ciudadanos", escribió el jefe de Estado.
La respuesta de la cancillería
El mensaje del Presidente de Bolivia generó una fuerte reacción por parte del ministerio de Relaciones Exteriores, que a través de un comunicado desmintió estos dichos.
"Tan pronto se produjo la detención de los Carabineros, el Gobierno de Chile, a través de los canales diplomáticos, realizó gestiones para obtener acceso a ellos y su pronta libertad", señala el texto.
Por otra parte, la cancillería declara su rechazo a "la instrumentalización de situaciones fronterizas para fines propagandísticos".
"El procurar movilizar a la opinión pública a través de actos de provocación y declaraciones destempladas resultan contraproducente con la aplicación de las normas del derecho y con el fomento de una adecuada vecindad", sentencia el documento difundido por el ministerio de Relaciones exteriores.