SANTIAGO.- A la parmesana, en salsa verde, en empanada de queso, paila marina o sólo con limón. De la forma en que se preparen, las machas son un clásico en las mesas chilenas, sobre todo en las zonas costeras del país.
Su alta demanda, sin embargo, es una de las razones que llevó a la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura (Subpesca) a establecer una veda a la extracción de este molusco para las regiones de Valparaíso, O'Higgins y Maule, medida que tendrá una duración de cinco años.
Según informó el organismo estatal, a partir del 2 de agosto "se prohíbe la captura, comercialización, transporte, procesamiento y almacenamiento de este recurso y de productos derivados" en estas tres regiones, con el objetivo de recuperar los bancos de machas en áreas de libre acceso.
"Es conservación, en palabras simples", explicó a Emol el biólogo marino de la Unidad de Recursos Bentónicos de la Subpesca, Gabriel Jerez.
La medida de administración del molusco fue recomendada por el Comité Científico Técnico para favorecer su repoblación, que se ha visto disminuida en las últimas tres décadas en un 70%.
Así lo confirmó Jerez, quien aseguró que de los 48 bancos de machas activos que habían en 1980, sólo quedaban 14 para 2016. "Es una disminución importante, pero este recurso es súper variable", comentó.
En la V, VI y VII Región, comentó, los bancos de macha han estado inactivos en los últimos diez años, lo que tiene diversas causas. "Una de ellas es la explotación del hombre y otras son causas naturales como aluviones, el movimiento de la arena natural en las playas, las marejadas", precisó.
48 bancos de machas activos habían en 1980. En 2016 quedaban sólo 14
A ellas se suman la contaminación de las playas, la circulación de vehículos en las playas de arena (a pesar de estar prohibido) y el deterioro de su hábitat por la pérdida de dunas de arena (por construcción inmobiliaria) y cursos de agua dulce hacia las playas.
Jerez aseguró que tanto en las áreas de manejo como en las áreas de libre acceso, el recurso ha prácticamente desaparecido. No obstante, entre la V y VII "están apareciendo algunos (bancos) juveniles en algunos sectores y la idea es justamente proteger esos sectores".
De la misma forma se han registrado bancos de machas en otras regiones, como en Coquimbo y Los Lagos, donde también se han instaurado vedas extractivas.
Excepciones
La veda extractiva, continúa la Subpesca, tiene excepciones: las Áreas de Manejo y Explotación de Recursos Bentónicos, las Áreas Marinas Costeras Protegidas de Múltiples Usos (AMCP-MU) y los Espacios Costeros Marinos de Pueblos Originarios (EMCPO) que tengan a la macha como especie principal dentro de su plan de manejo o de administración vigente.
"Se exceptúan ciertos sectores que están sometidos a otras medidas de administración, que tienen un plan de manejo propio. Son zonas de excepción donde sectores tienen sus propios planes para poder explotar el recurso", sostuvo Jerez.
En estos casos, los comerciantes del producto deberán portar los documentos que acrediten el origen legal del recurso.
Asimismo, el biólogo marino comentó que durante el periodo de veda el organismo está constantemente evaluando estos bancos de machas y "si tienen una disponibilidad de recursos, abrimos o suspendemos la veda para que se extraiga esa cantidad de recursos. Después de vuelve a cerrar una vez que la cuota se completa".
Sanciones
Durante el periodo de estos cinco años, el Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura (Sernapesca) es el encargado de fiscalizar el cumplimiento de la medida y de impartir las sanciones contempladas en la Ley General de Pesca y Acuicultura.
Según esta normativa, la sanción para la violación de esta prohibición, en el caso de la macha, es de una multa de 46 UTM por tonelada extraída, es decir, $2.143.600 por tonelada.
Además, se establece "el comiso de las especies hidrobiológicas y medios de trasporte utilizados, cuando corresponda, y, además, con la clausura del establecimiento o local en que se hubiere cometido la infracción".
