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Chilena relata cómo vivió el milagro atribuido a sacerdote español canonizado este domingo

Verónica Stoberg contó la importancia que tuvo el recientemente declarado santo Faustino Míguez en su inesperada recuperación.

15 de Octubre de 2017 | 09:26 | Emol
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Verónica Stoberg y la madre Patricia Olivares en la Plaza de San Pedro.

Instituto Calasancio
SANTIAGO.- Hace 14 años la chilena Verónica Stoberg superó un coma de tres meses y un diagnóstico terminal, inmediatamente después de dar a luz. Su historia sirvió como testimonio para la canonización del padre español Faustino Míguez, que se llevó a cabo este domingo en el Vaticano. En conversación con El Mercurio, la protagonista de este milagro relató cómo vivió esta situación y la importancia que tuvo el sacerdote en su inesperada recuperación.

Stoberg recuerda que ingresó al hospital para dar a luz un miércoles, y el sábado, después de la cesárea y tras sufrir un empeoramiento por presión muy alta y daños irreparables al hígado, "el doctor le avisa a mi esposo que había ido recién a la casa a cambiarse, que se devolviera, porque habían decidido desconectarme, porque ya no había nada que hacer".

En ese momento su marido, Pedro Núñez, le dijo a los médicos que primero debía ir a buscar a sus hijos, dos niñas de 12 y 10 años y un niño de 8: "Los niños querían rezar por mí, pero no había ninguna parroquia abierta. Entonces, mi hija mayor le dice al papá que vayan al Colegio Divina Pastora, donde ellas estudiaban, y donde yo misma era catequista, ya que ahí había una capilla". En ese lugar había una imagen del padre Faustino Míguez, a quien sus hijas ya conocían por ser el fundador de la Orden del colegio en el que estudiaban.

"Mi esposo se para ante la imagen, y como si fuera un amigo, le dice al padre Míguez: 'Dale una manito, peladito; ella ha estado participando siempre, haciendo catequesis'. Lo dice en voz alta, pero él no sabía que atrás estaba la madre Patricia Olivares, del colegio", contó la mujer. "Ella, al escucharlo, se acerca, los abraza y les dice: 'Vamos a pedir todos juntos al padre Faustino para que interceda ante el Señor para que ayude a Verónica, para que el Señor no se la lleve'. Y ahí empieza toda esta cadena maravillosa de oración que duró todo el tiempo que estuve grave", añadió.

La religiosa comentó que Stoberg tenía junto a su lecho dos reliquias del sacerdote: un trozo del hábito y un relicario con un fragmento de hueso de la falange del santo. "Y ahí estuvo hasta que sanó", declaró la madre Patricia.

El 8 de marzo -Día Internacional de la Mujer Trabajadora- se celebrará la festividad del nuevo santo, ya que, según comenta la religiosa Sacramento Calderón, superiora general de las calasancias, "Faustino Míguez luchó para que la mujer tuviera el papel que le corresponde a la mujer en la sociedad".

Revisa este artículo completo en El Mercurio.
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