SANTIAGO.- El obispo de Aysén,
Luis Infanti, una de las dos autoridades eclesiásticas chilenas que no le presentó su renuncia al Papa Francisco en el Vaticano, donde los obispos fueron citados por la falta de acción ante las denuncias de abusos sexuales cometidos por religiosos en el país, fue uno de los invitados a la nueva temporada del programa "El Informante" (TVN).
En el espacio,
el religioso abordó la crisis que afecta a la Iglesia Católica chilena. Señaló que la renuncia de 34 de sus pares fue un gesto hacia el Sumo Pontífice para respaldar las decisiones que éste se apronta a anunciar a raíz de escándalos como los gatillados por el caso del ex párroco Fernando Karadima.
En esa línea, sostuvo que él no renunció ya que por estar el arzobispado de Aysén bajo directa jerarquía del Vaticano- Aysén es el único vicariato apostólico de Chile- su cargo siempre está a disposición de lo que el Papa determine. "El obispo de Aysén es el Papa", explicó.
Sobre la cita en Roma, Infanti dijo que los líderes religiosos chilenos están tratando de asimilar la responsabilidad en los hechos que hoy tienen en crisis a la iglesia en el país.
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A medida que pasa el tiempo, la situación y los hechos nos ayudarán a entender la gravedad del problema. El Papa Francisco nos ha dado un tirón de orejas muy fuerte para que despertemos (…) Todos somos responsables. Ciertamente que los que tenemos más autoridad, tenemos más responsabilidad en la conducción de la iglesia, ya sea por inacción u omisión por quedarse callados. Si el Papa ha llamado a los obispos, es porque quizás los obispos tenemos más responsabilidad en la problemática que estamos viviendo", señaló.
Sobre las conclusiones que deberían desprenderse tras la reunión con el Sumo Pontífice, considera que éste les hizo un llamado. "El Papa nos llamó a ejercer otro estilo de autoridad, no con autoritarismo sino que con participación. El nos ha llamado, nos ha mostrado una película. Nos dice esto 'que estoy haciendo con ustedes replíquenlo en sus diócesis'".
Al respecto, Infanti recordó que el Papa ya está tomando decisiones, como fue llamar a las víctimas de Karadima para escucharlas, hecho que volverá a repetir con otros abusados por el religioso.
Sobre la denuncias de abusos en la arquidiócesis de Rancagua, que dirige Alejandro Goic, prefirió no juzgar el accionar de dicho obispo.
"Hay que ubicarse en el momento, tengo entendido que el señor Goic había hablado anteriormente (sobre las denuncias de abusos) con el primero de los 14 (religiosos hoy acusados) y éste le había jurado y perjurado que no estaba metido en ninguna de las cosas (que se denunciaron)", detalló.
Infanti también descartó que él haya encubierto abusos en el hogar San Luis, en Coyhaique, señalando que cuando le informaron de estos hechos protagonizados por residentes hacia menores, ordenó que se denunciaran a la policía. Y que esta investigación fue la que dejó al descubierto que entre los responsables de abusos había seminaristas y "no sacerdotes involucrados".
Por último,
defendió que Cristian Precht, sacerdote que cumplió una condena eclesiástica de cinco años por abusos, pudiera renovar sus votos sacerdotales en misas Crismal realizadas bajo su orden en Aysén.
