SANTIAGO.- En al menos cuatro oportunidades durante el transcurso de este año, una banda de chilenos hizo noticia en medios internacionales debido a los violentos delitos que estaban cometiendo.
El primero fue en febrero en Uruguay, cuando las policías locales detectaron la nacionalidad de la organización que había importado el fenómeno de hacer explotar cajeros automáticos. Luego, fue el turno de un grupo acusado de entrar a más de 400 domicilios en Canadá, robando casi mil millones de pesos.
En julio, un video mostró cómo a plena luz del día unos encapuchados asaltaban a mano armada una joyería en Barcelona. Y este fin de semana, la prensa británica acusó a chilenos de liderar "una ola de turismo delictual" en distintos condados del Reino Unido.
Según explica el prefecto inspector Iván Villanueva, jefe nacional Contra Robos y Focos Criminales de la PDI, el conocido "lanza chileno internacional" ha mutado y bastante: "Lanza en sí era el típico carterista que utiliza la sutileza o delicadeza en cometer sus delitos que por lo general concurría a estas exposiciones de joyas o robaba en grandes centros urbanos en Europa".
Sin embargo, hoy se ha convertido en "un delincuente especializado que comete una serie de delitos violentos, específicamente robos con intimidación. En este caso ya hemos visto robos a joyerías el cual es muy especializado, también mucho robo domiciliario que es la práctica más común de este delincuente chileno que opera en el extranjero".
Este último, agrega, ha sido detectado principalmente en Canadá, España, Italia y Francia. En tanto, los robos a cajeros automáticos se han focalizado en Ecuador, Uruguay, Argentina, mientras que los asaltos a camiones blindados ocurren más en Europa
La principal razón tras el cambio, explica el policía, está vinculada con el hecho de que en Chile ya se aplicaron múltiples medidas legislativas y de seguridad que buscan repeler los ilícitos.
"El delito evolucionó y como el delincuente chileno ya es bastante avezado, está buscando nuevos nichos en cuanto a delincuencia sobre cómo y cuándo ejecuta los delitos. Han reaccionado a todo lo que hemos aprendido en cambios de leyes".
Por ejemplo, sostiene, los robos a cajeros disminuyeron en nuestro país debido a las protecciones que se instalaron en las máquinas y porque el fenómeno se llevó al extranjero. En tan solo seis meses, se registraron 36 de estos episodios en Uruguay. Para el robo de casas, se prefieren lugares donde aún no hay mucha presencia de cámaras de seguridad.
Antecedentes y deportaciones
La salida del "lanza" del país también está gatillada por el hecho de tener antecedentes en Chile. Por lo general, aquellos que cuentan con una orden de aprehensión pendiente escapan a través de pasos no habilitados o cuando aún no se emite dicha resolución.
En cuanto a las especies sustraídas, agrega el detective, éstas suelen ser enviadas a Chile a través de courier o encomiendas con el fin de borrar su origen ilícito. "En el último caso ocurrido en Inglaterra, por ejemplo, acopian la mercancía en casas de seguridad en España, Portugal y después lo envían al territorio (nacional) ingresando a un mercado informal del cual la PDI se está haciendo cargo".
En estas transacciones se pueden llegar incluso a conformar los delitos de lavado de activos y asociación ilícita.
Y en esa línea, Villanueva concluye: "El delincuente chileno que opera en el extranjero mutó a un delincuente altamente especializado con una conformación y organización bastante compleja de investigar. Estos sujetos tratan de hacerse invisibles en Europa, pero hay algunos que se radican en España, Inglaterra, Francia que reciben a estos grupos que van a opera allá, los organizan y apoyan con la logística para desarrollar sus actividades delictuales a cambio de un porcentaje determinado".
Desde 2011 a la fecha, revelan cifras entregadas por la policía civil y que fueron confirmadas por Cancillería, cerca de 600 personas han sido deportadas desde el extranjero por delitos violentos o contra la propiedad.
Es por esto que la PDI está trabajando directamente a través de la oficina nacional de Interpol, que está conformada por 192 países, y con organismos europeos especializados con el fin de contar con una base de datos que permita identificar la reincidencia de chilenos operando en el extranjero.
