SANTIAGO.- "Tía, voy ahora a Los Vilos". Esas fueron las últimas palabras que Patricia Arguelle recuerda que le dijo su sobrino Gerald Vásquez la última vez que lo vio, en el verano del 2016. El joven de 19 años estaba próximo a entrar a estudiar una carrera al instituto profesional Duoc UC, pero antes decidió, junto a un amigo, emprender un mochileo que comenzaría en dicha comuna de la Región de Coquimbo.
El destino era Perú. Durante su trayecto, recordó Arguelle en entrevista con Emol, el segundo de cinco hermanos de una familia residente en la comuna de Huechuraba, específicamente en el sector de La Pincoya, mandaba fotos e información de su ubicación. Todo bien, hasta que llegó a la ciudad peruana de Cuzco, el 31 de enero de dicho año.
"Ese fue el último contacto que tuvimos con él. Ahí nosotros pensamos que se le había perdido el celular y que en Cuzco quizás no había mucha comunicación. Entonces pensamos que saliendo de ahí, íbamos a poder hablar con él", relató la mujer, quien aseguró que tenía una cercanía especial con él joven, a quien, producto de una enfermedad que afectó a la madre de éste, tuvo que cuidar durante sus primeros meses de vida.
Pero no hubo comunicación. Y así pasaron los meses y los años hasta que el llamado de un funcionario de la PDI, realizado el 21 de octubre de este 2018, le advirtió de lo que se enteraría de forma oficial un día después: su sobrino falleció y su cuerpo se encuentra desde el 2016 en una morgue en la ciudad brasileña de Cuiabá.
Así empezó la compleja cruzada para intentar traerlo a Chile.
Presunta Desgracia
El hecho que Vásquez se encontrara en Brasil no fue una sorpresa para Arguelle. Días después de su último contacto en Cuzco, ella se acercó a la embajada de Perú en Chile para averiguar sobre el paradero del muchacho. Ahí le informaron que su sobrino había cruzado a Brasil, mismos datos que le entregó la Interpol luego de que se interpusiera una denuncia por presunta desgracia ante la Policía de Investigaciones (PDI).
El 15 de febrero de 2016 era el día en que Vásquez debía retornar a su hogar junto a su padre y hermanos (su madre había fallecido años antes). "Pusimos la denuncia en la PDI, en cancillería y extranjería. Ellos dijeron que había que esperar porque esto demoraba, ya que Brasil era un país muy grande. Decían que tenían que esperar que él se reportara de alguna forma para ubicarlo", contó Arguelle.
"Es ilógico que una persona pase en una morgue casi tres años, estando reconocida desde el primer día que estaba ahí. Mi sobrino tenía su cédula de identidad. Además nosotros lo estábamos buscando, estaban las denuncias hechas por todos lados".
Patricia Arguelle
"Sabíamos que estaba en Brasil, lo que no sabíamos es que nunca salió de ahí", sostuvo, agregando que siempre le pareció "raro" que nunca haya pedido una visa de trabajo ni solicitado ningún papel que diera luces de su paradero. "Fue pasando el tiempo, nosotros seguimos preguntando y la respuesta era la misma: hay que esperar, no tenemos noticias".
Así, según la tía del desaparecido, se fueron repitiendo los trámites, hasta el día de la llamada. "Como a las ocho de la noche, un señor de la PDI me pregunta si soy familiar directo de Gerald, le dije que sí, y me explica que me van a contactar mañana. Nada más".
Intrigada, al otro día Arguelle concurrió hasta la sede de extranjería a preguntar qué pasaba. "Ahí me dijeron que habían encontrado a mi sobrino: apareció muerto en una morgue de Cuiabá. Pregunté cuándo falleció y me dijeron que no tienen la fecha, solo el año: 2016'". Esto último le pareció "insólito".
"Es ilógico que una persona pase en una morgue casi tres años, estando reconocida desde el primer día que estaba ahí (en Brasil). Mi sobrino tenía su cédula de identidad. Además nosotros lo estábamos buscando, estaban las denuncias hechas por todos lados", lamentó.
Cruzada para recuperar el cuerpo
Seguido de ello, un funcionario de extranjería le indicó que había que decidir qué hacer con el cuerpo, porque el oficio que habían mandado desde Brasil para informar sobre el deceso señalaba que había un plazo de 15 días para retirar los restos del joven, de lo contrario, iba a ser mandado a una fosa común. El problema, explicó Arguelle, es que en lo que se demoraron en informar el hecho, dicho plazo ya había expirado. "Entonces pedí que solicitaran más tiempo", dijo.
"Hasta el día de hoy no sabemos cuánto tiempo nos han dado. Ya ha pasado un mes y tampoco hemos recibido respuesta de Brasil para que nos digan si dan o no más plazo. Desde extranjería nos dicen que tenemos que suponer que nos dieron plazo, pero nos dicen que tampoco lo pueden asegurar", añadió.
Apuntó además que las autoridades de ese país ni siquiera han hecho el certificado de defunción de su sobrino y piden que un familiar viaje para allá para hacer todos los trámites de forma presencial para autorizar la salida del cuerpo de Vásquez de la morgue. "Trámites que se supone que tiene que hacer el cónsul de Brasilia, ya que nos dicen que ese es el consulado más cercano a Cuiabá, o sea, ellos no quieren hacer ningún trámite".
"De hecho fui esta semana a la embajada de Brasil acá en Chile a preguntarles a ellos que si de alguna forma me podían ayudar, y me dijeron que la obligación del cónsul chileno de allá es tramitar todo. Me dicen que ellos acá lo hacen así, y que mientras el cónsul chileno no viaje a Cuiabá a hacer los trámites presenciales, mi sobrino nunca va a salir", manifestó la mujer.
Otro hecho que generó la sorpresa de Arguelle es respecto a la información que le entregó la cancillería al diputado Pablo Vidal (RD), que daba cuenta del día y hora del fallecimiento del joven: el 6 de febrero de 2016 a las 18.55 horas en Brasil.
Arguelle aclaró además que la única forma de traer el cuerpo es que este sea cremado, lo que "no nos importa", ya que lo único que buscan es poder traer los restos Vásquez de vuelta a Chile. La mujer no le da mayor importancia a las circunstancias que provocaron la muerte de su sobrino. "No nos importa, realmente lo que queremos es traerlo", enfatizó.
Llamado a cancillería
Por lo anterior, la tía del fallecido hizo una llamada cancillería para que "nos ayuden a que los trámites sean más rápido". En esa línea, el diputado Vidal, quien además es presidente de la comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara, comentó que se han realizó gestiones con el ministerio.
"Estos son procedimientos complicados y caros, entonces queríamos ver cómo apoyar a la familia para recuperar los restos de este chico y traerlos al país", comentó a Emol el parlamentario.
"Esto fue lo que hicimos en el fondo, y tuvimos una muy buena recepción por parte de cancillería respecto de este tema (...). Estamos viendo si es que cancillería es capaz de asumir con los costos de este trámite", explicó.
Seguido de ello, Vidal señaló que la semana pasada tuvo una reunión con el canciller, Roberto Ampuero, "en el contexto del trámite de un proyecto de ley y le plateamos este tema y él también se comprometió a agilizar los trámites".
Consultados al respecto, en la Cancillería explicaron que están en contacto con los familiares, brindando todo el apoyo y asistencia consular necesarios. Además, señalaron que en los próximos días el cónsul adjunto en Brasilia viajará a Cuiabá.
