La amenaza contra los académicos del plantel se recibió el viernes pasado en un correo anónimo.
El Mercurio (Foto de Archivo)
Los rectores de las universidades públicas no estatales, agrupadas en la Red G9, expresaron su rotundo rechazo a las amenazas de muerte que recibió la comunidad de la Universidad Técnica Federico Santa María (USM) –que también forma parte de esa agrupación–, así como "toda manifestación de violencia que afecte a nuestras instituciones de educación superior".
En una declaración pública, afirman que "es de suma urgencia que las indagaciones que se llevan a cabo por la Policía de Investigaciones logren rápidamente dar con quienes lideran estas acciones violentas y se apliquen las sanciones legales que correspondan a esta preocupante y lamentable situación".
Remarcan que "en el contexto de incertidumbre en que nos encontramos, producto de la crisis social y sanitaria, se hace fundamental asegurar la tranquilidad y seguridad de los ciudadanos y ciudadanas de nuestro país". Por eso, llaman a "fortalecer las instancias de diálogo desde la tolerancia y la empatía, espacios desde donde creemos se construye Chile".
"Es nuestro deber como instituciones de educación superior propiciar los espacios de debate y de reflexión, siempre desde la libertad de expresión y el respeto por la diversidad, sello que junto a nuestra función pública distingue a las nueve universidades de la red, instituciones laicas y católicas y con despliegue en todo el territorio nacional", agrega.
"Reiteramos nuestro repudio a estos actos de violencia y a cualquier manifestación de ésta y nuestra disposición para contribuir y continuar con el diálogo ciudadano en bien de Chile y sus habitantes", concluye la declaración.
De acuerdo a los antecedentes, la amenaza contra los académicos de la USM se recibió el pasado viernes en un correo anónimo, donde se adjuntan fotografías de un fusil de guerra y el mensaje: "Nada va a evitarla masacre que vamos a hacer". Entre las razones que motivarían el ataque, mencionan que en ese plantel "forman a gente atea y sin pensamiento, llenándolos de símbolos sin sentido".
Ante el hecho, la universidad denunció el hecho a la PDI y solicitó "a la fuerza pública aplicar los protocolos de seguridad".
