"Les suplico, ¡basta, basta de violencia! No justifiquemos lo injustificable. Dios no quiere la violencia". Así reaccionó el arzobispo de Santiago, Celestino Aós, luego de los episodios de violencia ocurridos el domingo, cuando se cumplía un año del estallido social, que terminaron con dos centenarias iglesias capitalinas envueltas en llamas.
El primer blanco fue San Francisco de Borja, la iglesia institucional de Carabineros, ubicada en la calle Carabineros de Chile 160. Antes de prenderle fuego, sujetos saquearon el templo, lo que derivó en imágenes religiosas y mobiliario convertido en combustible para barricadas.
Si bien la iglesia estaba rodeada de altos y pesados bloques de cemento para su resguardo, no fue suficiente para frenar el ataque.
Horas más tarde, cuando el reloj casi marcaba las 20:00 horas, se veía cómo en la esquina de Vicuña Mackenna con Barón Pierre de Coubertin ardía la aguja de la parroquia La Asunción, la cual terminó desplomándose frente a decenas de encapuchados que saltaban, gritaban y aplaudían, celebrando la destrucción del templo inaugurado en 1876.
Los incendios de ambos edificios religiosos -que habían sido atacados y saqueados el año pasado, al inicio del estallido social- son investigados por la Fiscalía Metropolitana Centro Norte, pues hay indicios de que fueron provocados por personas que cometían desmanes, mientras se llevaban a cabo manifestaciones en el centro de Santiago.
Además de estos casos, ayer otras dos iglesias en el país sufrieron daños durante contexto de protestas. Según informó al Orden Franciscana de Chile, anoche "el templo de San Francisco en La Serena fue profanado por un grupo de manifestantes generando daños en las puertas de acceso, bancas e imágenes al interior del templo, así como otros daños asociados al ingreso violento a este lugar de culto".
"Rechazamos estos hechos y todo acto de violencia que atentan contra toda persona y los valores más sublimes de la vida cristiana y del pueblo de Chile. La violencia genera más violencia y no podemos justificar bajo ningún motivo que en el corazón del pueblo chileno la violencia se normalice como forma válida de reivindicación para justificar el descontento, la injusticia y la falta de igualdad entre todos los ciudadanos de nuestra sociedad", añadió la orden a través de un comunicado.
Según comentaron desde el Arzobispado de La Serena a Emol, no se registran ataques a otras iglesias de la zona.
En tanto, el diario El Líder de San Antonio, informó que ayer, durante una jornada de manifestaciones en la comuna de El Tabo, desconocidos lanzaron pintura y rayaron con spray el frontis de la parroquia Nuestra Señora del Rosario, a cargo de la diócesis de Melipilla. Testigos habrían manifestado a Carabineros que unos individuos intentaron ingresar al templo, sin lograrlo.
Emol contactó a algunas de las principales diócesis y arquidiócesis del país y, de momento, aseguran, no se han conocido casos de otros templos dañados en medio de manifestaciones durante los últimos días.
