SANTIAGO.- Celebraciones, pero también recriminaciones cruzadas, eso fue lo que dejó el martes la aprobación del segundo retiro del 10% de los fondos de las AFP por parte de la Cámara, proyecto que contó con un respaldo transversal y mayoritario de 130 diputados que votaron a favor de la idea de legislar la iniciativa. Hito que no sólo significó un traspié para el Gobierno, sino que además generó un nuevo quiebre en la relación con Chile Vamos.
Roces que al día siguiente se acrecentaron en el oficialismo, desde donde algunos incluso apuntaron los dardos hacia los ministros del comité político. Por ese motivo, el nuevo titular del Interior, Rodrigo Delgado, se desplegó ayer en el Congreso en Valparaíso, y junto a sus pares de Hacienda, Ignacio Briones y de Segpres, Cristián Monckeberg, se reunieron con los jefes de bancada de Chile Vamos y algunos parlamentarios para intentar recomponer las relaciones.
Y si bien el jefe de gabinete reconoció que pueden haber algunas "carencias en cómo enfrentar el trabajo diario", acotó que "el Presidente me ha pedido fortalecer la relación con las bancadas y poder transmitirles que va a haber una comunicación distinta. Les he presentado un plan de trabajo donde ellos van a poder tener también una relación no solamente con el ministro del Interior, ya la tienen con otros ministros". Buscando así dar vuelta la página.
Comparaciones técnicas
Pero la situación es compleja, si en un inicio fueron 13 los diputados del bloque que apoyaron el primer retiro en julio en la Cámara, esta semana de los 130 parlamentarios que votaron a favor el segundo retiro, 48 son de RN y la UDI.
La idea es similar a la del primer retiro: permitir a las personas sacar un mínimo de 35 UF ($1 millón) y hasta 150 UF ($4,3 millones). Aquellos afiliados cuyo 10% en su cuenta de capitalización individual sea inferior a 35 UF, podrán sacar hasta ese monto, y si la totalidad del saldo es inferior a $1 millón, podrán retirar la totalidad de sus ahorros previsionales.
La medida -al igual que el primer retiro- tendrá un carácter universal, es decir, todos quienes tengan fondos en sus cuentas, tendrán derecho a hacer uso del beneficio sin hacer diferencia por ingresos. El dinero entregado estará exento del pago de impuesto, y es que la indicación agregada en la Comisión de Constitución que establecía que quienes tengan un promedio de renta en los últimos 12 de meses igual o superior a $2,5 millones debían pagar impuestos por lo retiro, fue eliminada en la discusión en Sala.
Eso sí, este nuevo retiro tiene algunas diferencias con el primero: las AFP deberán pagar los montos solicitados en una sola cuota, además se estableció un mecanismo para que, de forma voluntaria, quienes echen mano a sus fondos de pensiones, pueden reintegrar lo sacado. Aunque resta ver los cambios que se harán en el Senado.
¿"Rebelión" oficialista?
En materia política, en tanto, el panorama era predecible e incluso el Gobierno había reconocido que lo más probable era que el segundo retiro se aprobara. Pero a diferencia del primer proyecto, La Moneda decidió centrar sus esfuerzos en el Senado, donde ven mayor apertura a lograr acuerdos e impulsar indicaciones que regulen la iniciativa. Negociación que también puede ir aparejada con sacar adelante la reforma previsional, estancada hace meses.
Ese es un punto que muchos diputados critican, en esta ocasión, el Ejecutivo no puso una propuesta sobre la mesa con la cual negociar en la Cámara, una alternativa distinta para llevar recursos y ayudas a las personas, y que pudieran competir con un segundo retiro de fondos.
Asimismo, reclaman que tampoco se apoyaron con fuerza las indicaciones que desde el bloque se impulsaron para hacer mejoras a la medida. Escenario ante el cual, acusan, que el Gobierno no tuvo una estrategia clara, con Monckebrg dispuesto a apoyar indicaciones y Briones no.
El diputado Camilo Morán (RN) indicó el miércoles que la votación "no fue un torpedeo al sistema de pensiones, no fue una votación en contra de las AFP, fue una votación en contra del inmovilismo que ha tenido en el último tiempo el ministro de Hacienda. Fue una crítica al fantasma que tenemos de ministro de Hacienda". Pero la crítica encontró inmediata respuesta desde Evópoli, partido en el que milita el ministro, así el diputado Francisco Undurraga, planteó que "no podemos aceptar como Evópoli que se vengan a calificar de esa forma a ningún ministro", llamando de paso a Morán, diputado que recordó fue designado, a "hacer buena política".
Pero desde Evópoli los cuestionamientos han recaído en el titular de Segpres, a quienes desde hace días han tildado como ausente y cuya figura también fue cuestionada por la UDI, debido a su rol en la acusación constitucional contra el ex ministro Víctor Pérez. Mientras que desde RN salieron a cerrar filas y a defender a su ministro.
En La Moneda están conscientes de que el episodio debilitó nuevamente al comité político, situación que ya se vivió con el primer retiro y que terminó finalmente gatillando un profundo cambio de gabinete, donde salieron Gonzalo Blumel de Interior, Claudio Alvarado de Segpres, pagando ellos de cierta forma los costos políticos de la derrota. Además, ingresaron otras figuras como Monckeberg a Segpres, Jaime Bellolio a la Segegob, Andrés Allamand a Cancillería y Mario Desbordes a Defensa, con el fin de equilibrar la presencia de los partidos en el Gobierno.
La vez anterior, Piñera además intervino personalmente en el tema y se jugó su capital político en gestiones que, sin embargo, resultaron infructuosas. Esta vez el Mandatario ha dejado el asunto en manos de sus ministros, algo que tampoco tiene conformes a todos y hay quienes piden su intervención.
"Yo creo que no es un problema de un ministro en particular, esto tiene que ver más bien con la lógica de cómo nos relacionamos, en esto el único que lo puede rectificar es el Presidente. No es que el ministro de Hacienda no quiera poner algo en la mesa, cuál es la estrategia que vamos a tener en conjunto, eso es lo que tiene que cambiar y esa rectificación la tiene que hacer el Presidente", dijo el jueves a Radio Universo la jefa de bancada UDI, María José Hoffmann, quien había adelantado un cambio en la relación de sus parlamentarios con el Gobierno, cansados de pagar los "costos políticos".
Control de daños
Antes de la reunión con Delgado el ambiente seguía siendo tenso, de hecho, el ministro Monckeberg comentó que "no ha habido quiebre, ha habido un poquito de temblores grado 7. Pero yo creo que vamos a salir bien, adelante. Las coaliciones no son fijas o estructuradas, normalmente también se producen espacios de conversación, así que bien".
"Somos un equipo, somos una coalición, tenemos que conversar, limar asperezas, siempre el diálogo es bueno, no solo con la oposición, sino que también en la interna, así que muy bien bienvenido", expresó el ministro Briones previo a la cita con las bancadas de Chile Vamos.
Quienes participaron de la reunión liderada por Delgado, cuentan que se trató de un encuentro sincero, en que el titular del Interior se comprometió a tener una coordinación periódica con las bancadas -además de la que tienen otros ministros con éstas-, pero también aseveró que va a comunicarse con los diputados para poder conocer sus necesidades territoriales.
En ese sentido, incluso les planteó la idea de tener una especie de línea directa con ellos, donde si no pudieran hablar directamente con él, lo hicieran con su jefe de gabinete, Gonzalo Guerrero.
"También creo que el rol del ministro del Interior es generar nuevas y mejores estrategias que también se adecuen a los nuevos tiempos, de poder recabar información, tener esa información día a día, semana a semana y dar respuesta oportuna a la necesidades de en este caso diputados y diputadas que son tan relevantes para nosotros", sostuvo Delgado.
Respecto a la cita, el jefe de la bancada de diputados Evópoli, Luciano Cruz-Coke expresó a Emol que "fue una productiva reunión con el nuevo ministro del Interior, donde hablamos de frente, reafirmamos trabajar con unidad y confianza con Chile Vamos, con una comunicación fluida entre el Congreso y el Gobierno".
Más optimista aún fue la subjefa de la bancada RN, Karin Luck, quien indicó que hoy "llegamos al nivel cero de tensión. Se conversó con el ministro Delgado, donde le pedimos y quedamos en ser cómplices en todo lo que se realice en el Gobierno, no esa pelea que se ve de Chile Vamos por un lado y el Gobierno por otro. Quedamos en seguir trabajando unidos y fuertemente para terminar el Gobierno con muchos proyectos y ser cómplices con lo que se vaya presentando, y en las relaciones que tengamos tanto territoriales como legislativas".
La idea, según detalló Luck, es "tener conexiones diarias, reuniones, línea directa. Que cuando los diputados tengan alguna consulta se les llegue con una solución, o se les diga que no se puede, pero se les llegue con una solución, al final tener complicidad, trabajar en el día a día pero unidos (...) Que todos se sientan partícipes del Gobierno, que esta desafección que algunos dicen tener no exista".
La diputada Hoffmann consideró que "aquí nunca se ha quebrado nada, hubo solamente una petición de que hubiese una mejor forma de relacionarse (...) Lo que queremos es poder influir en las decisiones que está tomando el Gobierno para que nunca más llegue al Congreso un proyecto que no venga con una estrategia definida, queremos un Gobierno con convicción".
Desde hoy, dicen, que partió una nueva relación con los diputados, pero ahora el trabajo deberá abocarse a convencer a los senadores, entre quienes ya al menos 4 legisladores de Chile Vamos se han mostrado proclives a apoyar el proyecto. Tarea en la que Delgado estará acompañado por Briones y Monckeberg.
Otro tema pendiente también es la decisión de recurrir o no al Tribunal Constitucional, algo que la vez pasada no se hizo debido al apoyo mayoritario que alcanzó el proyecto a nivel legislativo. Y aunque el segundo retiro también fue visado con amplias mayorías, Delgado precisó el jueves que "no hay nada descartado por ahora".
