"Siempre son reticentes. Me toca reunirme con ellos como jefes de la defensa en las distintas regiones y particularmente encuentro insólito que lleguen a las reuniones con abogados, para poder decir por qué no pueden hacer las cosas que uno quisiera". Esas declaraciones fueron las que generaron que tras poco más de tres meses y medio en el cargo, el delegado presidencial de la macrozona sur, Cristián Barra (RN), debiera presentar su renuncia.
Su salida se confirmó cerca de las 20.00 horas de ayer, luego de que en entrevista a El Mercurio cuestionara la labor las Fuerzas Armadas en La Araucanía, en medio de los intentos por frenar los hechos de violencia que afectan a la región.
Sus dichos generaron molestia tanto al interior del Gobierno como en figuras de la oposición. De hecho, diversos líderes pidieron su renuncia, mientras que el ministro de Defensa y actual titular (s) de Interior, Baldo Prokurica, debió salir a respaldar las gestiones realizadas en la zona.
"Nuestra legislación establece que la labor del orden público y seguridad corresponden a Carabineros y la PDI. En tanto, las FF.AA. tienen un rol definido durante el Estado de Excepción, al cual se han apegado estrictamente, y que se aboca a labores de logística, planificación, equipamiento y de apoyo a las policías", sostuvo al respecto el secretario de Estado.
Barra asumió el cargo el pasado 25 de noviembre, cuando el Ejecutivo anunció la creación de una unidad de coordinación para la macrozona sur. Esto, luego de que desde Evópoli solicitaran la medida.
En la ocasión, sus parlamentarios por La Araucanía decidieron congelar la relación con La Moneda, a la espera de que se nombrara una especie de ministro encargado de la situación de la región. Esto, tras el fallecimiento del cabo 2° de Carabineros, Eugenio Nain, en medio de un operativo policial.
Su nombramiento fue recibido con variadas opiniones. La mayoría valoró la designación e incluso los legisladores descongelaron la relación con el Gobierno y fijaron reuniones quincenales con la intención de hacer un seguimiento al trabajo de Barra y su equipo. Sin embargo, pronto llegaron las primeras críticas.
Probablemente las más bulladas se dieron a comienzos de febrero, cuando Barra -quien llevaba dos meses en el cargo- se tomó vacaciones. Fue justamente en ese periodo que se acrecentaron los ataques incendiarios en la zona y diversas figuras políticas criticaron su "ausencia". Pasados algunos días interrumpió el descanso y retomó sus labores.
"Me parece bastante injusta la acusación de ausencia, porque una es que uno no quiera hacer comunicaciones y otra es pasar todo el día hablando por redes sociales. Hablar por redes no cuesta nada, pero estar en terreno y reunirse con las personas es mucho más valioso y yo vengo a La Araucanía todas las semanas (...) donde estamos trabajando con las organizaciones y las policías", sostuvo al respecto tras su retorno, el día 9 del mes pasado.
Días antes el encargado regional de la Unidad de Coordinación de Seguridad de la macrozona sur, Luis Calderón, había respaldado su gestión. "Viene todas las semanas a la Región de La Araucanía, al menos dos días, y uno o dos días también a la zona de Arauco, en el Biobío, por lo tanto él ha estado reunido", sostuvo.
Tras aquellas declaraciones Barra se mantuvo alejado de los medios. "La gente está aburrida de escuchar palabras, la próxima vez que escuchen que vamos a presentar una querella contra quienes resulten responsables, nos van a pegar un balazo. Prefiero estar callado y trabajar", manifestó en la entrevista difunda ayer.
En ella, el hasta entonces delegado también acusó "falta voluntad" por parte de las FF.AA.."No les pedimos que ellos hagan primera línea, eso lo hacen los Carabineros, pero por Dios que me gustaría que proporcionara más capacitación a Carabineros", expresó en el diálogo que culminó con su renuncia y con la designación de la ex ministra del MOP, Loreto Silva, en su reemplazo.
