Javiera Parada ha recibido una serie de ataques a través de redes sociales.
Aton
"Apoyamos a
Javiera Parada en este momento difícil, solidarizamos con ella y le expresamos nuestro democrático afecto".
Con esas palabras, cien figuras de la centro izquierda firmaron una declaración de respaldo a la ex gestora cultural y ex militante RD, quien en los últimos días ha sido objeto de duras críticas por sumarse al equipo de campaña de Ignacio Briones.
"Nadie merece recibir descalificaciones destempladas e hirientes por una decisión ejercida en nombre de la libertad y autonomía personal. Se podrá o no estar de acuerdo, pero ese esencial derecho se debe respetar. La democracia es la consideración y tolerancia por la libertad de opinión de los otros y otras, aun en desacuerdo con esa opinión. Es la base de una sana y sólida convivencia democrática", señala la carta.
Desde que anunció el fin de semana que se uniría al comando del ex ministro de Hacienda -quien competirá como precandidato presidencial de Evópoli-, Parada ha recibido una serie de ataques personales y amenazas a través de redes sociales.
La misiva fue firmada por diversos representantes de la oposición, como Soledad Alvear y la senadora Carolina Goic, los ex ministros Ignacio Walker y Juan Gabriel Valdés y el abogado Jorge Correa Sutil.
"Javiera Parada es una mujer que merece todo nuestro aprecio: su vida es un ejemplo de resistencia admirable, ella tiene autoridad moral para hablar con propiedad de la violación de los Derechos Humanos en Chile. A pesar de su trágica historia personal, ha trabajado por el reencuentro, por el diálogo, la unidad y una mirada de futuro para el país. Eso es muy loable y habla bien de su espíritu de solidaridad en momentos tan críticos para nuestro Chile. Quienes la agravian con tanta ligereza, muestran el nivel preocupante de fanatismo y polarización al que estamos llegando en los momentos en que se requiere más templanza y moderación en la política y en la vida social", enfatiza el escrito.
Por último la declaración indica que la ex agregada cultural "ha tomado una decisión política", y que "si se está en desacuerdo con ese camino se podrá discutir dar argumentos, generar un diálogo para cotejar distintas miradas y opciones. Perseguirla públicamente sólo revela que quienes lo hacen no creen genuinamente en la democracia y se yerguen como inquisidores o jueces morales al borde del totalitarismo político.
