No hay ninguna parte del mundo que esté escapando del cambio climático. Derretimiento de hielos, aumento de la temperatura, ciclones tropicales, desborde de ríos y sequías, no solo son hoy una realidad, sino que también podrían ir en aumento en fenómenos combinados. Efectos que, en algunos casos -como el aumento de nivel del mar- serían irreversibles durante cientos de miles de años.
Así lo detalla el lapidario informe del
Panel Intergubenamental sobre Cambio Climático (IPCC) de la Organización de las Naciones Unidas, que expone como causa "inequívoca" la influencia humana en el aumento de gases de efecto invernadero. En todos los escenarios analizados, se proyecta que la temperatura del planeta alcance el umbral de +1,5 ºC alrededor de 2030, diez años antes de lo previsto en la estimación de 2018. Antes de 2050, incluso se llegaría a +2 ºC.
"Hay premura. Lo que señala el informe es que si no tomamos acción ahora ya, es altamente improbable que alcancemos las propias metas que se ha propuesto el mundo a través de Naciones Unidas. Necesitamos prontamente emisión cero de gases de efecto invernadero", dice a Emol el doctor en Ciencias Atmosféricas Jorge Carrasco, coordinador Magíster en Ciencias Antárticas mención en Glaciología de la Universidad de Magallanes (UMAG), y uno de los participantes del IPCC entre 2001 y 2013.
Hoy el Acuerdo de Paris (2015) queda en serio riego de no lograr el objetivo de limitar el calentamiento por debajo de los +2 ºC, o de +1,5 ºC si fuera posible. A modo de ejemplo: en la actualidad las olas de calor son 5 veces más frecuentes que en el pasado; con +1,5°C lo serán 9 veces y con medio grado más, serán 14 veces más recurrentes.
Proyecto de Eco-Etiquetado
La acción contra el cambio climático debe aunar esfuerzos gubernamentales en el mundo, pero también con acciones locales que impulsen buenas prácticas desde los gobiernos, parlamentos, empresas y la sociedad civil. En Chile, la sequía de hace más de una década puede ser uno de los problemas más agudos, lo que no implica que estos no sean múltiples.
Esta semana, y a propósito del nuevo informe IPCC, la bancada de diputados de Renovación Nacional envió una carta al Presidente Sebastián Piñera, pidiendo dar suma urgencia y discusión inmediata a proyectos medioambientales que están en el Congreso, con acento en tres de ellos: Creación del Servicio de Biodiversidad y Áreas Protegidas y el Sistema Nacional de Áreas Protegidas; Proyecto sobre Protección de Glaciares; y aquel que fija la Ley Marco sobre Cambio Climático.
"(El proyecto busca) que se cree una Política Nacional de Eco-Etiquetado que ayude a todas las personas a tener información confiable sobre el impacto ambiental de los productos que están consumiendo y les permita comparar entre ellos".
Diputado Francisco Undurraga (Evópoli)
Pero otras iniciativas han emergido esta última semana. El diputado Francisco Undurraga (Evópoli), ingresó el martes un
proyecto de Eco-Etiquetado, con apoyo de la mayoría de la bancada y del legislador Vlado Mirosevic (Partido Liberal), el que ya está siendo revisado por la comisión de Medio Ambiente, que también buscará patrocinio de la cartera del ramo.
Según detalló el parlamentario a este medio, el proyecto busca "que se cree una política nacional de Eco-Etiquetado que ayude a todas las personas a tener información confiable sobre el impacto ambiental de los productos que están consumiendo y les permita comparar entre ellos (...) se fija el marco de mínimos que deberá respetar esta política y sanciona su incumplimiento". Por ejemplo, en la ropa se podría poner un sello en la etiqueta o en el letrero donde se anuncian los precios.
Transparentar esta información, además, generará en los productores los incentivos suficientes para que adopten procesos de producción amigables con el medio ambiente, en la búsqueda de seguir siendo atractivos para sus consumidores. La implementación sería gradual -3 años desde publicada la ley- para asegurar la adaptación a esta exigencia.
Según la Organización de Naciones Unidas (ONU), la industria textil genera el 10 % de las emisiones de carbono en el mundo y el 20 % de las aguas residuales. Foto: El Mercurio/ archivo.
"Las leyes pueden ayudar a comportarnos"
El proyecto de eco-etiquetado recoge la experiencia internacional de este tipo de normativas, pero también trae a la memoria el buen desempeño que ha tenido la ley de etiquetados con información nutricional ("Alto En") publicada en julio de 2012.
Estudios de la Universidad de Chile y del Minsal -citados en la iniciativa- sostienen que un 92,9% entiende la información que le entregan los sellos, el 48,1% los utiliza para comparar productos, y que para el 79,1% de estos últimos la información de esa comparación les afecta en su decisión.
Para el también climatólogo, Jorge Carrasco, el cambio en el comportamiento de los consumidores puede generar un cambio en el de los productores: "al saber que un producto, para ser elaborado y llegar a mis manos, ha significado una inyección significativa de gases de efecto invernadero en la atmósfera, al consumirlo estoy de alguna manera siendo cómplice de las emisiones. Esto ayudaría a tomar conciencia de los hábitos, y cambiarlos".
"Creo que las leyes pueden ayudarnos a comportarnos, porque solo es cosa de ver lo que pasa alrededor, los empresarios no cambian su actitud si es que no hay leyes, y que que las personas cambien su actitud y provoquen cambios en los empresarios, tampoco es tan fácil", complementó.
Sector económico: "Va en tendencia con la economía verde"
Para Manuel Melero, ex presidente de la Cámara Nacional de Comercio (CNC), si bien algunos productos ya entregan información en relación al medio ambiente, el proyecto de ley "va absolutamente con la tendencia de la economía verde, esto es lo que viene y está completamente en boga".
"Sería bueno que las empresas tomaran cartas en el asunto y se comprometieran a informarle a los consumidores de sus prácticas ambientales, no solo del contenido nutricional, sino cómo fue elaborado el producto, cuánto respeto hubo o no del medioambiente, los temas de los desechos, cómo se ha procesado, etc.
Manuel Melero, ex presidente de la CNC
A su juicio, "sería bueno que las empresas tomaran cartas en el asunto y se comprometieran a informarle a los consumidores de sus prácticas ambientales, no solo del contenido nutricional, sino cómo fue elaborado el producto, cuánto respeto hubo o no del medioambiente, los temas de los desechos, cómo se ha procesado, etc. Y si bien hay muchos envases que dicen 'esto está hecho con plástico reciclado', nadie certifica eso", apuntó.
Lo clave es ver cómo eso se aterriza, comentó. Es decir, cómo se le da al eco-etiquetado, la regularización, fiscalización y los parámetros que se exigirían. Para ello, recordó que en la política de sellos en los alimentos hubo una intensa discusión por las porciones que se definirán, y que hoy en día las empresas deben certificar los componentes de esos alimentos -ácidos grasos trans, azúcares y sal-, todo ello, seguido por organismos públicos. "En este caso se deberá seguir un proceso similar", planteó.
¿Adaptación o mitigación?
Para
Maisa Rojas, climatóloga y directora del centro de Ciencia del Clima y la Resiliencia (CR)2 de la Universidad de Chile, y coautora del último informe IPCC, hay dos vías para enfrentar el cambio climático: "la mitigación, que en términos simples es dejar de quemar combustibles fósiles; y adaptación, que es combatir las consecuencias, lo que diría que está al debe", según dijo la semana pasada a CNN.
Para Carrasco, el punto al que ha llegado el problema lleva a pensar que es imperioso tomar pronto medidas "de adaptación, porque las medidas de mitigación están tardando mucho".
Por su parte, el diputado Undurraga concuerda en que "efectivamente estamos llegando tarde", pero que eso no sebe ser un factor para quedarnos inomovilizados, "todo lo contrario, involucrarnos activa y coordinadamente mucho más".
A su parecer, "adaptación" y "mitigación" pueden ir de la mano. "Este proyecto, de hecho, conjuga ambos conceptos. Por un lado, ayudamos con nuestras acciones a generar un menor impacto, y por otro, esta mejor información nos ayuda a adaptar nuestro consumo a las nuevas necesidades", subrayó el legislador.
