Una de las grandes incógnitas para esta elección presidencial, de parlamentarios y de consejeros regionales era el porcentaje de participación que se alcanzaría. Esto, considerando los bajos resultados en cuanto a convocatoria que han tenido los procesos electorales anteriores (inferior al 50%, a excepción del Plebiscito), desde que se instauró el voto voluntario en el país, en 2012.
Este domingo se vio un gran flujo de personas en los locales de votación desde muy temprano y ya a las 10 de la mañana en varios lugares se vieron extensas filas, donde los votantes -intentando sobrellevar el calor- aguantaron durante horas, pocos con ganas de desistir de votar. Incluso, en zonas más extremas del país, decían nunca haber visto filas.
A las 17.30 de la tarde, cuando sólo faltaba media hora para el cierre de las mesas, la situación no era diferente: aglomeraciones y largas filas seguían registrándose en distintos locales del país, mientras el termómetro seguía sin bajar de los 31° Celsius. La instrucción era clara: pasadas las 18.00, si aún quedaba gente en las filas, todas tendrían derecho a votar. Y así fue: miles de personas siguieron ingresando a los locales, incluso algunos disputando su oportunidad tras el cierre de los locales, mientras que en otros se decidió suspender el conteo de votos y dejarlos entrar.
A eso de las 00:00 horas, el Servel ya publicaba los resultados de 45.177 mesas escrutadas de un total de 46.887, correspondiente al 96,35%. Hasta ese momento, hubo 6.827.070 votantes, de un padrón compuesto por 15.030.974 personas habilitadas para sufragar. Estos números dan cuenta que no se logró superar el hito del Plebiscito, y la tendencia se equipara mejor a los resultados de la primera vuelta de 2017, donde votaron 6.703.327 personas.
Plebiscito 2020
En mayo de este año, la ciudadanía eligió alcaldes, gobernadores regionales y convencionales constituyentes, y la expectación respecto a la participación era alta. Si bien para los analistas ese proceso no era comparable al Plebiscito, la participación histórica de octubre -aun en medio de la pandemia- hizo inevitable que se marcara un parámetro.
De hecho,
Tomás Duval, analista político de la Universidad Autónoma, plantea a
Emol que "
no hay duda que lo más correcto es comparar unas presidenciables con otras, pero yo compararía con el Plebiscito por una razón: en esa oportunidad aumentó la participación de los jóvenes entre 18 y 35 años, y eso me parece fundamental".
En el Plebiscito votaron 7.573.914 personas, un 50,98% del padrón y además se superó la marca histórica de 7,3 millones de votantes que hubo en las elecciones presidenciales de 1993. En tanto, para las pasadas municipales votaron 6.446.846 personas (43,3%), lo que significó una baja de más de 7 puntos porcentuales.
El parámetro de comparación más próximo que dejó el Plebiscito fue la segunda vuelta presidencial de 2017, donde el padrón era de 14.347.288 personas. En primera vuelta, donde la ciudadanía debió elegir entre ocho candidatos, votaron 6.703.327 personas, lo que equivale una participación del 46,72%. En segunda vuelta, con Sebastián Piñera y Alejandro Guillier en la papeleta, votaron más personas: 7.032.878, es decir un 49,02% del padrón.
Este aumento de participación, explica Duval, se da en escenarios donde los nombres son altamente competitivos. "A diferencia de lo que pasó en las presidenciales de 2013, donde Evelyn Matthei no tenía opciones frente a Michelle Bachelet", sostiene.
En la primera vuelta de 2013 -con nueve candidatos en la papeleta- la participación llegó al 49,35%, es decir, de 13.573.143 inscritos en el padrón, votaron 6.699.011 personas. En la segunda vuelta, con Michelle Bachelet y Evelyn Matthei en la papeleta, la participación disminuyó al 41,98%: votaron 5.697.751 personas. La primera obtuvo un 62,17% y la segunda un 37,83%.
Comportamiento por regiones y comunas
En la misma lógica de tomar como referencia las elecciones en segunda vuelta de 2017, en las siguientes regiones se registró el mayor aumento para el Plebiscito: Antofagasta (+8,3%), Tarapacá (+6,8%), y Arica y Parinacota (+6,7%); además de las regiones Metropolitana (+5,2%) y de Valparaíso (+4.1%). En cambio, en aquéllas en que más disminuyó el porcentaje de votantes fue en la zona centro sur del país, en las regiones de Ñuble (-10%), La Araucanía (-7,9%), Maule (-6,9%), Los Ríos (-3,2%) y Los Lagos (-3%).
En el caso de la Región Metropolitana, en 45 de las 52 comunas subió el nivel de participación con respecto a 2017. Las zonas que concentraron la atención en ese entonces fueron
La Pintana, donde sufragó un
14,4% más de electores que en el balotaje de 2017 y
Puente Alto -que concentra el padrón más grande del país–, donde participó un
13,6% más. Le siguieron como
Quilicura (+12,5%),
Renca (+11,9%),
Pudahuel (+11,7%) y
Lo Espejo (+11,3%).
Con un 97% de las mesas escrutadas en esta presidencial, en La Pintana votaron 54.117 personas de 137.994 habilitados, es decir, el 39,2%; en Puente Alto, votaron 179.973 personas (con un 93% de las mesas escrutadas), de un Padrón de 403.129 habilitados para votar, lo que equivale a un 44,6% de participación.
En tanto, para el Plebiscito hubo siete comunas donde se registró una baja de votantes: Vitacura (-5%), Las Condes (-4,1%), Providencia (-3,3%), Melipilla (-3,9%), San Pedro (-14,2%), María Pinto (-3,2%) y Calera de Tango (-0,1%). En las dos primeras, ganó el rechazo, por lo que la pregunta para esta oportunidad era cómo se comportarían dichas zonas. Según los expertos, que se revirtiera esta tendencia dependería de que fueran a votar más jóvenes.
Para esta elección, en Vitacura (con un 78,11% de las mesas escrutadas) votaron 47.331 personas, de un padrón de 88.802, lo que equivale a un 53,3% de participación. En Las Condes (con un 93,5% de las mesas escrutadas), votaron 159.594 personas de un padrón compuesto por 271.386 habilitados para sufragar, lo que equivale a un 60% de participación.
