"El gobierno no puede ser neutral ante los principios que están en juego y no he visto esa neutralidad en materia de defensa de libertades, derechos y seguridades. Creo que hay una sola voz para defender derechos fundamentales que hoy día están en juego, como la libertad de enseñanza. Kast representa un ideario de mayor libertad".
Esas fueron las palabras con las que el ministro de Educación,
Raúl Figueroa, manifestó expresamente su preferencia para quien se convierta en el próximo Presidente de la República. En entrevista con La Tercera, sostuvo que en primera vuelta votó por Kast, lo que repetirá en el balotaje del 19 de diciembre.
Los dichos del ministro no tardaron en generar reacciones desde la oposición, quienes pidieron su renuncia y tildaron los dichos como "inaceptables". En tanto, desde el oficialismo, hubo opiniones variadas; mientras para algunos la "forma" no fue la correcta, otros llamaron a dejar de darles argumentos a la oposición para acusar de "intervencionismo electoral".
Oposición pide la renuncia de Figueroa
El presidente del Partido Socialista, Álvaro Elizalde, fue enfático en tildar de "inaceptables" las declaraciones, pues "constituyen una intromisión cuando faltan muy pocas semanas para la segunda vuelta electoral. ¿Cómo puede señalar que Kast representa la libertad?, un negacionista de las violaciones a los derechos humanos, que ha sido defensor de la dictadura ¿va a representar acaso la libertad? Es evidente que el ministro de Educación está profundamente equivocado", sostuvo.
Desde la misma tienda, el diputado y senador electo
Juan Luis Castro planteó que con estos dichos el ministro "
pavimenta el camino de su propia salida". Agregó que "él debe renunciar, porque ya declaró formalmente su apoyo a un candidato y eso está prohibido por ley, por lo tanto está rompiendo los códigos de la administración del Estado al hacerse incumbente de una campaña presidencial".
Asimismo, recordó el "episodio" de la ex subsecretaria de Salud Pública, Paula Daza -quien terminó por renunciar a su cargo para participar de la campaña de Kast-, señalando que "estuvo en el límite", y ahora "la transgresión de la delgada línea roja que hace el ministro Figueroa, amerita su salida del gabinete, porque este gobierno perdió toda neutralidad frente al proceso electoral".
En tanto, el diputado DC, Gabriel Silber, anunció que solicitarán a la Contraloría un dictamen "no para que refuerce el principio de probidad involucrado en las palabras del ministro Figueroa, sino que también para que pasemos derechamente a las sanciones que, esperamos, sean ejemplares, contra un ministro de Educación que se echa al bolsillo el texto expreso de un dictamen de Contraloría en la materia", enfatizó.
"Él debe renunciar, porque ya declaró formalmente su apoyo a un candidato y eso está prohibido por ley, por lo tanto está rompiendo los códigos de la administración del Estado al hacerse incumbente de una campaña presidencial".
Diputado Juan Luis Castro (PS)
En esa línea, dijo que "el Gobierno está perdiendo la decencia; uno lo llamaría a renunciar, pero eso no va a pasar. El Gobierno se camiseteó con una candidatura, lo cual obviamente, de manera flagrante, viola todo principio de independencia e imparcialidad".
La timonel PPD, Natalia Pergentilli, apuntó a la responsabilidad del ministro en su propia cartera. "En vez de estar preocupado por quién va a votar o incentivando el voto, debería estar preocupado por la inmensa mayoría de niños que no han podido retomar sus clases". Si bien dijo no ser la adecuada para estar pidiendo renuncias, sí criticó que aducir que en un eventual gobierno de Gabriel Boric sería más compleja la educación "no sólo es intervencionismo, sino que un poco de desidia a la labor ministerial y hacer una campaña más bien sucia".
El diputad Esteban Velásquez (FRVS) planteó que los dichos del ministro son finalmente "un llamado al Gobierno a pronunciarse para que 'digan lo que estamos pensando', hay un acto de desesperación allí". Sin embargo, dijo que esa actitud de libertad que toma el secretario de Estado, "otórguesela a los profesores para que llamen a los padres y apoderados y le manifiesten por qué Gabriel Boric es el mejor candidato para los nuevos tiempos para un concepto educacional que hoy se requiere (...) el ministro no tendría por qué cuestionarlos", zanjó.
Parte del oficialismo cuestionó la "forma"
Desde el oficialismo, el diputado RN, Andrés Celis planteó que si bien puede estar de acuerdo con el ministro Figueroa, "no puedo compartir la forma", llamando a todos quienes sientan que tengan que sumarse a la candidatura de Kast, a que "se retiren de aquellas funciones que tengan en el Gobierno y se sumen a lo que hizo la ex subsecretaria Paula Daza".
"No creo que aporte mucho intervenir con opiniones cuando uno tiene un cargo designado del Ejecutivo y que claramente nos va a traer problemas con la Contraloría General de la República. Si él quiere tener un rol activo en la campaña de Kast, debería dar un paso al costado", enfatizó.
Desde la misma tienda, el diputado Sebastián Torrealba prestó su apoyo al titular de Educación, planteando que "cualquier ministro puede dar su opinión con respecto de lo que viene para Chile".
Además, dijo concordar en que "el programa de José Antonio Kast, el programa de la centro derecha, asegura libertad a los chilenos y el programa del señor Boric asegura incertidumbre, inestabilidad y evidentemente también quita libertades. Es cosa de mirar el programa del candidato, por ejemplo en el caso de las pensiones, en donde le van a pegar un manotazo a las pensiones de los chilenos y, por lo tanto, creo que el ministro Figueroa ha dado una opinión política correcta a mi gusto".
Más crítico en su reflexión fue el senador UDI, Iván Moreira, quien sostuvo que "cada día que pasa, nos hacemos más autogoles políticos. En la medida que el Gobierno se involucra más en la campaña de Kast, menos posibilidades de ganar tiene, por lo que tiene haber una estrategia coordinada, de lo contrario le vamos a dar pretextos a la oposición para que nos acuse de intervencionismo electoral". Por eso, llamó a la cautela por parte del Ejecutivo, "lo que no significa que no tenga opinión".
