Lo más probable es que, si se aprueba en el plebiscito de salida, la próxima Constitución de Chile tenga preámbulo. En la actualidad, el texto que precede a las normas constitucionales de la Carta Magna remite simplemente a lo dispuesto en la ley 20.050, pero ya hay cuatro propuestas que buscan integrar conceptos como la "fraternidad y solidaridad", "el buen vivir" y expresiones como "somos la morenidad" a las primeras líneas del nuevo texto constitucional.
Otras cartas fundamentales de otros países del mundo hacen lo mismo e inician con sus propios textos, de pocos párrafos, con algunas ideas generales sobre lo que intentan plasmar con los artículos.
Por ejemplo, la Constitución de Estados Unidos utiliza un solo párrafo para decir que "nosotros, el pueblo de los Estados Unidos, a fin de formar una unión más perfecta, establecer la justicia, garantizar la tranquilidad nacional, tender a la defensa común, fomentar el bienestar general y asegurar los beneficios de la libertad para nosotros y para nuestra posterioridad, por la presente promulgamos y establecemos esta Constitución para los Estados Unidos de América".
En tanto, en América Latina, la Carta Fundamental de Argentina tiene un inicio similar a ese.
El debate sobre la construcción del preámbulo
En esas pocas líneas tendrán que trabajar los constituyentes durante las próximas semanas, pues la Comisión de Principios Constitucionales tiene entre sus mandatos el proponer un preámbulo constitucional al pleno.
Al buzón de iniciativas, que cerró el 1 de febrero del año pasado, llegaron cuatro de distintos colectivos constituyentes: INN, Pueblo Constituyente, escaños reservados e independientes; y una firmada por integrantes del Colectivo Socialista, Frente Amplio, FRVS y Pueblo Constituyente.
No obstante, se deberían sumar más en las próximas semanas, pero todavía no hay una fecha definida para presentar aquellas propuestas. Se debía establecer esta semana, pues la mesa directiva propuso al pleno que se abriera un plazo extraordinario para hacerlo entre el 25 de febrero y el 3 de marzo, mas esa idea fue rechazada (17 votos a favor, 25 abstenciones y 101 en contra) el jueves. El argumento esgrimido para ese resultado: que era necesario conocer la mayor parte de las propuestas aprobadas para definir una redacción del preámbulo.
"Mientras no tengamos al menos el primer informe de cada comisión aprobado por el pleno, o rechazado, no tendremos elementos básicos de cuáles van a ser los contornos del proyecto constitucional que vamos a estar proponiendo. Sobre la base de eso (...) deberíamos iniciar ese trabajo de escritura. Mi propuesta es que podamos aplazar la apertura de este periodo extraordinario por lo menos para abril", pidió Alondra Carrillo (MSC).
En tanto, Beatriz Sánchez (FA), coordinadora de la Comisión de Principios Constitucionales, afirmó que "no se puede tratar el preámbulo como una norma, que se puede indicar, porque no se trata de eso. Es muy difícil hacerlo ahora, a la rápida, porque tiene otras formas. Y parte de nuestra propuesta, es tener un periodo especial y ojalá hacia el final del proceso que tenemos de escribir esta nueva Constitución".
El momento adecuado, según Sánchez, sería cerca del proceso de la Comisión de Armonización, y la idea es que Principios Constitucionales pueda abrirse a hacer la tarea "en conjunto, entendiendo que no somos los y las dueñas del preámbulo", dijo la constituyente.
En ese mismo contexto, Rodrigo Álvarez (UDI) recordó que "probablemente el que es el preámbulo más famoso de una Constitución, el de Estados Unidos, fue discutido al final del proceso de la Convención Constitucional de 1787 porque era indispensable entender los objetivos de los padres fundadores para objeto de aplicar la Carta Fundamental americana. Pospongamos este debate para tener un gran preámbulo".
También generó varias dudas la propuesta de Agustín Squella (Colectivo del Apruebo), quien sugirió como medida alternativa que se le entregara la tarea a una persona externa.
"Qué otra comisión que no sea la de Armonización va a estar en mejores condiciones de darle una idea completa al texto constitucional, por cierto que proponiendo al pleno un preámbulo que tendrá que aprobarlo. También es posible pedir a un externo a la Convención un preámbulo, cuando esté terminada, por supuesto, nuestra propuesta, que tendrá que ser sujeto al pleno. ¿Qué nombre chileno se me ocurre a mí? Raúl Zurita", sumó Squella.
Las propuestas que ya están sobre la mesa
La redacción de preámbulo que suscribió Pueblo Constituyente inicia diciendo que "somos cordillera, somos río, somos mar, somos bosque, somos glaciares. Somos comunidades y pueblos que cohabitamos en este territorio y que luego de dos siglos irrumpimos en este escenario político para posicionar la voz del mundo popular que jamás quisieron escuchar. Somos la morenidad, la otredad, las regiones, las diversidades, las disidencias, la plurinacionalidad".
La propuesta del grupo pide "avanzar hacia una sociedad de personas dignas, iguales, sanas, íntegras, empáticas y sensibles", y termina diciendo que "como delegadas y delegados del poder soberano presentamos esta propuesta constitucional (...) para que esta Constitución sea una semilla de luz y esperanza que dé inicio a un nuevo mundo, donde la paz, la belleza, la abundancia, la naturaleza y todos los seres sintientes, puedan disfrutar de nuestro mundo como su único hogar, junto a las generaciones que crecen hoy y por las que vendrán mañana".
Los INN presentaron una propuesta de cinco párrafos, que parte afirmando que "tras siglos de lucha por la igualdad y la inclusión, los pueblos de Chile -por primera vez en nuestra historia- nos unimos en la más amplia diversidad para obsequiarnos una nueva Constitución".
También postula que "hacemos nuestro el respeto irrestricto a los Derechos Humanos en todas sus dimensiones, nos comprometemos con la perspectiva de género, para poner fin a la opresión del paradigma patriarcal, y asumimos la urgencia de instaurar los derechos de la Naturaleza como un imperativo ético ante la emergencia climática y ecológica".
En tanto, Paola Grandón (FRVS), Malucha Pinto, (Col. Socialista) Trinidad Castillo (Col. Socialista), María José Oyarzún (FA), Jorge Baradit (Ind. FA), Beatriz Sánchez (FA) y Loreto Vallejos (Pueblo Constituyente), proponen un texto también de cinco párrafos que plasma en su inicio que "nosotros, los pueblos de Chile, nos entregamos libremente esta nueva Constitución, deliberada y decidida por todas y todos quienes habitan en nuestro territorio en un proceso participativo, abierto y transparente".
También remarcan que el contexto histórico en que se dio la independencia de 1810 fue exlcuyente porque dejaba fuera a "mujeres, trabajadores, pueblos originarios y otras comunidades vulneradas", pero "el río de la historia siempre sigue su curso y el 18 de octubre de 2019, ese mismo pueblo se reencontró con su lucha histórica en busca de igualdad y justicia social y fueron los mismos estamentos de siempre los que llenaron las calles con sus banderas y cantos de esperanza".
Y terminan afirmando que "nunca más en Chile alguien quede excluido bajo ninguna excusa, menos por la fuerza, de lo que le corresponde por el hecho de haber nacido en esta tierra que es nuestra madre, que nos acoge y a la que pertenecemos".
Wilfredo Bacián (pueblo quechua), Eric Chinga (pueblo diaguita), Tania Madriaga (Coordinadora Plurinacional), Isabel Godoy (pueblo colla), María Rivera (Coordinadora Plurinacional), Bessy Gallardo (Chile Digno), Carolina Vilches (MSC), Vanessa Hoppe (MSC) y varios independientes más suscribieron un preámbulo de 15 párrafos, afirmando antes que "quienes suscribimos esta iniciativa de norma consideramos también una oportunidad para aportar al derecho constitucional, haciendo de este preámbulo algo más que la mera declaración de motivos, mensaje o intenciones".
Así, el texto establece una serie de principios como "el Estado que constituimos es social, biocéntrico, de derecho, plurinacional, inclusivo, solidario, afectivo y ecológico" y que "el poder constituyente debe estar siempre habilitado para dirimir conflictos".
Asimismo, declara que Chile es una "República y democrática" y reconoce "la titularidad de derechos fundamentales y la calidad de sujeto de derecho a la naturaleza y a todo lo que la habita, incluyendo como parte de ella a la humanidad".
