"Estamos todos un poquito como ya pues, ya pues", dijo ayer uno de los líderes de los partidos oficialistas a la salida de la reunión del comité político en La Moneda sobre la molestia que existe en las colectividades ante la demora del Gobierno a la hora de designar a los secretarios regionales ministeriales, más conocidos como seremis.
Durante el encuentro, algunos dirigentes expusieron el punto en la cita, pero aseguran que la respuesta de los secretarios de Estado fue que "no tocáramos el tema, porque si no, se nos iba a ir toda la reunión en eso". Solo se limitaron a reiterar que el subsecretario de Desarrollo Regional, Miguel Crispi, estaba avanzando en el tema.
Por ello, el tema sigue generando ruido, aunque más en Apruebo Dignidad (AD) que en los partidos del Socialismo Democrático (SD). Según comentó un representante de una colectividad, "
la verdad es que estamos un poquito molestos, porque se ha llegado a acuerdos en las regiones y se ha cambiado desde acá. No nos ha gustado".
"Hay líos, que el delegado presidencial no quiere al seremi", añadió a Emol, mientras otro apuntó que el problema que ha tenido el Gobierno para tomar las determinaciones "se da en las regiones, porque hubo mucha refriega electoral y algunas de ellas fueron muy duras", lo cual a su juicio modifica los criterios acordados a nivel nacional.
Desde SD aseguran que eso "es una variable más. En regiones hay partidos que tienen más cercanía o lejanía entre sí, ni siquiera tiene que ver con las coaliciones y al interior de las coaliciones también tienen dificultades. El problema también tiene que ver que los cuadrajes regionales no necesariamente tienen que ver con los nacionales".
Desde el Ejecutivo, reconocen que existe un retraso en la materia, pero defendieron la decisión de realizar los nombramientos en forma “escalonada”, con énfasis en carteras prioritarias, como Salud, Educación y Desarrollo Social, las cuales en el diseño del Ejecutivo eran las primeras en abordar temas de contingencia.
Otras variables y el rol de Crispi
Otro reproches que se ha levantado es que "no se sabe exactamente cuáles van a ser los criterios que se van a usar", apuntando a que en algunos casos a primado el acuerdo entre los partidos en las regiones y en otros se ha impuesto la mirada del delegado presidencial o incluso la de los ministros de las carteras.
"Hay dificultades respecto de que no necesariamente se han cumplido los acuerdos regionales", sostiene un representante de SD, quien destaca que los delegados "supuestamente construyeron acuerdos con las fuerzas de cada región, pero también está la opinión de los ministros que también tienen injerencia".
En el análisis del problema, los partidos también reconocen que el incidente que sufrió la ministra del Interior, Izkia Siches, en La Araucanía también conspiró en el retraso. “Lo que pasó quitó al Gobierno dos o tres días del trabajo de nombramientos”, apuntando a la presencia de Crispi en la frustrada visita a Temucuicui.
Un líder oficialista señaló a este medio que todo el tema "tiene que ver con la habilidad política del Gobierno, en este caso de Crispi, esto está bien concentrado en él y si sale bien va a tener medallas y si sale mal va a quedar en una situación compleja, porque será el principal responsable".
En esa línea, desde el Socialismo Democrático apuntan a la "inexperiencia" del nuevo Ejecutivo, ya que aseguran que “este proceso debería haber partido en febrero y no a principios de marzo. Si uno pudiera identificar error, va por ahí", sostienen.
"Los seremis tienen requisitos y a veces los partidos presentan nombres de gente que no cuenta con el título profesional. Lento también ha sido el chequeo de antecedentes, además de las metas autoimpuestas, como paridad, independientes. Mezclar todo eso no es un ejercicio fácil", advierten.
