Diversas reacciones generó en el mundo político la aprobación del Senado al proyecto que adhiere a Chile al acuerdo medioambiental de Escazú.
Por un lado, parlamentarios oficialistas celebraron la suscripción del país al tratado que contempla, entre varias cosas, la protección institucional a los activistas medioambientales.
Tal es el caso del diputado por el distrito 6,
Diego Ibáñez (CS), quien señaló: "Después de una larga tramitación (e incluso de la negativa del ex Presidente Piñera), Escazú fue aprobado. Es un tratado histórico que nos permitirá proteger nuestros ecosistemas y a quienes luchan por ellos".
En esa línea, el senador PPD de la Araucanía, Jaime Quintana, manifestó: "Chile lo impulsó, copresidió su mesa directiva y sirvió como sede de sus negociaciones y de su primera COP. El Acuerdo de Escazú pudo haberse llamado 'Acuerdo de Santiago de Chile'. Es inentendible no haberlo firmado, pero hoy se ha hecho justicia al aprobar nuestra adhesión".
Misma reacción de la senadora socialista, Isabel Allende Bussi, quien dijo: "Chile se adhiere al acuerdo de Escazú, luego que el Senado respaldara en segundo trámite, el texto sobre el Acceso a la Información, la Participación Ciudadana y el Acceso a la Justicia en Asuntos Ambientales en América Latina y el Caribe".
De igual forma, su compañero de bancada y líder de la testera,
Álvaro Elizalde (PS), expresó: "Esto es una muy buena señal que da cuenta de la tradición histórica que tiene Chile, de haber sido artífice de la construcción de un orden internacional multilateral".
"Esta fue una votación bastante transversal con apoyo de todos los parlamentarios del oficialismo, pero también hubo senadores y senadoras de la oposición que no solo participaron votando favorablemente, sino que participaron del debate, siendo defensores de la iniciativa", dijo el titular de la Cámara Alta.
En la Democracia Cristiana también celebraron la adhesión del país al tratado medioambiental. Ejemplo de ello es el senador Iván Flores García, que manifestó: "Por fin se aprobó el Acuerdo de Escazú. Por razones que nunca pudimos entender, el ex Presidente Piñera no quiso apoyarlo. Hoy damos un gran paso para enfrentar las demandas y urgencias en medioambiente, DDHH y democracia".
Similar tono ocupó el legislador por la Cuarta Región, Matías Walker (DC):"Aprobamos el acuerdo de Escazú, porque no tenemos doble estándar en materia de multilateralismo. La toma de decisiones ambientales deberán contar también con respaldo ciudadano, algo relevante para los proyectos de inversión en la Región de Coquimbo".
Asimismo, la senadora y ex candidata presidencial, Yasna Provoste (DC) indicó: "¡Hemos ratificado el acuerdo de Escazú y el compromiso del Estado de Chile con la justicia ambiental!. Ahora podremos impulsar las medidas necesarias para garantizar a los territorios una mejor gobernanza de recursos, la protección del medio ambiente y de los derechos humanos".
Desde la otra vereda, en la oposición hubo posiciones distintas respecto a la incorporación de Chile al Acuerdo. De hecho así lo dejó en evidencia el senador UDI,
Iván Moreira: "Nosotros nos hemos abstenido y algunos han votado a favor, y de alguna manera nuestra abstención es un téngase presente, , pero todos coincidimos en que la protección del medioambiente es sin duda una prioridad y un deber del Estado mejorar el acceso de las personas a la justicia medioambiental".
"Sin embargo, tenemos el deber de decir que no podemos poner en riesgo aspectos esenciales como la soberanía nacional o la igualdad ante la ley. En un acuerdo de este tipo, donde no se admiten reservas, se corre un riesgo", agregó el parlamentario gremialista.
En Republicanos, el discurso no tuvo matices y toda la bancada se opuso a la aprobación de este martes." Es muy probable que la ambigüedad de mucho de los términos y las potestades que le entrega a otras firmantes haga que Chile termine demandando en una corte internacional. Hay que decir que la legislación ambiental chilena ya contiene todas las provisiones que tiene el acuerdo de Escazú, por lo tanto es simplemente enviar una señal pero a un costo muy grande para Chile", dijo el senador republicano, Rojo Edwards.
"La igualdad ante la ley está siendo transgredida por este tratado y este no defiende el medioambiente. Es un tratado innecesario y en tres años más, como lo determina el artículo 24, si hay un Presidente Republicano lo vamos a derogar", sentenció Edwards.
Mientras que el diputado Stephan Shubert complementó: "El mayor riesgo del Acuerdo de Escazú es la interpretación y aplicación que puedan hacer tanto los tribunales nacionales como los internacionales del mismo, considerando su categoría de instrumento de derecho internacional. El amplio espacio interpretativo que permiten sus disposiciones aumenta el riesgo de una interpretación equivocada y perjudicial para el Estado".