Como un "experimento inédito en la deconstrucción identitaria de una nación". Así define Cayetana Álvarez de Toledo, diputada por Barcelona del Partido Popular de España, quien ha seguido de cerca el proceso constitucional en Chile.
En entrevista con Mirada Política de EmolTV, la parlamentaria española plateó que precisamente esa deconstrucción parte de una base equívoca, pues se trata de "una Constitución que se hace de una parte de los chilenos, contra la otra parte de chilenos; y eso es completamente contradictorio con el espíritu de una Constitución, que tiene que ser un texto que reúna, que agrupa (...) tiene que ser un proyecto de integración nacional, no uno de deconstrucción nacional".
Este planteamiento lo sustenta con el análisis del rumbo que han tomado las "izquierdas" en distintas partes del mundo, donde a juicio de Cayetana los temas identitarios que hoy éstas enarbolan han venido a ocupar el lugar de aquello que "traicionaron": la igualdad.
"La gran revolución o el gran cambio político de los últimos 30 años, aproximadamente, es la traición de la izquierda a la igualdad, y por tanto, a si misma o a su espíritu universalista. Hasta hace 30 años la izquierda defendía una noción universal de la ciudadanía, la igualdad de todos los ciudadanos ante la ley, incluso más allá de sus propios países", contextualizó.
El cambio, explicó Álvarez, comienza "a partir del fracaso del comunismo, donde la izquierda tiene que encontrar un nuevo tótem, una nueva causa, porque es evidente que a la igualdad ya no la ha defendido bien; ha destruido el concepto del obrero y de igualdad. Ha generado millones de muertos, miseria y represión en la Unión Soviética y en sus satélites".
"Entonces sustituye el concepto de igualdad por el de identidad. Es decir, inicia un camino de involución hacia lo tribal, hacia lo reaccionario, hacia lo que tradicionalmente podía concebirse como de la derecha; es decir, un mundo de las identidades, de las castas, y va destruyendo el concepto republicano de ciudadanía que nos hace iguales ante la ley. Es un proyecto de involución identitaria", complementó.
Todo ello, afirmó, también existe en "un mundo contemporáneo desprovisto de referencias y falto de claridad liberal y de fortaleza intelectual en la defensa de lo liberal. El mundo de la derecha se inhibe y le entra una especie de complejo inaudito, y el mundo de la izquierda se abraza a la identidad y con estas nuevas causas va destruyendo los nuevos sistemas democráticos desde su interior".
A su juicio, y en definitiva, "el gran equívoco contemporáneo es la idea de que lo progresista, lo moderno, lo avanzado, son las batallas identitarias. No, lo identitario es una involución a la tribu de la que venimos. El camino de la civilización es el camino hacia el encuentro de otros hombres y otras tribus, y encontrar lo que tenemos en común hombres y mujeres, blancos y negros, homosexuales y heterosexuales (...) es un camino de comunicación, encuentro y búsqueda de lo común".
Álvarez también calificó como "esperanzador" que algunas voces de la centroizquierda chilena se hayan manifestado abiertamente por la opción Rechazo en el Plebiscito de salida. "Creo que hay progresistas ilustrados, es decir, esos son los verdaderos progresistas; gente que viene de la socialdemocracia, de la izquierda, pero que no ha involucionado en la deriva identitaria o reaccionaria de la izquierda".
En esa línea, recalcó que "esos socialistas, socialdemócratas, progresistas ilustrados, tienen una enorme responsabilidad", puesto que su propio sector ideológico "es el que está promoviendo la implosión identitaria de las sociedades modernas y democráticas ilustradas (...) Ojalá aquí en España siguieran el camino de esas voces progresistas", subrayó.
Revisa la entrevista completa en EmolTV:
