Ayer salió "humo blanco" entre los partidos oficialistas y dieron a conocer un acuerdo sobre algunos puntos a mejorar de la propuesta constitucional en caso que gane el Apruebo. Este hito político ocurre a menos de 30 días del Plebiscito, por lo que abre dudas respecto al derrotero que seguirá la campaña del Apruebo.
Esto, porque el acuerdo plantea una serie de temas o materias que "consideramos necesario abordar en este momento", sin perjuicio -señala el documento firmado por los partidos- de que "otras más adelante puedan surgir en el debate nacional".
Así, se marcaron límites a la "plurinacionalidad"; se planteó que "no existían regímenes de justicia paralelos"; se comprometieron al derecho "a una pensión digna en base a un nuevo modelo mixto, donde seguirá existiendo un componente de capitalización individual"; se asegura "explícitamente que la propiedad de las viviendas, indistintamente del tipo del propietario, se protegerá bajo toda circunstancia"; y se propone establecer el "estado de emergencia por grave alteración a la seguridad pública", entre otras materias".
El diseño de la campaña del Apruebo
Las críticas de ex convencionales independientes, escaños reservados y ex Vamos por Chile apuntaron a una "cocina" de los partidos oficialistas para reformar la propuesta, en tanto, desde los sectores del Rechazo le enrostraron al oficialismo que el acuerdo reconoce que la propuesta constitucional tiene fallas.
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Están reconociendo acá que noticias falsas no eran, porque están ofreciendo cambiar algunas de esas cosas", dijo ayer a Emol el
timonel UDI, Javier Macaya, recordando una de las frases más recurrentes que se tomó la campaña del Apruebo, incluso desde los inicios del proceso constitucional.
El pasado 6 de abril, cuando las encuestas comenzaban a mostrar mayor inclinación al Rechazo, el ex vicepresidente del órgano, Gaspar Domínguez, sostuvo que "hemos ocupado mucho tiempo en desmentir noticias falsas". Del mismo modo, varios personeros desplegados en terreno por el Apruebo también apuntaron a la necesidad de combatir las "fake news" en torno al texto e informar.
"Quienes están indecisos quieren información, también están atentos a las mentiras que se han ido difundiendo y hay mucho interés sobre cuál es la información verídica y cuál es la información que no lo es", dijo la semana pasada la diputada Gael Yeomans (CS).
Otro de los focos de la campaña del Apruebo se centró en que las personas accedan a la lectura del texto completo, precisamente, para evitar caer en "falsas interpretaciones" y acudir a votar de manera informada. La dinámica también la aplicó el Gobierno en su campaña informativa, "Chile Vota Informado", que incluyó un kiosko en la Plaza de la Constitución con la entrega de ejemplares a la ciudadanía.
A juicio de los analistas, más allá del paso político que lograron mostrar las coaliciones de Gobierno, la campaña del Apruebo pareciera que mutará, pues en esencia estaba centrada en mostrar las virtudes del texto. Para algunos, el acuerdo viene a fraccionar la campaña y, para otros, derechamente es un error, ya que planteó temas específicos en lugar de haber trazado una hoja de ruta, lo finalmente podría confundir al electorado.
¿Una campaña fracturada?
"El énfasis de la campaña del Apruebo está en las virtudes que tiene el texto, y con este acuerdo queda en una situación más incómoda, porque se plantean autocríticas a la propuesta. Y eso es complejo en esta etapa final de la campaña y es difícil que pueda variar, sin embargo es un punto político", plantea Tomás Duval, secretario académico de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanidades de la Universidad Autónoma.
Esto, complementa el analista, porque a su juicio el acuerdo "viene a validar mucha parte de la campaña del Rechazo, y quizás el efecto político que tenga el documento tenga que ver con lo que suceda posterior al 4 de septiembre si es que gana el Rechazo".
Por su parte, Mauricio Morales, analista político y experto electora de la Universidad de Talca, plantea que "el Apruebo se fracturó a 24 días del Plebiscito", y en consecuencia, cree que se darán dos campañas.
"El PC firmó el acuerdo a regañadientes, dejando en claro que era una declaración de intenciones y no un compromiso pues no existen garantías de que esos acuerdos de materialicen. Por tanto, habrá dos campañas por el Apruebo. Algunos estarán por aprobar e implementar el texto tal cual está, como dijo Daniel Jadue. Y otros volcarán todos sus esfuerzos hacia el camino reformista", sostiene.
Y agrega: "Si bien ambas campañas buscan el mismo propósito- aprobar el texto- se anticipa un escenario de conflicto en la coalición de gobierno en caso de que gane el Apruebo. Algunos insistirán en los cambios, y otros tratarán de aplicar freno de mano".
"Confunde al electorado"
Para Javiera Arce, cientista política y estudiante PhD Institute of Americas, University College London, la estrategia que utilizaron las tiendas oficialistas estuvo errada. "Lo que hicieron las élites políticas, es intentar llegar a un acuerdo, pero en lugar de trazar una hoja de ruta para modificar la Constitución, plantean temas, y ahí están al filo (...) estamos alejándonos un poco de lo que dice el texto original".
"Me parece que estratégicamente se podría haber marcado una hoja de ruta sobre las reformas y haber nombrado algunas cosas aclaratorias", recalca, porque en definitiva el efecto que esto trae es que "para algunas personas más cercanas a la élite esto puede generar ciertos niveles de adhesión", sin embargo, "confunde al electorado, porque tú les entregas la propuesta constitucional y después les dices que va a haber una modificación".
Lo que resulta aún más confuso, comenta Arce, es que "la gente votó porque no estuvieran los políticos y es como que ahora se cierra el proceso con una 'cocina', o más bien, con un acuerdo entre élites: en el Congreso y con los partidos, que además, son las instituciones que están peor valoradas en la democracia", recalcó.
