Descartada quedó la propuesta constitucional que redactó la Convención, tras el triunfo del Rechazo en el Plebiscito de este domingo, opción que se impuso con cerca del 62% de los sufragios del país. La señal fue contundente, y si bien las últimas encuestas apostaban por un resultado como este, el margen de diferencia fue una sorpresa para todos.
¿Qué pasa ahora que ganó el Rechazo? Tras conocerse los primeros cómputos -e incluso antes del referéndum-, desde el Gobierno ya se aventuraban por empujar un acuerdo político, lo que se tradujo en diversos mensajes de La Moneda hacia la oposición para gestar un pacto que permita dar continuidad al proceso constitucional.
Una postura que el Presidente Gabriel Boric reafirmó la noche del domingo, cuando la victoria del Rechazo ya era un hecho. Desde La Moneda, el Mandatario dijo: "me comprometo a poner todo de mi parte para construir un nuevo itinerario que logre interpretar a una mayoría ciudadana".
En esa línea, hizo "un honesto llamado a todas las fuerzas políticas a poner a Chile por delante y acordar a la brevedad los bordes de un nuevo proceso", subrayando que el pueblo de Chile "hoy nos ha dado un mensaje contundente para que ahora sí, nos pongamos de acuerdo".
Ahora, con los resultados de anoche en la mano, la oposición y el oficialismo pasarán de las conversaciones de pasillo, sin minutas de trabajo, como se había hecho hasta ahora, a una etapa de negociaciones de carácter institucional, para fijar un nuevo procedimiento.
Todo con el fin de confeccionar a la brevedad un nuevo nuevo acuerdo político que sustituya al del 15 de noviembre de 2019, y permita iniciar otro proceso para redactar una nueva Carta Magna.
En esa línea, a las 10.00 horas de este lunes el Presidente se reunió en el Salón Rojo con el líder del Senado, Álvaro Elizalde, y de la Cámara de Diputados, Raúl Soto.
Más tarde, a eso de las 11.30 horas, el Mandatario participará del comité político ampliado en el Salón Democracia.
Sin embargo, luego de recibir la invitación por parte del Presidente, Chile Vamos informó que no asistirá a la reunión en que Boric convocó a todos los partidos con representación parlamentaria.
Lo anterior, ya que esperan no sólo que el Ejecutivo reconozca la derrota, luego de una campaña en que aseguraron estuvo marcada por el intervencionismo, sino que también despeje temas como un posible cambio de gabinete, pues les interesa conocer a sus interlocutores.
Eso sí, a la fecha, ha trascendido que diversos actores, tanto de Chile Vamos como del Socialismo Democrático, ya se han manifestado a favor de hacer las cosas distintas y de no repetir los errores que, a su juicio, fueron parte responsables del fracaso de la pasada Convención. Y entre las propuestas que se estarían barajando figuran la de reducir el número de convencionales -de 155 a no más de 100-, y el que sean electos mediante listas nacionales y cerradas.
¿En qué consiste? En las listas cerradas, el votante puede manifestar su preferencia solamente por la lista, no por el candidato individual. Los argumentos a favor de este sistema sostienen que esto refuerza el rol de los partidos, evitando la personalización del voto. Los argumentos en contra, señalan que se pierde el vínculo del candidato con su base electoral.
Según explica un informe de la Biblioteca del Congreso Nacional, este tipo de lista puede ser utilizado para mejorar la representación política, y en aquellos casos en los que se critica la debilidad de los partidos, o la excesiva independencia de los parlamentarios, parece recomendable pensar en la introducción de este mecanismo.
En específico, algunas de las ventajas de este sistema apunta a la simplicidad en el proceso de votación; permite que los escaños se distribuyen equitativamente entre los partidos, de acuerdo a los votos; lo partidos atraen a los votantes, prestando listas equilibradas (por ejemplo, en términos de género o etnia).
"Me comprometo a poner todo de mi parte para construir un nuevo itinerario que logre interpretar a una mayoría ciudadana"
Presidente Gabriel Boric
Con todo, esta medida conlleva ciertos
inconvenientes, como el hecho de que los votantes no pueden cambiar el orden de los candidatos incluidos en la lista, o la posibilidad de que ningún partido obtenga una mayoría de escaños, por lo que el establecimiento de coaliciones o alianzas puede ser necesaria.
En concreto, al ser listas cerradas, vienen con un orden preestablecido. De esta forma, si una lista obtiene un porcentaje de votos para elegir diez cupos en una eventual asamblea, se eligen los primeros diez candidatos de esa nómina. Ello permite aplicar con mayor facilidad el criterio de paridad.
Así, la votación de despersonaliza, a juicio de expertos, pierde relevancia quién sea más popular, carismático o conocido, pues se favorece un sufragio ideológico o programático. Por el contrario, en la lista abierta, como está establecido hoy para el Congreso y se aplicó para la disuelta Convención, los postulantes con más votos son los elegidos.
Las listas cerradas, que en Chile son muy comunes en federaciones estudiantiles, se usan en la mayoría de las democracias europeas, con la diferencia de que no son nóminas nacionales, sino por territorios.
