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¿Qué se rechazó el 4/S?: Los múltiples factores detrás del 61,8% que no visó la propuesta Constitucional

Los distintos sectores han iniciado un proceso de "análisis" de lo que impulsó el Rechazo más allá de lo atribuible al voto obligatorio. El clima interno del órgano, algunos puntos del texto y el destino "atado" del Gobierno emergen como hipótesis.

06 de Septiembre de 2022 | 08:02 | Por Daniela Toro y M. Cristina Romero, Emol.
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El resultado del domingo que dio holgado triunfo al Rechazo con un 61,86% de las preferencias (versus un 38,14% para el Apruebo), dio paso a una semana de análisis y definiciones que, por ahora, abarcan dos grandes dimensiones: el camino que seguirá el proceso y los acuerdos que busca acelerar el Gobierno; y por otro, las reflexiones sobre qué llevó hacia ese resultado.

Esa última arista, mutidimimensional y abrumadora para los sectores del Apruebo, no se limita sólo en el carácter de la votación obligatoria. Hoy, los análisis apuntan a que las encuestas -acostumbradas al voto voluntario-, no lograron anticipar tanta "holgura" del Rechazo, y que la obligatoriedad del voto hizo que aquellos "desencantados", "desapegados", con el fin de no pagar las multas asociadas, manifestaran su opción en contra de la propuesta. Otro grupo de adultos mayores, que también debieron acudir a votar, pudo haber influido, de forma marginal.

Pero la lectura no es lineal ni literal. Es evidente que la mayoría rechazó lo que proponía la papeleta: "¿aprueba usted el texto de Nueva Constitución propuesto por la Convención Constitucional?", pero ¿qué fue lo que realmente se rechazó?, ¿cuánto pesó el proceso en si mismo?, o ¿cómo influyó la postura inicial de un Gobierno que ató los destinos de su administración al Apruebo?

Las visiones son distintas, pero hay ideas que se repiten, independiente del sector: el maximalismo, la falta de diálogo o cómo se encauzó el proceso, resuenan hoy como una tímida autocrítica sobre lo ocurrido, aunque otra parte del Apruebo apunta directamente a la campaña del Rechazo, las fake news y la instalación del "miedo".

Por su parte, los analistas y quienes siguieron de cerca el proceso, apuntan a un "conjunto de hipótesis" que aún se deben decantar y mirar incluso las razones que cada zona tuvo desde su realidad; información que presumiblemente las encuestas venideras puedan guiar con mejor claridad respecto a lo que estuvo detrás de ese rechazo holgado que hoy deja aprendizajes desde la forma y el fondo.

El análisis del Gobierno y del sector oficialista


El Presidente Gabriel Boric salió raudamente la noche del domingo en cadena nacional a abordar el contundente resultado que resultó un duro golpe al interior del Palacio de La Moneda. Junto con comprometer un nuevo itinerario, anunciar "ajustes" en el gabinete, también apuntó a aquello que podría haber apuntalado el rechazo: "el maximalismo, la violencia y la intolerancia deben quedar a un lado", dijo el Mandatario.

El Presidente del Senado, Álvaro Elizalde (PS) -quien se reunió ayer en la mañana junto a su par de la Cámara, Raúl Soto (PPD) con el Mandatario-, no quiso profundizar en lo que se rechazó, pero respondió por oposición, apuntando directamente al texto. "Ayer se plebiscitó la Constitución, no la evaluación del Gobierno", dijo a Tele13 Radio. No obstante, afirmó que éste debe tomar la lección y "promover el diálogo inclusivo".

"Yo creo que hay varias cosas que están en juego. Creo que hubo una campaña de desinformación, pero lo categórico del resultado hace que uno no pueda explicar el resultado completamente; yo creo que aquí hubo un rechazo a parte del contenido de la nueva Constitución. Creo que esa es una discusión que vale la pena tener con cuidado", dijo ayer el ex convencional Fernando Atria (Ind cupo RD) a EmolTV.

Sin embargo, dada la magnitud del resultado, a su juicio la otra parte apunta a que "la campaña del Apruebo no fue exitosa en separar la propuesta de nueva Constitución de la Convención (...) creo que parte del Rechazo ayer se explica por el desempeño de la Convención, y mi impresión es que la discusión sobre el desempeño de la Convención ha estado demasiado atravesada por recriminaciones morales", aunque reconoció que dado el contexto que se generó, eso llevó a una Convención que operó "con ánimo de cobrar cuentas" y que habría sido necesario insistir en la necesidad de "mayor diálogo".

Por su parte, también en conversación con EmolTV, la diputada RD, Catalina Pérez, planteó que la propuesta constitucional "en ningún caso logró concitar las mayorías de la ciudadanía para salir adelante", y sobre todo "un proceso que no logró desperar las confianzas necesarias para un momento que tiene que ser de certezas, de certidumbre". Asimismo, reconoció que "faltó diálogo y capacidad de generar espacios de reencuentro (...) que no logró mirar hacia afuera".

Más duro fue el secretario general del PPD, José Toro, quien también apuntó a los "maximalismos" y recordó hechos que se generaron dentro de la Convención y que, a juicio de algunos, no se lograron separar del texto. "Parte de la Lista del Pueblo, parte del FA, del PC, que optaron por posturas maximalistas que la ciudadanía chilena no quería. Rojas Vade, Atria, Stingo, el que votó en la ducha, la tía Pikachu", dijo a La Tercera.

Oposición apunta a "maximalismos" y "plurinacionalidad"


Chile Vamos hoy enfrenta el dilema de no caer en "triunfalismos" y en avanzar con el compromiso que adquirieron previo al 4/S, apoyar una propuesta de nueva Constitución para el país. Desde esa vereda, las críticas al proceso y las posibles razones del contundente rechazo a la propuesta se han centrado en los "maximalismos", en "la violencia como medio de acción política", en el espíritu "refundacional" y en la "plurinacionalidad", entre otras.

El diputado UDI Jorge Alessandri, sostuvo a Emol que "la sensatez de la ciudadanía rechazó la violencia como medio de acción política, la ciudadanía dijo yo quiero que la vivienda que me de el Estado sea propia, fue también un rechazo a todos los que decían que el Estado debía ser el único proveedor en materias de salud, que se eliminaban los colegios particular subvencionados; básicamente una derrota de la ideología comunista o frente amplista del Estado omnipresente de que se creaban cientos de organismos y sistemas de justicia distintos, depende de la etnia en la que habías nacido".

"Entonces se rechazan muchas cosas, muchas ideas y además se rechaza un tono beligerante de maximalismo de una manera muy amateur de escribir y hacer las cosas, sin escuchar a los que querían aportar. Por tanto, Chile quiere cambios moderados, de lo positivo de los últimos 30 años y también de lo negativo y Chile quiere que el Gobierno empiece a gobernar, han estado en pausa durante seis largos meses", planteó.

Desde la misma tienda, el senador Francisco Chahuán dijo a EmolTV que la ciudadanía también rechazó la plurinacionalidad, puesto que "los chilenos y los pueblos indígenas no quieren plurinacionalidad, lo que quieren es reconocimiento institucional, no quieren disgregación o atomización del concepto de nación".

Por su parte, el senador Luciano Cruz-coke (Evópoli), dijo a este medio que los chilenos "rechazaron el maximalismo, rechazaron la demasía, la imprudencia y la soberbia principalmente. Y todo eso traducido en un texto constitucional extraordinariamente deficiente".

Desde Republicanos, el diputado José Carlos Meza planteó que personas definieron que "la Constitución maximalista y refundacional no es el camino que debe tomar Chile. Los políticos hoy deben leer el triunfo del rechazo como el triunfo del sentido común (...) Chile rechazó el proyecto institucional del Frente Amplio y la izquierda radical; rechazó a una generación arrogante de políticos que se ha auto percibido como superiores moral y políticamente. Que esto les sirva de golpe de realidad".

"Estridencia" y clima interno


Fuera de la esfera puramente política, diversos analistas aportan reflexiones que, aclaran, operan como un conjunto de factores que pudieron haber incidido en el amplio Rechazo. Una forma de enfrentar la avalancha de hipótesis, es analizar lo factores internos del proceso como ejes clave, para luego mirar todo lo que circundó el proceso.

"La convención tuvo una fuerte caída en su apoyo, desde que se inaugura en su accidentada ceremonia del 4 de julio de 2020, como una suerte de premonición de que las cosas no iban a estar tranquilas", dice Javier Couso, abogado constitucionalista y académico de la Universidad Diego Portales. A ello se le sumaron factores como "el caso Rojas Vade, que aportaron a la caída de la Convención".

A ello, suma el clima interior que se fue generando dentro del órgano. "Uno podría decir que, en algún sentido, se transmitió la imagen de un cuerpo desordenado, con un grupo de convencionales desconociendo las reglas de los 2/3. Lo fue minando la confianza ciudadana".

A juicio de Javiera Arce, cientista política e integrante de la Red de Politólogas, se generó un "rechazo al proceso" por parte de la ciudadanía, apuntalado en parte por el ingreso de "independientes que carecían del sentido de la política y de su funcionamiento, lo que termina en un nivel moral espantoso, desacreditando completamente el proceso y con un comportamiento bastante estridente".

Para Couso, el que hubiera listas independientes, llevó a que la composición ideológica de la Convención "estuviera a la izquierda de la composición ideológica de cuerpos parecidos, como la Cámara de Diputados, y eso fue porque era ignorada la ideología de buena parte de los convencionales, y eso llevó a aprobación de normas, particularmente en las comisiones, abiertamente 'alocadas' que hicieron portada".

Lo que "caló hondo" del texto: Plurinacionalismo y justicia indígena


Con más o menos ahínco, hay consenso en que el texto propuesto por la Convención presenta avances en derechos que van acorde a los nuevos tiempos y eran demandados por la ciudadanía. A juicio de algunos analistas, lo que falló fue el "excesivo detalle" del mismo, o la incorporación de otros elementos que no necesariamente respondían a demandas históricas de consenso, y ahí nuevamente surge la plurinacionalidad o los sistemas de justicia indígena como un factor determinante para no visarlo.

"(El texto) es maximalista, excesivamente detallado y adornado, con un exceso de cosas que para el país no eran tan sentidas en su demandas. La gente pidió ir contra las AFP, mejoras a la salud, pero en ningún caso pidieron plurinacionalidad".

Javiera Arce, cientista política
Arce sostiene que la Convención creó un texto "interesante en materia de derechos", pero "es maximalista, excesivamente detallado y adornado, con un exceso de cosas que para el país no eran tan sentidas en su demandas: la gente pidió ir contra las AFP, mejoras a la salud, pero en ningún caso pidieron plurinacionalidad".

"En el fondo, se generaron cuestiones identitarias que por supuesto tienen que ver con cuestiones de redistribución, pero todos los temas que tienen cada una de estas individualidades nunca se pudieron conformar en un cuerpo colectivo, y lo que vemos en el texto es una suerte de collage donde se intentan pegar cositas para que funcione más o menos armónicamente, y eso se nota demasiado", plantea la analista.

Couso cree que el plurinacinalismo "nunca se entendió ni se explicó en su connotación", y "creo que caló muy hondo, quizás junto con la justicia indígena (...) este tipo de cuestiones fueron minando el Apruebo por la vía de la propuesta del texto".

A juicio de Gonzalo Müller, director del Centro de Políticas Públicas de la UDD, efectivamente los temas como plurinacionalidad y justicia indígena marcaron la discusión pública, "y como la mayoría de las personas no leyó el texto y nose hizo un juicio (....) porque basta que en un texto de 150 páginas haya una que para ti sea intragable y hagas una evaluación completa del mismo, sobre todo si hay algo que te irrita".

"Por eso, si estás en Tirúa o Cañete, y ves que se elimina el estado de excepción, es algo que te irrita profundamente, y de alguna manera lo que te moviliza es a castigar a quienes hicieron eso. Después, que hayan elementos valorables, como medio ambiente, paridad u otros temas, pasan a ser irrelevantes para esa persona", añadió.

El destino que ató el Gobierno


Si bien no es trata de un factor intrínseco a la propuesta, el hecho de que la administración del Presidente Gabriel Boric hubiera atado tempranamente su destino al Apruebo resultó un camino indivisible que también pesó en las urnas como efecto colateral.

Para algunos, un "voto de castigo"; un mensaje de crítica a la forma en que se abordan -o no- los temas sectoriales y se enfrentan las preocupaciones del Chile de 2022: inflación y seguridad entre las más preponderantes.

"Esto tiene que ver también con el Gobierno, que no ha cuajado, que ha tenido bochornos dentro de la propia gestión, con personas que no están aptas para ejercer como ministros y esto se transforma en una muy mala estrategia al enlazar su gestión y decir que son el Gobierno del Apruebo, con una estridencia similar a la de la Convención", plantea Arce.

"Detienen los proyectos de ley que tienen que ver con agendas sectoriales, y todo lo que tenía que ver con contingencia, como delincuencia e inflación, poco se ve reflejado en políticas públicas, salvo un par de excepciones como el aumento del sueldo mínimo y esta ley de 'papitos corazón', que es una ley que ya estaba en el Senado", agrega la cientista política.

En la misma línea, Müller planeta que "la mala gestión del Gobierno en materia de costo de la vida, delincuencia, oportunidades, hicieron un voto de castigo. Si bien en algún minuto el Gobierno fue un buen elemento en términos de darle energía al Apruebo, después se transformó rápidamente en un techo".
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