Durante un año, 155 personas —luego renunciaría uno— asumieron la labor de redactar una propuesta de Constitución para el país. Entre ellos había algunos representantes de partidos políticos, pero varios venían de la academia, el activismo y distintas otras disciplinas, sin mayor experiencia política.
Sus vidas cambiaron al integrar el órgano redactor en el cual ellos mismos se perfilaban como el grupo que pasaría a la historia por escribir la primera Constitución en una asamblea paritaria, con representación de pueblos originarios y en democracia. Pero los votos dijeron otra cosa y el Rechazo se impuso en las urnas.
Atrás quedaron las extensas jornadas de trabajo, las discusiones y las presentaciones de normas. Esta semana han venido las autocríticas de algunos y la desconexión de otros. Todos los consultados asumen que, de alguna manera,
sus vidas cambiaron y ahora les toca rearmarse.
La abogada Amaya Alvez (Frente Amplio) dice: "me dedicaré solamente a mis labores académicas. Necesito cambiar el aire". Además, que los costos del proceso "son incalculables y hoy dolorosos". Daniel Bravo (Pueblo Constituyente), también abogado, relata que "volví al trabajo hace ya casi un mes" y que varios de sus compañeros hicieron lo mismo.
Elisa Loncon (mapuche, primera presidenta de la Convención) viajó a Chiloé para desconectarse, mientras Rosa Catrileo (mapuche) cuenta que está aprovechando de pasar tiempo con sus hijos y con sus plantas, pues "el último año no pude plantar nada".
La vocera de Modatima Carolina Vilches admite estar todavía "dolida por los resultados” y “tomando un descanso emocional". Sus mayores sacrificios, señala, fueron personales: "Vivo en una comuna (Petorca) con alto índice de aislamiento, lo que significó alejarme de mi hijo todas las semanas para ir a Santiago. Tuve que dejar mi huerto, mis animales, mi forma de vida".
Por su parte, la campeona nacional de ajedrez 2019
Damaris Abarca (Frente Amplio) no pudo asistir a las olimpiadas de Rusia 2020 (se realizaron este año, postergadas por la pandemia) y vio mucho menos a su hijo de tres años. Pero también valora lo bueno: en la Convención conoció a su actual pareja, Matías Orellana (Colectivo Socialista), con quien planean contraer matrimonio. "Fue un bálsamo encontrar amistad, amor, cariño o lo que fuera porque la verdad es que esto era 24/7", reflexiona.
Manuela Royo espera a su segundo hijo y podría volver a Temuco
Manuela Royo llegó a la Convención elegida en la lista de Apruebo Dignidad como independiente. Pero luego de la temprana desintegración de La Lista del Pueblo y el reordenamiento de los independientes en el órgano, formó parte del colectivo Movimientos Sociales Constituyentes.
Fue coordinadora de la comisión transitoria de Derechos humanos y luego se integró a la comisión temática de Sistemas de justicia, aunque impulsó normas no solo de esos temas, sino también medioambientales y feministas, áreas en las cuales es activista.
"Me tuve que venir a Santiago (desde Temuco), inscribir a mi hija en un colegio, he cambiado de ciudad", dice respecto de los cambios que le significó la Convención.
Y en su vida vienen más cambios. "Tengo cinco meses de embarazo. Tenía que hacer campaña embarazada. Con mi hija estoy sola, entonces ha sido difícil", cuenta. Por ahora, espera terminar su tesis sobre derecho al agua de los pueblos originarios y está pensando volver a vivir con su madre si no mejora su situación económica. "Espero volver al sur. Hago lo que puedo con las herramientas que tengo, que es mi trabajo. He apoyado en algunos casos, como el juicio contra Martín Pradenas; hago clases. Ha sido un sacrificio que resultó en un costo importante porque los independientes no pertenecemos a partidos políticos y no tenemos un gran financiamiento. Mucho de lo que pusimos en términos de tiempo y de costo de la campaña fue de nuestro propio dinero", dice.
La también vocera de Modatima ha sido una de las defensoras del texto de la Convención y los resultados del plebiscito con una amplia mayoría para el Rechazo la impactaron. Igualmente, aunque reconoce que quedó en una situación crítica, afirma que el trabajo "fue importante. Fue una entrega para todo Chile que esta vez no resultó, pero me siento orgullosa de haber defendido los derechos de las mujeres y de la naturaleza cueste lo que cueste".
Por lo mismo, en sus redes sociales esta semana ha compartido mensajes donde afirma, por ejemplo, que "la lucha por la desprivatización del agua no se agota en un voto. Si las comunidades afectadas votaron en su mayoría Rechazo, al igual que todo Chile, es un error colectivo de quienes no logramos instalar la propuesta versus las mentiras. La lucha por la disputa cultural continúa".
Bessy Gallardo: El precio fue "no tener vida de mamá"
"El proceso me costó como 15 kilos", es lo primero que dice entre risas la exconvencional Bessy Gallardo, quien al inicio de la Convención se integró al Colectivo del Apruebo, pero a los meses se unió a Chile Digno, conformado por militantes del Partido Comunista (PC) e independientes. "Siempre renegué del comunismo hasta que lo conocí en la Convención", cuenta la ahora militante PC.
Pero Gallardo tiene claro lo más doloroso para ella del proceso, incluso más que la derrota que sufrió su opción —el Apruebo— en la votación del domingo. Ella tiene tres hijos, de 13, 15 y 17 años. "Los costos fueron no tener vida de mamá”, dice. Los tres se tuvieron que adaptar a la constante ausencia de su mamá. “Me tocó pedirles perdón por no estar acá, por no ser su mamá. Y mi hijo de 13 me dijo ‘pero mamita, no te preocupí’, si ahora eres mamá de todo Chile’", relata.
Gallardo cuenta que experimentó momentos durísimos. Afirma que los primeros seis meses de la Convención los tuvo que sobrellevar con un reciente diagnóstico médico de gravedad de uno de sus hijos. "Me tocó llevarlo muchas veces a la Convención mientras estaba peleando todo el día", recuerda entre lágrimas.
El sábado 11 de junio, cuando la comisión de Armonización que Gallardo integraba votaba las más de 500 indicaciones al borrador constitucional, ella decidió votar desde su casa "porque llevaba semanas sin ver a mis hijos". En el curso de la mañana, al mayor de ellos lo asaltaron. "Lo sacaron del metro con una pistola", asegura.
Ahora, todavía afectada por el resultado del plebiscito, recupera el tiempo con sus hijos y espera que la Corte Suprema le dé fecha para jurar como abogada luego de que el pasado 20 de diciembre, en paralelo a su trabajo de la comisión de Medio ambiente, diera su examen de grado en la Universidad de las Américas.
"Me quedo con que dejé todo de lado por creer que era posible. Lo único que tengo de aquí para adelante es agradecimiento porque me dieron la gran experiencia de mi vida", reflexiona.
Nicolás Núñez: "Eso es lo que se votó: si yo me ducho o no"
"Muy buenos días gente rechazona!! Ya subió la plusvalía de sus segundas casas en la playa?". Ese fue uno de los comentarios en redes sociales del exconvencional de Chile Digno, Nicolás Núñez. Él fue protagonista de varias de las polémicas al interior del órgano, entre ellas cuando intervino en la comisión de Medio ambiente, que estaba votando las normas —él lo hacía conectado de manera remota a la sesión—, para preguntarle al secretario si podía votar a viva voz porque se estaba duchando.
"Eso es lo que se votó el 4 de septiembre: si yo me ducho o no y mis hábitos de higiene", dice a "El Mercurio".
Núñez sostiene que el proceso constituyente tuvo altos costos en su vida personal. "Lo que le hizo la Convención a muchos convencionales es lo que le hace el alcoholismo a la gente: perdí trabajo, familia, amigos", señala.
Por ejemplo, afirma que no tenía tiempo para estar en la casa (es de la Región de O’Higgins), lo que influyó en que terminara una relación sentimental de cinco años y cortara relación con la hija de su pareja, a quien consideraba como suya. "Como no soy el papá legal, la mamá no me dejó seguir viéndola. Era mucho el nivel de amenaza y de exposición", relata.
Cuenta que perdió amigos y "mucho tiempo, sueño, esperanza y fe invertido, además de estabilidad y salud mental". Añade que "todos dicen que la Convención era un circo. Más bien fue el Coliseo romano que nos tiró a partir y sacarnos la cresta entre todos para la diversión de la clase política y los medios. Y nosotros romantizamos esos papeles de gladiadores. Al igual que los gladiadores pensamos que estábamos representando al pueblo, pero en realidad no se puede representar a nadie siendo esclavo y formando parte de esa esclavitud (...).
Son muestras de ego más que de virtud".
Ahora busca retomar su trabajo como abogado de manera independiente, ya que iniciada la Convención, perdió su estudio. "Se fue a quiebra. Pasé de tener tres oficinas y siete abogados a mi cargo, a no tener nada", lamenta.
Maximiliano Hurtado: "Es una mochila difícil de cargar"
El 21 de abril, luego de que se rechazara en general uno de los informes de la comisión de Medio ambiente, los convencionales del Colectivo Socialista fueron tildados de traidores por sus pares independientes. Si bien esa fue la única vez que apuntaron a ellos de forma pública, no fue el único episodio en que los socialistas sacaron más de una roncha en los otros colectivos de izquierda. Ahora, luego de dos meses de campaña a favor del texto, discusiones públicas y privadas con los parlamentarios del Partido Socialista y de haber sufrido una amplia derrota, analizan la situación vivida en un colectivo que pese a haber sido críticos de algunas votaciones, igualmente entregaron sus votos para los artículos del texto constitucional.
"
Es una mochila difícil de cargar, sobre todo para quienes estuvimos en una posición no tan distinta del resultado del texto, pero que advertimos que esto podía pasar. Para nosotros es una derrota doble porque a ratos nos preguntamos si pudimos haber hecho algo distinto o si es que debimos haber sido más duros todavía con algunas cosas", explica Maximiliano Hurtado, y relata que si bien les han dicho que tenían razón, esto lejos de gratificarlos, "es un golpe súper duro porque reconoces que hay un margen en el que pudiste haber hecho algo más y esa es la pregunta que nos vamos a hacer los socialistas toda la vida".
Sobre su futuro, el también exconvencional Ricardo Montero —quien asumió como jefe de gabinete de la ministra de Interior, Carolina Tohá— dice que "los currículums de las personas y las experiencias vitales, políticas, son bastante más amplias que un año y creo que cada uno tiene que ser evaluado en su mérito".
Juan José Martin: "Mi entorno familiar fue afectado"
"Para mí esto fue una experiencia gigante. Nosotros no perdimos nada, el que perdió fue el país. Como personas crecimos y nos nutrimos muchísimo", es el balance que realiza Juan José Martin, exconvencional de Independientes No Neutrales y activista medioambiental sobre su trabajo en la Constituyente.
Quien fuera coordinador de la comisión de Medio ambiente y modelo económico —una de las más criticadas por la visión ecocentrista que buscaban estampar en la propuesta constitucional— reconoce que "fue un proceso absolutamente abrumador que tuvo mucho costo personal. Entré con pareja y salí solo. Además, el 2020 habría egresado de Ingeniería Civil, pero no pude terminar los dos ramos que faltaban, ya que me pilló la campaña para convencional y después entré a la Convención. Ahora estoy terminando esos ramos".
Pero el mayor costo, dice, ha sido a nivel social, pues asegura que el contexto del país le ha generado distanciamiento con muchas personas, "incluso mi entorno familiar fue afectado, ya que se generaron asperezas. Si bien yo sigo con mi vida, genuinamente creo que, en mi caso, las asperezas provienen desde los sectores del Rechazo hacia mi persona", comenta.
Respecto del trabajo en el órgano señala que “entre las prácticas más complicadas fue el intercambio de artículos, donde te decían ‘tú dame esto y yo te doy aquello’. Nosotros insistimos en que había que valorar cada cosa por su contenido y por su mérito, pero dado que había que cumplir el quorum, no hubo opción”.
Martin está convencido de que las normas ambientalistas de la propuesta no generaban rechazo, por lo que asegura que "sí o sí, el nuevo proceso constitucional debiera acoger lo que se escribió en nuestra comisión".
Angélica Tepper y su angustiante pérdida de memoria
En su último discurso en el pleno de la Convención, Adolfo Millabur (mapuche) agradeció a Angélica Tepper por su carácter dialogante. A la entonces convencional independiente de Vamos por Chile le sorprendió de buena manera, pues tenía una sensación de frustración "porque yo era de un sector y aunque me dijeran que los proyectos eran buenos, no te los dejaban pasar".
La convencional, que hizo campaña por el Rechazo, recuerda su momento más angustiante en la Constituyente: "La misma semana que estaba cumpliendo mis 40 años de matrimonio se me fue la memoria temporalmente. Estábamos en Calama, estaba hablando frente a un sindicato, creo que era sobre la negociación ramal. De repente me empecé a sentir mal. Algunas personas, entre ellas John Smok (secretario de la Convención), me dijeron que estaba como repetitiva".
La exconstituyente fue trasladada a un centro de salud. "Se me bajó la presión y se me subió. Me dijeron que pudo ser la altura, pero yo había estado antes en Calama y no me había pasado nada; entonces lo atribuyo al estrés. Ese día no me acordaba de nada y aún hay partes que no recuerdo. Lo tengo perdido. Después empecé de a poco a reconocer a la persona que me hizo escáner. Hubo muchos convencionales que se preocuparon por mí, y ahí me sorprendí gratamente, porque muchos se sabían mi nombre. Y después también, cuando llegamos a Santiago, hubo mucho ‘Angélica, ¿cómo está?’". Añade: "Por eso digo que fue de dulce y agraz, porque de repente había partes humanas, pero de repente no, porque decían: ‘tú eres de este sector político, y con ese sector político, nada’".
Agustín Squella: "Me ha hecho más viejo"
El "profesor de provincia", como él mismo se describe, Agustín Squella (ind. en cupo PL) integró el Colectivo del Apruebo, un grupo de centroizquierda varias veces criticado por los sectores de izquierda.
Fue uno de los primeros en presentar una propuesta de reglamento y de preámbulo cuando se conformaron las comisiones correspondientes.
Ambos textos fueron desechados por dichas instancias, aunque, en privado, convencionales reconocen que los tenían como referencia para las redacciones finales.
Sobre su paso por la Convención, Squella dice que "me hizo sentir como si estuviera viviendo una vida ajena. La mía ha sido siempre académica, y ahora estuve en la política, y eso sin militancia partidaria y premunido de las ideas de un liberal de izquierda, que tienen muy poca aceptación tanto en la izquierda, por lo de ‘liberal’, como en la derecha, por lo de ‘izquierda’".
Entre los recuerdos negativos señala "las carreras, gritos y golpes en el mobiliario del hemiciclo de parte de compañeros que celebraban la aprobación de una norma de su agrado". De los positivos, destaca "el acercamiento, no siempre con coincidencias, que fui teniendo, progresivamente, con jóvenes convencionales de los que tenía algo que aprender".
¿Cómo lo impactará esto en el futuro? Afirma que "hace ya tiempo que estoy de retirada de todo, salvo leer y escribir (...). La Convención, aunque más la pandemia, me ha hecho más viejo de lo que soy. Para mí tuvo y sigue teniendo sentido haber estado en la Convención, porque las cosas que tienen sentido cuando resultan exitosas, también pueden tenerlo cuando fracasan. ¿Sabe lo que le dijo F. Scott Fitzgerald a su amigo Hemingway?: ‘Tú tienes la dignidad que da el éxito, yo la que confiere el fracaso’".