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Auge de díscolos en la Cámara: Diputados evalúan cambios en el reglamento tras efectos de elección de la mesa

Los parlamentarios que optan por el "camino individual" se han convertido en una complicación en la Corporación, y tiene efectos concretos sobre la distribución de comisiones y las votaciones.

28 de Noviembre de 2022 | 08:02 | Por Cecilia Román, Emol.
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Un íntimo almuerzo, sincero, casi catártico, sostuvo la bancada de diputados de la Democracia Cristiana, el día después de que Miguel Ángel Calisto, ahora ex DC, se postulara por la oposición como presidente de la mesa de la Corporación y perdiera. En esa cita, según recuerdan los presentes, Calisto reconoció que había cometido un error. Y para la bancada, el tema estaba superado.

Pero la misma semana se enteraron sorpresivamente de que Calisto renunció al partido y al comité, y consigo se llevó sus cupos en las tres comisiones de las que participa: Constitución, la niña bonita de estas instancias; Economía y Pesca.

Aquello hoy no solo es un problema para la DC, sino también para el oficialismo, ya que la oposición está desarrollando una estrategia para censurar a los presidentes de las comisiones controladas por la coalición de Gobierno y cada voto en estas instancias es relevante. El lunes 21, de hecho, Calisto no asistió a Constitución y mandó en su reemplazo a René Alinco (IND), quien está presionando nuevamente por un retiro del 10% y que ha amenazado, junto a otros, a la presidenta de Constitución, Karol Cariola, de censurarla si no pone en tabla esa iniciativa.

Lo que sucedió con Calisto es signo de algo más grande: los parlamentarios que abandonan sus bancadas o sus partidos -formalmente o de facto, los "díscolos"- y toman el camino individual son un problema para la Cámara, en la que suelen funcionar los acuerdos administrativos y la idea de que cada miembro de un comité respetará una decisión tomada por el grupo.

Pero también es una complicación para el sistema político en general, según han postulado diversos académicos. Quien está en el Gobierno y busca impulsar sus proyectos ya no debe negociar con un grupo de partidos, sino también uno a uno con los díscolos.

Los díscolos y las comisiones


En realidad, ninguna norma en el reglamento de la Cámara permite que un diputado que renuncia a su partido y a su bancada se quede con sus comisiones. Los cupos de las comisiones le corresponden a los comités, según la normativa interna, y se entregan de acuerdo a un cálculo que relaciona la cantidad de parlamentarios que tiene el partido político, la cantidad de comisiones que hay y la cantidad total de diputados. De hecho, quien dispone en la práctica de esos cupos es el jefe de la bancada.

Pero la renuncia de diputados a sus partidos y comités ha venido sucediendo en los últimos períodos, por ejemplo con la ex ministra Karla Rubilar, que militaba en RN, o Raúl Soto, ahora PPD y antes DC; o Pablo Lorenzini, también de la DC, lo que terminó generando el nacimiento en la Corporación de una suerte de "doctrina", creada a partir de la interpretación del reglamento.

Esta implica que el diputado se puede quedar con sus comisiones por el hecho de que debe estar en al menos dos de esas instancias, no puede no estar en ninguna.

Lo que sí pueden hacer los jefes de bancada es mover a sus diputados de esas comisiones como deseen, pero antes de que decidan abandonar el comité. Eso pasó dos semanas atrás con los parlamentarios del PDG, Rubén Oyarzo y Karen Medina, a quienes la jefa de bancada Yovana Ahumada les quitó las comisiones en las que estaban participando y los envió, como "castigo" por haber apoyado a Vlado Mirosevic, a la Comisión de Bomberos.

En RN también sucedió: el día después de la elección de Mirosevic, el jefe de bancada Andrés Longton quitó a Sara Concha (Ind) y a Francesca Muñoz, que era del partido hasta ese momento, de las comisiones en las que participaban por no haber respaldado al candidato de la oposición en la elección de la mesa.

Pero aquello funciona solo si los jefes de bancada logran "anticiparse", lo que ha abierto la discusión en los comités sobre cómo solucionar un problema que ya ha complicado a varios. "Si no logras cambiarlo antes de que renuncie, se queda con el cupo", explica Longton.

"Los cupos deberían ser de las bancadas y las bancadas disponer de ellos independiente del momento en el que se salgan de la bancada. Por este resquicio, el parlamentario se va con el cupo y eso es problemático para los comités porque tienen que anticiparse a las decisiones antes de que renuncien", dice el representante de RN.

Ajustes al reglamento o una reinterpretación


El ex vicepresidente de la Cámara, Alexis Sepúlveda (PR), plantea que "es una situación que ha ido creciendo en el tiempo, los partidos, al ir abriendo las puertas a los independientes, inclusive algunos militantes, (se exponen a que) puedan tomar caminos distintos a los que eventualmente el colectivo puede desarrollar. Creo que el reglamento de la Cámara requiere a lo mejor algunos ajustes, porque evidentemente esta situación se torna un poco incontrolable".

No obstante, el diputado radical hace una diferencia: "lo otro que ha pasado con aquellos que han tomado un camino distinto y les han quitado las comisiones, creo que es un tema lamentable, porque al final del día, hablando de los parlamentarios del PDG, lo que estaban haciendo es cumplir el acuerdo que firmamos en marzo y que les permitió estar en esas comisiones".

El jefe de la bancada DC, Eric Aedo, reflexiona sobre la "paradoja" que se está dando: "toda la actuación de la Cámara de Diputados es una actuación colegiada, las votaciones son colegiadas, la conversación en las reuniones de comité, todo es colegiado. Pero en la última época, cada vez que alguien renuncia a su comité se acaba lo colectivo y en los hechos se premia ese individualismo", plantea.

"Mira lo que pasa con las censuras. Hay comisiones que van a quedar dependiendo de la voluntad de una persona, no de una posición política de un conjunto de personas", critica.

Aedo, además, plantea una alternativa mucho más drástica, que requeriría una modificación legal: que si un parlamentario que ha sido elegido en un cupo a partir de un partido, renuncia a ese partido, pierda su cupo. "Si su cupo no es de él, es de una institución. Creo que hay que bajar algunas señales que le pongan coto a este afán individual", dice.

La diputada PDG Yovanna Ahumada, en tanto, propone que "lo que debiera ocurrir es que se pueda proponer que esos cupos no sean del diputado y en rigor sean de la bancada. De esa manera se podrían evitar este tipo de situaciones. Es una idea, hay que analizar esta o cualquier otra que vaya en la línea de modificar esto para mantener la representatividad en cada una de las comisiones. Son cambios en el reglamento que estamos dispuestos a realizar para también garantizar el trabajo de cada bancada en los diversos temas a tratar en cada comisión".
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