La mañana de ayer lunes, se desarrolló una marcha por las calles de
Iquique y Alto Hospicio, tras una convocatoria ciudadana cuyo fin es protestar por los
homicidios que se han registrado en la zona. Y es que si bien la crisis de seguridad se ha tornado un problema transversal, la región de Tarapacá concentra altas cifras.
Según detalló el sábado el
fiscal regional de Tarapacá, Raúl Arancibia,
la zona ha registrado 11 homicidios en lo que va del año, donde Alto Hospicio concentra la mayor incidencia de delitos violentos y también es la ciudad con más de estos crímenes.
Lo anterior, a raíz del aumento de la población que ha registrado esa comuna, que hoy tiene 180 habitantes; 80 mil más que los registrados en el último censo (2017). No son pocos los habitantes que hoy viven en asentamientos irregulares, producto de la crisis migratoria que afecta a la macrozona norte.
El pasado viernes, el alcalde de Alto Hospicio, Patricio Ferreira (DC) decidió suspender algunas actividades veraniegas, precisamente por los hechos de violencia y homicidios que afectan a la zona. "Necesitamos más policías ahora; no mañana, ni pasado. Que el Gobierno sea capaz de responder. Si es necesario que salgan los militares a recorrer nuestras calles, entonces que también salgan", exhortó el jefe comunal.
Las cifras actuales preocupan, porque ya en 2022 la región terminó con la tasa más alta de homicidios del país, con 10,3 casos por cada 100 mil habitantes. Si se consideran los 11 homicidios que registra ahora la zona, se estaría ocurriendo un crimen de este tipo cada 2,7 días; mientras que la tasa de homicidios por cada 100 mil habitantes (en base a datos del último Censo, 2017), en lo que va del año (todo enero), llegaría a 3,3.
La cifra que registra Tarapacá en la actualidad es apenas inferior a la que registró Chile en 2021, con una tasa de 3,6 homicidios cada 100 mil habitantes, según datos de Insightcrime. En tanto, en 2022, según el balance entregado por Carabineros, la tasa llegó a 4,6 a nivel país.
Panorama en Centroamérica y Sudamérica
Los datos disponibles de cada país -recogidos por AFP-, dan cuenta de un escenario de alzas y bajas en distintos países de Centroamérica. Mientras la criminalidad aumentó en Guatemala o Costa Rica, logró ir a la baja en países como El Salvador o Panamá.
El Salvador registró 496 muertes violentas durante 2022, con una tasa de
7,8 homicidios por cada 100 mil habitantes. Según el Gobierno de Nayib Bukele, las cifras dan cuenta de la intensa guerra contra las pandillas que emprendió su Gobierno. De hecho, en 2019, la tasa de homicidios era de 38 por cada 100 mil habitantes.
En Panamá, hubo 454 homicidios durante el año pasado, con una tasa de 10,6 por cada 100 habitantes.
Costa Rica consignó al 2022 como el año más violento desde que hay registros, con 656 homicidios, con una tasa de 12,6 por cada 100.000 mil habitantes; es decir, un incremento de 1,2 respecto a 2021.
En Honduras, la tasa de muerte cada 100 mil habitantes se posicionó en 35,79, la más alta de la región. Y pese a ello, hubo una baja comparado con 2021, cuando la tasa fue de 42,23 muertes por cada 100 mil habitantes.
En el caso de países vecinos, Según datos de Insight Crime -en base a las cifras del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) de ese país-, la tasa de homicidios en Perú en 2021 fue de 4,3 por cada 100 mil habitantes.
En tanto, los datos disponibles en Argentina muestran que en 2022 la tasa de homicidios dolosos fue de 5 por cada 100 mil habitantes. En tanto, según datos del cuarto Informe sobre Delitos y Violencias en la Provincia de Buenos Aires, realizado por la Universidad de La Plata (elaborado en 2022), la capital registró una baja en los homicidios durante 2021: la tasa bajó de 8,5 cada 100 mil habitantes a 4,5 cada 100 mil en 2021.
Por el contraste, Rosario registró la cifra más alta de homicidios, puesto que entre enero y noviembre de 2022 se contabilizaron 263, una cifra que cuadruplica la tasa media nacional, alcanzando 18,5 cada 100 mil habitantes.
En Paraguay, la tasa de homicidios es de 7 por cada 100 mil habitantes; sin embargo, hay graves problemas en la frontera: en el departamento de Amambay, la tasa llegó en 2021 a 64 muertes por cada 100 mil habitantes.
En 2022, Uruguay registró un alza del 27% en los homicidios respecto al año anterior. Hasta el 29 de diciembre hubo 380 asesinatos, según informó el ministro del Interior, Luis Alberto Heber. En tanto, en 2020 hubo 330 homicidios y, en 2021, fueron 300. Ese último año, la tasa cada 100 mil habitantes fue de 8,5.
En el caso de Brasil, los homicidios registrados en 2021 llegaron a los 41.069; una baja respecto al año anterior, cuando los asesinatos anuales se cifraron en 58.000. Eso situó a Brasil en una tasa de 18,5 homicidios cada 100 mil habitantes.
