Ministro de Educación, Marco Antonio Ávila.
Aton / Archivo.
"Cualquier suspensión tiene la obligación de tener una recuperación de clases", dijo esta mañana el ministro de Educación, Marco Antonio Ávila, a la salida del comité político de los lunes en La Moneda.
Las declaraciones surgieron en una jornada compleja, puesto que por una parte, el Gobierno presentó el plan "Calles sin Violencia" para 22 comunas de la Región Metropolitana, pero no incluyó a Pedro Aguirre Cerda, que enfrentaba minutos más tarde un "narco-funeral".
Fue precisamente por esa razón que el alcalde de la comuna, Luis Astudillo (Ind), anunció la decisión de suspender las clases en cuatro establecimientos educacionales, además de algunas atenciones médicas y eventos.
"Hemos tenido que llegar a esta medida extrema que no nos gusta", dijo esta mañana el jefe comunal a 24 Horas, y agregó que "es algo que estamos haciendo en contra de nuestra voluntad, pero acá nosotros no podemos arriesgar la vida de los más pequeños, no podemos arriesgar la vida de la comunidad y tampoco de los trabajadores y trabajadoras de nuestra comuna".
En respuesta a este escenario el ministro Ávila marcó hoy una suerte de "cambio de tono", frente a sus dichos de marzo frente al narco-funeral que se registró en Valparaíso, donde más de una decena de colegios suspendieron sus clases o modificaron sus horarios, oportunidad donde respaldó la decisión de los establecimientos, lo que le valió duras críticas.
"Lo que estamos haciendo hoy día es la articulación con todos los municipios para que efectivamente nos hagan llegar estas solicitudes, que muchas veces se toman incluso con los policías de los territorios", dijo Ávila este lunes.
En esa línea, agregó que "cualquier suspensión tiene la obligación de tener una recuperación de clases, porque lo que no podemos hacer es perder nuestros periodos escolares, así que esperamos en realidad que esto se supere".