Dos días se extendió la declaración del exalcalde de Vitacura Raúl Torrealba. Durante toda la mañana del 1º y también del 2 de febrero respondió preguntas —en calidad de imputado— del fiscal jefe de Santiago, Francisco Jacir, y detectives de la PDI presentes en la diligencia. Su versión de los hechos estuvo bajo reserva por 40 días y luego por otros 40. Este fin de semana se alzó la medida.
Los montos detectados en sus cuentas corrientes, los sobres con dinero en efectivo, depósitos bancarios, los dichos de exfuncionarios que realizaron imputaciones en su contra, fueron algunos de los temas que debió abordar.
El exjefe comunal es investigado por las eventuales irregularidades en la entrega de subvenciones de algunos programas municipales (Vita),
destinados a ofrecer a los vecinos prestaciones en áreas como deporte o salud, las cuales son desarrolladas por estas corporaciones auxiliares autónomas. Se busca determinar si pudo existir algún delito de fraude al fisco, malversación de caudales públicos y lavado de activos.
"Jamás me valí de mi cargo para enriquecerme", aseguró a los investigadores. Respecto del dinero en efectivo que habría requerido de los programas Vita, si bien reconoce que en ocasiones se solicitó, afirmó que "tenía por objeto hacer frente a gastos en los eventos que los Vita organizaban y en los que, habitualmente, participaba como alcalde".
"Gran parte de mi patrimonio se generó en la década de los ‘80"
Comienza su declaración detallando parte de sus estudios y el inicio de su carrera dedicadas a empresas de envases, salmoneras y el paso a la función pública en la Municipalidad de Vitacura.
"La política siempre me llamó la atención sobre todo en mi época universitaria. En aquella época prácticamente a nadie le era indiferente la política, menos si estudiabas Derecho. En el año 1987 fui uno de los fundadores de Renovación Nacional. Sin embargo, no fue hasta el año 1992 en que me involucré activamente en la política. Recuerdo que en ese tiempo estaba dedicado a la salmonera, al fútbol en la Católica y algunas cosas más. Y Andrés Allamand me propuso que fuera candidato a alcalde por la comuna de Vitacura", dice.
Detalló que en una primera elección en 1992 perdió, pero que después ganó en 1996, años en que asume como alcalde. "Si bien los habitantes de la comuna tenían buenos ingresos, la municipalidad prácticamente no tenía infraestructura", apuntó.
Aborda también uno de los ejes de su defensa en este caso y que está relacionado con el patrimonio que ostentaba antes de asumir como alcalde. "Gran parte de mi patrimonio se generó en la década de los ‘80 y deriva, principalmente, de la venta de acciones de una empresa salmonera y una de fábrica de envases. A ello se suma la venta de mis inmuebles, que se ha reinvertido hasta el día de hoy obteniendo las ganancias propias de esas inversiones", indica.
Responde por sobres de dinero en efectivo
Consultado por el fiscal Jacir se refiere a la investigación en su contra y las acusaciones sobre el uso de dinero fiscal del municipio en beneficio propio. Principalmente, a las versiones de la exdirectora de Desarrollo Comunitario del municipio, Antonia Larraín, y del exencargado de parte de los programas Vita, Domingo Prieto.
"En relación a las imputaciones de distintos hechos que se hacen a mi respecto (y a otras personas) en esta causa, a continuación me referiré a cada una de ellas, dejando desde ya en claro que en mis más de 25 años como alcalde de la comuna de Vitacura, jamás me valí del cargo para enriquecerme y que muchas de las noticias que han aparecido en la prensa no tienen ningún sustento en la realidad, ni tampoco en los antecedentes que se han recopilado en esta investigación. Siempre fui muy cuidadoso en el manejo de dineros municipales, al punto que jamás tuve un reproche de la Contraloría General de la República. Dejé la municipalidad sin ninguna deuda. El dinero de Vitacura está en Vitacura", afirmó.
Explica que cuando llegó al municipio los organismos comunitarios (privados) Vita ya existían y que se trataban de Organizaciones Comunitarias Funcionales (OCF) las que requerían del apoyo municipal, tal como las juntas de vecinos.
Aclara que "en relación a lo que Antonia Larraín ha indicado y en un porcentaje importante coincidente con lo que Domingo Prieto ha declarado, referido a que le di una instrucción o le comenté que ella recibía mensualmente una suma de $5 millones de parte de Domingo Prieto o César Silva, o Arnaldo Cañas, señalo que no es cierto aquello".
"Nunca di esa instrucción —puntualizó— ni tengo recuerdo de haber recibido de ella esa suma de dinero. Tampoco lo recibí de Domingo Prieto. A los señores Silva y Cañas no los conozco. A su consulta de por qué ellos refieren lo anterior, señalo que lo ignoro, pues como lo demostraremos junto a mis abogados, y espero poder acompañar pronto a la investigación, todos los dineros habidos en mis cuentas bancarias tienen un origen legítimo y una explicación".
Dinero en efectivo para actividades Vita
En otra parte del interrogatorio, reconoce recibir montos de dinero en efectivo pero los justifica indicando que eran usados para actividades en que el municipio participa con Vita.
Y, en esa línea, le dice a Jacir: "Quiero aclarar que efectivamente recibí dinero en efectivo de Antonia (Larraín), el que le solicité, pero tenía por objeto hacer frente a gastos en los eventos que los Vita organizaban y en los que, habitualmente, participaba como alcalde".
Sostiene que "esos gastos no los podía efectuar con dineros municipales, pues la burocracia y restricciones, al tratarse de dineros públicos, me lo impedían. Por lo que al tratarse de dinero de estas organizaciones se los pedía a ella. Así, por ejemplo, los utilizaba en una feria de artesanía para comprar productos a quienes exponían, comida a quienes vendían, traslados, etc. No solo para mí sino para muchas personas que asistían al lugar sea que me acompañaran o no. Era una suerte de caja chica que tenía que ella tenía que tener y que de ese modo me entregaba y yo podía utilizar. Sobre ese punto señalo que nunca he dicho a Antonia que esos dineros debían justificarse posteriormente mediante boletas de terceros".
"No recuerdo —dice Torrealba— cómo se definía el monto que me entregaba, eso dependía de la actividad de que se tratara. Por ejemplo en el mes de septiembre era más más dinero que en junio. En algunos casos debe haber sido $1 millón, en otras más en otras menos. Ese dinero lo guardaba en un cajón de mi escritorio en efectivo y lo llevaba cuando había alguna actividad. Por ejemplo en la semana de la chilenidad, Chile Lindo, para navidad, se requería de más dinero.- Pero en otras de menor entidad el monto era inferior. No era dinero que se entregaba para una actividad en específico, sino que la idea era mantener un cierto flujo para poder hacer frente a los gastos. De este modo en la conversación diaria con ella, de un modo informal, le indicaba que ya no quedaba nada, y ella me lo entregaba. Debo haber recibido dinero de Antonia unas 6 o 7 veces durante el año".
No era posible una "caja chica" por ley
En relación con cómo se hacían las entregas de dinero de Antonia Larraín a él, afirma: "Se hacía en efectivo, ella estaba al tanto de cuando íbamos a tener necesidades o en otras ocasiones también puede ser que yo se lo solicitaba".
Agrega que "el dinero me lo entregaba en mi oficina en un período de tiempo que era variable, y podía ir desde 1 semana a 1 mes y medio antes de un evento".
Y que "este solo provenía de Vitadeportes, ya que esta era la única organización que generaba ingresos propios, esto debido a que el deporte facilitaba tener este tipo de ingresos propios".
Explica que estos fondos solo provenían de entidades privadas, porque "los dineros de las subvenciones debían rendirse y tenían que ser para el objeto a que fueron entregados". De otro modo, indica, no hubiera sido posible rendirlos.
Se le pregunta por qué dice que guardaba esos fondos en ocasiones en el cajón de su escritorio: "El dinero lo guardaba en mi casa o en la oficina, al igual que el de mis fondos propios, sin embargo, el que me entregaba Antonia lo guardaba dentro una carpeta en un cajón del escritorio, distinto a donde estaba el dinero de mis fondos propios".
Respecto al uso del dinero detalla que "a algunos comerciantes, además, se utilizaba para gastos de regalos para autoridades, etc. En definitiva, a una diversidad gigante de personas".
¿Por qué la municipalidad no tenía caja chica? Torrealba responde que "porque la ley no lo permitía, no existía un ítem para representación y era necesario contar con recursos propios".
Domingo Prieto, platas políticas y pandemia
Otra justificación para uso de dinero de Vita se relaciona con la pandemia. Según Torrealba "se usaron dineros de Vitadeportes para imprevistos que surgieron en razón de la emergencia sanitaria. En ese momento, se necesitó más flujo de dinero que lo habitual”. Habla de temas cotidianos como “traslados de personas a reuniones”. “Las necesidades de la pandemia en un principio eran muy urgentes", apunta.
La fiscalía le preguntó también por otras declaraciones en su contra como la de Domingo Prieto o del contador César Silva. A lo que el indagado contestó: "La persona que tenía a su cargo los Vita (algunos no todos) era Domingo Prieto, a quien conozco hace muchos años, desde mi época de director de la rama de fútbol de la UC (…). A su consulta de por qué Domingo Prieto ha indicado que ese dinero se me comenzó a entregar el año 2014, primero a través de Renato Sepúlveda y luego a través de Antonia Larraín, señalo que no es efectivo y tampoco sé por qué él dice eso".
Los aportes políticos también fueron descartados por el exalcalde
"A este respecto señalo que no es efectivo aquello. Si bien Sebastián Torrealba es sobrino mío por ser hijo de mi hermano, además es mi ahijado. Efectivamente él fue diputado entre 2018 y 2022, perdiendo posteriormente la elección ese último año. A este respecto señalo tajantemente que no es efectivo que ello haya sido así, para gastos de sus campañas, tanto en la que resultó electo en el año 2018 como aquella que perdió el año 2021. Tampoco es efectivo que haya instruido se paguen sedes políticas alguna; sea de mi sobrino o de alguna otra persona", sostiene.
Información de cuentas bancarias "inexacta"
"En relación con los movimientos de mis cuentas corrientes, deseo señalar lo siguiente: Durante los pasados 10 años usé principalmente una cuenta de Banco Santander y una cuenta en el Banco de Chile. También usé una cuenta en el Banco Scotiabank y otra en el Banco Itaú", dice al abordar los movimientos bancarios que pesquisa la fiscalía.
Asegura que "la información que existe en la carpeta de investigación es solo parcial y en algunos casos inexacta. Solo a modo de ejemplo, en las cartolas se indica que depósitos altos (provenientes de ventas de inmuebles) fueron realizados en efectivo, eso no fue así y es fácilmente acreditable, al revisar los comprobantes de depósitos".
Y que "en esos casos pude identificar a qué correspondían los depósitos, principalmente por el alto monto de las operaciones, pero en relación a los montos menores (dado el tiempo transcurrido) es muy difícil identificarlos, por lo que resulta indispensable revisar los comprobantes de depósito, ya que muchas veces las glosas de las cartolas son inexactas".
Niega que exista cuenta con $2 mil millones
Sobre los montos indagados y su levantamiento del secreto bancario, descarta los montos que se han asociado a sus cuentas.
"Nunca he tenido una cuenta con dos mil millones de pesos en algún momento determinado a mi disposición. Nosotros vamos a entregar a la fiscalía el detalle acabado de los movimientos de las mismas", dice.
También explica que "seguí con mi revisión y en el mes de noviembre del mismo año (2012) aparecen abonos por $500.000.000 y $50.000.000 ambos nuevamente en efectivo. Después me fijé que, al mes siguiente, aparece un cobro por ‘Com. Mantención Itaú personal’, es decir un cobro por mantención de la cuenta por $8.420.400 y un impuesto al valor agregado por dicha comisión de $1.599.900. Ese mismo mes aparece un depósito por $10.000.000 (....)".
Sigue con su declaración para aclarar que "en vista que no tenía explicación para estos altos montos en efectivo ni tampoco para cobros de comisiones millonarias o gastos desproporcionados en tiendas, revisé en mayor profundidad el detalle de las cartolas t me di cuenta de que en la misma cartola se indica que la línea de crédito aprobada es de $1.300.000.000 (mil trescientos millones de pesos), una suma exorbitante, que jamás un banco autorizaría para una persona natural, o al menos, no a mi persona".
Y que "así la información recibida de esta cuenta presenta a nuestro juicio errores manifiestos, que hacen imposible dar una explicación coherente de los movimientos bancarios que ahí se indican. Es posible que hayan adicionado cifras o números (el número cero, por ejemplo) de manera incorrecta. A veces ocurren esos errores al momento de marcar los decimales (con puntos o comas) en los sistemas informáticos".
Luego, continúa abordando algunos movimientos que, cree, pueden necesitar alguna justificación, los que han sido difundidos "llegando al absurdo de informar que hay una cuenta corriente con $2.300.000.000 acumulados ‘cuyo origen serían depósitos en efectivo’. Como consta en la investigación ello no es así, y tampoco señala tal cosa el único informe policial que hasta la fecha he visto en relación a algún análisis de mis cuentas bancarias".
Uso de choferes para depósitos
Sobre cheques girados desde su cuenta de Banco Santander a nombre de Luis Jara o bien de Ulises Quintana —sus choferes en la época de su gestión— y que eran cambiados en efectivo, el que posteriormente era depositado en la cuenta de Scotiabank para "cubrir algún cobro y que el remanente o diferencia le era entregado para sus gastos cotidianos", dice que "toda mi vida he funcionado con dinero en efectivo. No tengo muy buena relación con la tecnología. Jamás aprendí a realizar transferencias electrónicas. Por lo mismo, era común que girara dinero contra mis cuentas y funcionara con dinero en efectivo".
Mientras que respecto de un depósito en su cuenta de Itaú por $56.902.143, afirma que corresponde a la primera cuota de la venta de un departamento ubicado en Carolina Rabat y, "si bien no existe comprobante de depósito, es difícil pensar que esa suma se depositó en efectivo. Probablemente, pudo ser un cheque del mismo banco, pero no lo recuerdo".
Y menciona un error similar en Santander, donde aparece un depósito en efectivo por $10.000.000 en junio de 2021, "pero al revisarlo en realidad corresponde a un depósito con documentos, según el mismo banco Santander aclara en el oficio número 032022 a solicitud de la fiscalía".
No hay dinero en murallas
Respecto del informe patrimonial de la Fiscalía Nacional, la respuesta del Banco Central acerca de los movimientos en dólares desde y hacia Chile, y el informe de la Brilac que analiza sus cuentas bancarias, identifica una serie de errores, según menciona en su declaración. Dice, por ejemplo, que se contabilizan de manera duplicada montos, apoyado, entre otras cosas, en cartolas y en información disponible en el Servicio de Impuestos Internos.
Hacia el final de su declaración, indica, además: "Me gustaría señalar que se han dicho muchas cosas que no son ciertas, como por ejemplo que la policía habría encontrado dinero en mi domicilio de Colico escondido ‘en los muros’, lo que no es cierto, y constituye una afirmación sin fundamento alguno. Desde que me jubilé paso buena parte del año en Colico, por lo que estaba presente al momento de la diligencia. Nada de eso ocurrió y la misma policía informó que en la diligencia de entrada y registro solo se incautó un computador".
"Es mucho el daño que se puede hacer a una persona y su familia cuando está siendo investigada, sobre todo si se tergiversan los hechos de la forma como ha ocurrido por de la prensa (no toda) y por lo mismo espero que los hechos puedan ser investigados en su totalidad", asegura.
Reconoce eso sí: "Estoy consciente que en mi período como alcalde cometí errores como todos los alcaldes o jefes a cargo de un servicio público, pero quiero dejar en claro que el interés de la municipalidad, sus funcionarios y los vecinos de Vitacura siempre estuvo primero, jamás me aproveché del cargo que me dio tantas alegrías durante el curso de los años, y estoy seguro de que la investigación así lo establecerá".
Mientras que respecto de por qué borró todos sus mensajes de WhatsApp, explica "porque siempre borro los mensajes de WhatsApp, ya que tenía la creencia que tenían una capacidad limitada en el teléfono, por este motivo procedí a borrarlos". Y al consultársele sobre si supo que su teléfono estuviera intervenido, dice que nunca se enteró de ello.