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El tenso Festival de Viña 73: Incluyó en su parrilla a los Huasos Quincheros y Quilapayún

"Se transformó en una batalla campal, nosotros en el foso recibíamos todo lo que tiraban, desde monedas, bolsas con excremento. Fue un escándalo terrible", relató el director de orquesta Horacio Saavedra al programa "TV o no TV" de Canal 13.

06 de Junio de 2023 | 14:16 | Equipo Chile 1973-2023
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El Mercurio
Siete meses antes del Golpe de Estado, la XIV edición del Festival Internacional de la Canción de Viña del Mar daba cuenta de la polarización por la que atravesaba el país. El domingo 4 de febrero estaba programado que se presentara el grupo Quilapayún, abiertos partidarios del gobierno de Allende. Según contó el entonces director escénico del festival, Eduardo Ravani, en su canal de Youtube (Jappeningconjachannel), antes de ello ya se sentía el ambiente altamente politizado por lo que la organización del evento había pedido a la agrupación no tocar algunas de sus canciones más políticas.

Luego de la presentación del animador César Antonio Santis, "entran ellos y lo primero que dicen ‘compañeros, le hacemos un homenaje a nuestro camarada (Rolando Alarcón, folclorista chileno comunista, que había muerto días antes)’ y empieza un lío que no les explico (...) la chifladera, los gritos se confundían con monedas que caían sobre el palco. Los regidores recibieron bolsas con excrementos", recordó Ravani, quien afirmó que, además, tocaron las canciones que habían acordado no presentar.

Así, Quilapayún actuó entre pifias y objetos que eran lanzados desde el público hacia el escenario, y que intentaban ser combatidos por grupos de seguidores que se encontraban en los cerros.

"Se transformó en una batalla campal, nosotros en el foso recibíamos todo lo que tiraban, desde monedas, bolsas con excremento. Fue un escándalo terrible", relató el director de orquesta Horacio Saavedra al programa "TV o no TV" de Canal 13.

Eduardo Carrasco, integrante de Quilapayún, aseguró años después que "como había un clima de mucha confrontación, antes de nuestra presentación, hubo una especie de campaña propagandística en contra nuestra en Viña del Mar, donde se repartieron panfletos que llamaban a cortarnos la cabeza".

El episodio está narrado también en la página web del grupo Quilapayún con un artículo de la revista Ramona titulado "El quilapayunazo de Viña", donde Rodolfo Parada, integrante del grupo, afirmó: "Cuando salimos nosotros, un grupo intentó impedir que cantáramos. Era un intento por impedir que representantes del pueblo se expresaran en la Quinta Vergara. Y ese festival es un festival de todos los chilenos, financiado con el aporte de todos los chilenos. Por tanto, una mayoría, como la que allí asistía, generalmente, porque antes el pueblo no tenía acceso, no puede pretender monopolizarlo. Era el fascismo el que se había adueñado del Festival de Viña del Mar".

Según el relato de Ravani, mientras la situación se agudizaba en el público, el equipo dirigido por Gonzalo Beltrán decidió no seguir grabando el espectáculo, pues en esos tiempos el evento se emitía de manera diferida. Quilapayún terminó su presentación y, según el fundador del "Jappening con Ja"”, los integrantes del grupo bajaron riendo y celebrando el show musical hasta que supieron que no saldría en televisión.

El espectáculo continuó con el humorista Tato Cifuentes, quien estuvo 20 tensos minutos en el escenario. Pero tras bambalinas, el episodio ya comenzaba a escalar. "El escándalo fue mayúsculo. En cinco minutos el Palacio de La Moneda sabía que no se había grabado", afirmó Ravani en su video y añadió que él y Beltrán recibieron amenazas de muerte, se debieron esconder al día siguiente y se instruyó un sumario.

El tema no quedaría ahí, pues en la noche del lunes estaba previsto que se presentaran los Huasos Quincheros, a quienes se les identificaba con la oposición. Según Ravani, a ellos también se les pidió que no cantaran una canción ("El patito chiquito"), algo que la agrupación no aceptó.

Finalmente, la jornada del día siguiente se suspendió y el cierre del festival no se realizó en la Quinta Vergara, sino en el Teatro Municipal de Viña del Mar donde se desarrolló la premiación del certamen. Ese año, la canción ganadora de la competencia internacional fue "Los pasajeros", representante de Chile, escrita e interpretada por Julio Zegers. En segundo lugar quedó la francesa "Laisse-moi le temps" y en tercer lugar, la de Sri Lanka "Sonríe mi dama".

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