Impacto ha provocado la denuncia de padres y apoderados de alumnos de 5° básico que acusan que sus pupilos habrían sufrido abuso sexual durante un operativo médico llevado a cabo en la escuela Villa Centinela Sur de Talcahuano, en la Región del Biobío.
De acuerdo a los padres, durante el procedimiento –realizado por personal del Centro Comunitario de Salud Familiar (Cecosf) Los Cerros– los menores sufrieron tocaciones, se les realizaron preguntas íntimas e incluso fueron expuestos a contenido inapropiado.
"En el marco de un operativo médico de control de salud juvenil –que está establecido dentro de la programación del Ministerio de Salud, en coordinación con establecimientos educacionales– se denunció por parte de apoderados y alumnos situaciones que pueden ser constitutivas de delito, como abuso sexual", señaló el alcalde de Talcahuano, Henry Campos.
El colegio publicó un comunicado donde asegura que "apoyamos en todo momento a nuestros niños y niñas, y sus familias que se vieron afectadas por la intervención del Minsal, a través del Centro Comunitario de Salud Familiar (Cecosf) Los Cerros, en el marco de la toma de la Ficha CLAP a nivel nacional", agregando que entiende que "varios de ellos/as se pudieron sentir vulnerados/as, tanto física como psicológicamente, con el procedimiento". Por esto, señalan que realizaron la denuncia respectiva y, además, suspendieron las clases.
El caso está siendo investigado por la Brigada Investigadora de Delitos Sexuales de la PDI de Concepción. En paralelo, el ministro de Educación, Marco Antonio Ávila, dijo que solicitó tos los antecedentes a la seremi de Educación, Elizabeth Chávez, quien, a su vez, indicó que "estamos ocupándonos de hacer que la investigación se realice". En tanto, parlamentarios oficiaron a la seremi de Salud del Biobío, al Mineduc, al Instituto Nacional de Derechos Humanos y a la Defensoría de la Niñez.
Un "control sano" a jóvenes que se hace en el Cesfam o en el colegio
¿De qué se trataba el operativo médico en cuestión?, ¿por qué se realizó en el colegio?, ¿cuál es la forma correcta en que se debiera llevar a cabo? Según ha indicado el colegio y el alcalde, la situación se produjo mientras se aplicaba la "ficha CLAP".
En rigor, se trata de un control que es parte del "Programa de Salud Integral del Adolescente", dependiente del Ministerio de Salud, que se desarrolla en todo el país y está enfocado en los adolescentes que tienen entre 10 y 19 años.
Conocedores de este programa explican a Emol que es una especie de "control sano" en adolescentes. En la práctica, un profesional o equipo de salud realiza un "control de salud integral" al joven, cuyos resultados se registran en un instrumento, que es la ficha de Historia Clínica del Adolescente (HCA), propuesta originalmente por el Centro Latinoamericano de Perinatología (CLAP), por lo que se le conoce como "ficha CLAP".
La idea de este control es tener una mirada integral de la salud y del desarrollo del adolescente, en el ámbito físico, psicológico y social; y tiene un enfoque preventivo, por lo que, de detectar indicios de alguna patología, es derivado al centro de salud respectivo para realizar los exámenes o el tratamiento correspondiente.
El control –que dura cerca de media hora y se realiza una vez al año– consta de 17 partes, que se registran en la ficha, incluyendo antecedentes personales y familiares (conformación de la familia, vivienda), vida social, situación psicoemocional (para detectar, por ejemplo, intentos de suicidio), hábitos y consumos, antecedentes gineco-urológicos, sexualidad y examen físico, entre otros.
Este control se puede realizar tanto en un centro de salud primaria como en el propio establecimiento educacional del alumno, esto último como una estrategia para tener mayor cobertura; y lo realiza un profesional de la salud, por lo general un matrón/a o enfermera/o.
En el caso de que se realice en el colegio, se debe contar con la autorización expresa del apoderado, que firma un consentimiento informado, o del propio alumno, si es mayor de edad.
Conocedores del programa explican que cuando se realiza en el colegio es un "control adaptado" y el examen físico es muy básico y superficial, midiendo aspectos como peso, talla y presión arterial; se hace una observación general de la columna, siempre con el alumno vestido, además de evaluar la agudeza visual. Solo en caso de detectar alguna señal de patología, se deriva al centro de salud para que un médico le realice un examen más exhaustivo.
Quienes han realizado este control detallan que el examen físico debe ser "no invasivo" y, además, siempre procuran que estén presentes al menos dos profesionales de la salud.
Uno de los ítems que se evalúa es el desarrollo sexual del adolescente, pero esto no es a través de un examen físico –ni en el colegio ni en el centro de salud–, sino que es el propio estudiante quien indica en qué fase de desarrollo se encuentra en base a una lámina que se le muestra con distintos dibujos. Explican que este dato se solicita para tener un diagnóstico más adecuado del peso y la nutrición, ya que –a diferencia de los niños– en lo adolescentes el peso adecuado no está tan determinado por la talla, sino por el desarrollo sexual.
La ficha también contempla preguntas sobre conducta sexual y orientación sexual, pero quienes la han aplicado comentan que para esto se tiene en cuenta que éstas sean adecuadas a la edad del alumno, pues es muy distinto si tiene 10 ó 19 años.
