En medio de la trama de convenios de transferencia a fundaciones, el Presidente de la República, Gabriel Boric, promulgó la ley de delitos económicos relevando que la normativa "contribuirá justamente a recuperar las confianzas que se han dañado en los últimos años".
En el marco de su alocución, el Mandatario hizo hincapié además en que la legislación permitirá "el que no se juzgue a justos por pecadores, el que seamos capaces de diferenciar, en que la gran mayoría de las personas que hacen bien y responsablemente su pega sean reconocidos por ella y no vean enlodado su labor cotidiana y su trabajo producto de unos cuentos inescrupulosos".
Por lo demás, señaló que "por muchos años la ciudadanía ha visto con impotencia como los llamados delitos de cuello y corbata suelen decidir castigos menores que otros delitos, aun cuando involucran grandes sumas de dinero".
"Frente a eso y me imagino que todos quienes son representantes electos o que han cumplido funciones públicas lo deben haber experimentado en sus salidas a terreno, que hay una percepción en la ciudadanía de que a veces parecieran existir dos justicias: una justicia para ricos y una justicia para pobres", agregó.
Y destacó que "la promulgación de esta legislación es un paso importante en esa dirección e insisto, en la recuperación de las confianzas en las instituciones. Muchas veces me preguntan que es lo que yo espero al final de nuestro mandato, y más allá de las políticas públicas, de las grandes obras, más allá de las cifras, un bien intangible que para mi es prioritario, es la recuperación de la confianza interpersonal en nuestra patria, pero también de la confianza entre los ciudadanos y sus instituciones, que están y deben estar para protegerlos y no para abusarlos o permitir que se instale una sensación de abuso de ellos".
Dando cuenta de las innovaciones que radica en la ley, Boric aseveró que "se acabaron los tratos especiales para personas condenadas por delitos tributarios, malversación de fondos públicos o cohecho".