Hace dos semanas el exministro de Desarrollo Social dio a conocer su ofensiva judicial para resarcir su honra, luego de que distintos actores los vincularan al Caso Convenios. Una de las arremetidas fue contra el senador socialista Fidel Espinoza, a quien demandó por difamación.
El senador PS, en una entrevista con Profundidad de Campos, dijo que desde que estalló el caso convenios se ha ganado varios enemigos, tanto fuera como dentro del Gobierno. Entre ellos mencionó a los diputados Daniel Manouchehri y Jaime Naranjo, quienes a su juicio "detestan" su accionar político porque "seguramente le consiguieron un cargo en el Gobierno a algún amigo o un Cesfam por ahí, y tienen una animadversión hacia lo que yo he denunciado".
En esa línea acusó que "a mí me quisieron callar cuando partió el Caso Convenio. Me dijeron: No sigamos ahondando el problema, dejemos que esta cosa quede ahí en Democracia Viva. Y yo dije, no, esto no es Democracia Viva. El tema convenios es mucho más allá y hay muchas más fundaciones. Y el tiempo me terminó dando la razón".
"Yo no me siento arrepentido en absoluto de ninguno de mis dichos que he planteado en el Caso de Convenio. Aquí se generó un mecanismo para defraudar al Estado. Se flexibilizaron determinaciones dentro del Ministerio para poder entregarle plata a las fundaciones de manera sin control de ningún tipo. Y eso facilitó, obviamente, que se entregaran plata", agregó.
Sobre el conflicto con el exministro Jackson, Espinoza sostuvo que "la enemistad con Giorgio parte en el tema del proceso constituyente. Ahí él llegó a notificarnos a nosotros (senadores socialistas), que habíamos llegado recién, no alcanzamos ni a celebrar el triunfo senatorial, (…) cuando él nos dice la frase decidida: Ustedes tengan la tranquilidad que yo como ministro les garantizo que van a estar cuatro años en sus cargos porque se cierra el Senado. Y nosotros nos quedamos mirando todo esto. Nos quedamos mirando y le dijimos, ¿Qué te crees? Porque nosotros habíamos ganado recién, habíamos ganado una elección democrática por ocho años".
"Eso vino parejado con que él manejaba el proceso constituyente. Lo manejaba desde el ministerio, secretario general de la Presidencia. Y desde allí manejó el proceso de la constituyente y no nos escuchó cuando le dijimos vamos a perder. Yo fui de los que le dije, Giorgio, vamos a perder el 4 de septiembre si tú no logras decirle a tus constituyentes que se están excediendo", agregó.
Sobre la querella en su contra dijo que "demuestra su más sentido egocentrismo. Porque Giorgio no puede sentirse fuera del Gobierno, él no puede sentirse que va a trabajar en el mundo privado, él cree que el Estado le debe algo a él, y eso es una equivocación. O sea, conmigo no se querelló, a mí me presentó una demanda civil indemnizatoria, ni siquiera una querella por injuría y calumnias, porque él sabe que yo nunca lo injurié, lo que yo hice fue una crítica política".
Asimismo, sostuvo que "yo no creo en nada del robo de los computadores (…) por tres cosas. Uno, esto de la llamada telefónica con el doble de Giorgio Jackson, hablando con los guardias, en un edificio público, no lo cree nadie. Segundo, que los malhechores, los ladrones, hayan contratado a un Uber para robarse los computadores cuando un Uber deja un registro en la plataforma, no lo cree nadie. Y lo último, ya lo paradojal, es que hayan pagado con transferencia bancaria el Uber, ya eso no tiene sentido. Eso fue orquestado, no te olvides que este robo fue doce horas antes que la PDI iba a entrar al ministerio a allanar las dependencias del Ministerio de Desarrollo Social. Entonces, por lo tanto, el entorno de Jackson debe ser investigado, y eso es lo que yo he dicho, y eso no es imputarle a él ni un delito".
"Yo he dicho, no creo en el robo, es un tongo, y eso es lo que voy a seguir diciendo aunque él quiera que yo pida disculpas de algo que no voy a pedir disculpas, porque yo sigo creyendo y es mi convicción de que eso fue un robo armad"”, sentenció.