La cuestionada subcomisaría de Longaví, entregada el pasado 11 de marzo por el Presidente Gabriel Boric.
El Mercurio
La
subcomisaría de Longaví se convirtió en un nuevo foco de tensión entre el Gobierno y la oposición. Esto, porque el recinto que fue entregado el pasado 11 de marzo, ceremonia donde participó el Presidente Gabriel Boric, aun no está abierto, no tiene carabineros.
La actividad se realizó justo en la conmemoración de los dos años de Gobierno del ex diputado frenteamplista. Y ha sido foco de polémica, ya que el pasado lunes 18 de marzo se registró una violenta riña en las puertas de la subcomisaría y nadie la detuvo.
"El Presidente tenía apuro de inaugurar obras en la conmemoración de sus dos años de Gobierno, pero esta irresponsabilidad pudo tranquilamente haber costado vidas humanas", sostiene la diputada
Paula Labra (RN), quien representa ese distrito.Esto es reafirmado por conocedores de la actividad, que señalan a Emol que "
se apuró todo, tenía que verse algún acto por los dos años de Gobierno. Y se eligió esto, que aún no está listo".
La parlamentaria va más allá. "Boric transmitió con bombos y platillos a la comunidad una falsa sensación de seguridad. Engañó a los vecinos de Longaví en momentos donde los homicidios y el crimen están desatados. La subcomisaría de Longaví será para Boric lo que el hospital de Curepto fue para Bachelet".
Esto último, recordando el episodio de abril del 2008, en el primer Gobierno de Michelle Bachelet. La entonces Mandataria inauguró el recinto de salud, pero este aun no tenía todo el equipamiento, no estaba autorizado para su funcionamiento.
En la misma línea, el presidente de Amarillos, Andrés Jouannet calificó como "un tongo" la presentanción de la comisaría, y comentó que "no sé si le dijeron al Presidente que era una puesta en escena, porque objetivamente, los propios carabineros dijeron que no podían asumir todavía o entrar incluso, porque Obras Públicas aún no lo entregaba".
Asimismo, el parlamentario detectó que hay un problema con el MOP, "porque tenemos una ministra que anda perdida en el tiempo y en las responsabilidades", pero también hay un problema de seguridad en el Gobierno, "que no entienden el sentido de urgencia, que lo que hacen son tongos, en vez de enfrentar la criminalidad. Preocupa, porque si ese es el nivel de profesionalismo que tiene el Gobierno, la verdad es que el amateurismo es evidente".
Desde el oficialismo, el diputado Jaime Araya (PPD), comenta que "es una situación muy confusa, porque la expectativa de la ciudadanía cuando se hace una ceremonia de esta naturaleza, está puesta en que inmediatamente se empieza a funcionar, que los carabineros van a estar presentes cumpliendo sus funciones".
"Por lo tanto, se requiere una explicación detallada de lo sucedido, no puede quedar instalada la sensación que esto fue una puesta en escena, porque eso daña la credibilidad de las autoridades, es muy importante ser muy cuidadosos para no defraudar a la gente. Aunque esto se hace de buena fe, es muy difícil que no haya un mal juicio de opinión pública, los tiempos han cambiado y la ciudadanía está mucho más informada y ha elevado las exigencias, hay que dar explicaciones claras", zanjó.
Por su parte, el diputado PS Raúl Leiva, defendió que la comparación de Hospital de Curepto con la subcomisaría de Longaví "son casos absolutamente distintos".
"En este caso en particular, tanto en la versión oficial de la presidencia de la República como del propio discurso del general director de Carabineros, se dejó establecido que era una entrega del inmueble, no una inaguración de la comisaría. De hecho, el general director planteó que próximamente se inauguraría", afirmó. Asimismo, remarcó que esto "lamentablemente igual indujo a error y generó una polémica, porque entiendo que la gente de Longaví no tenían esto meridianamente claro".
