Frontis de la Casa Central de la Universidad de Chile. Imagen referencial.
El Mercurio
En las últimas horas, profesores de la Universidad de Chile -casa de estudios que ha sufrido inquietantes días por las movilizaciones Pro-Palestina- acusaron que se les ha solicitado pintar la mano (con una letra) como "señal de autorización" para poder ingresar y también se les ha acompañado, por parte de alumnos como "escoltas", para poder retirar libros.
De lo primero dio cuenta en su red social de X el académico del Departamento de Ciencias Ecológicas de la Facultad de Ciencias -que está ubicada en el Campus Juan Gómez Millas-, Rodrigo Medel.
"Encuentro increíble que a los profesores que queremos ingresar a nuestro lugar de trabajo en la universidad, los alumnos en toma, como señal de autorización, nos pinten una letra en la mano. ¿Qué sigue?", sentenció.
En la misma publicación se le consultó si había aceptado aquello y respondió "no".
Más tarde Ricardo Brodsky, director del Museo Benjamín Vicuña Mackenna, comentó su declaración afirmando: "El que baila pasa, el que se deja pintar la mano pasa. Es la misma violencia, el deseo de imponer por la fuerza tu voluntad a los otros, sin considerar su dignidad".
Pablo Aguayo, académico del Departamento de Ciencias del Derecho de la Facultad de Derecho -ubicada en el Campus Andrés Bello- compartió minutos después la publicación de Medel y también dio cuenta de otro suceso.
"A mi ya me parecía espeluznante que para entrar a la facultad dos estudiantes me acompañaran como escoltas a sacar mis libros", indicó.
Ante esta situación se refirió Ignacio Briones, ex ministro de Hacienda: "¿Tendrán consciencia quienes se toman la U. de Chile y marcan a quienes pueden entrar, que esa es una forma de privatización del espacio público? Por causas particulares de un grupo se conculca con medios ilegítimos el derecho del resto (estudiantes, profesores y funcionarios)", escribió en X.
Este hecho se da luego de la instalación de un lienzo en la Casa Central en el que se ilustró a la rectora Rosa Devés recibiendo un beso del Primer Ministro de Israel, Benjamín Netanyahu. El paño también decía "a romper la relación sionista, 76 años de colonización, 80% de la población desplazada, 40.000 muertos en 8 meses".
Esta jornada desde Berlín, Devés rechazó el acto: "Esperamos que quienes colocaron ese lienzo aprendan de esto, que no es la forma de expresar las ideas menos en una universidad pública como la nuestra, en una casa que es patrimonial, que representa, no solo a la universidad, sino que a la historia de Chile y que tenemos todos que respetar muchísimo".
Hay que recordar que desde el pasado 15 de mayo que estudiantes y grupos Pro-Palestina han desarrollado un "acampe" en ese espacio patrimonial para exigir, entre otras cosas, la revocación de convenios con planteles israelíes.
